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Si ya antes de la crisis pocos eran los ayuntamientos que apostaban por el rock para sus fiestas ahora en tiempos de recortes a destajo la idea de tener un concierto de rock y encima gratis parecía una utopía. Afortunadamente hay algunos municipios que apuestan por esta música que tanto nos gusta y Fuenlabrada es uno de ellos. Si el año anterior habían tocado Avalanch, SanTelmo, Tierra Santa o los mismísimos Kreator este 2012 la cosa no ha desmerecido en absoluto. El miércoles día 12 fue Leo Jiménez y Sinestress los que tocaron por la patilla en la carpa municipal y el jueves hacían lo propio Mama Ladilla, Lujuria, Txarrena y Reincidentes en el campo de futbol La Aldehuela. Andrés Horrillo |
Por diversos motivos que no vienen al caso el único grupo que vi entero y atentamente fue el de Lujuria, por eso me centraré en el concierto de los segovianos.Empezaron la fiesta con la declaración de principios que es “Joda a quien joda”, con un público totalmente entregado que cantó prácticamente todo el tema. Julito, El Chepas, Gallardo, Ricardo y Maikel, comandados por Óscar, salieron a darlo todo desde el principio, se dejaron el alma en cada acorde, en cada nota y eso no pasó desapercibido a la concurrencia, que desde el inicio estuvieron en perfecta comunión con la banda.
Acto seguido Óscar dedicó el concierto al recientemente fallecido locutor y productor de discos Mariano García, que todo los sábados, desde su programa Disco Cross, conseguía aglutinar alrededor de una radio a una vasta legión de metaleros, entre los que me incluyo. Cuando Óscar pregunto qué es lo que nos gustaría ser de mayores cientos de gargantas gritaron “Estrella del porno” y como no podía ser de otra forma fue uno de los temas más celebrados. Ese fue el primer single de su disco debut y desde entonces es corte seguro en su repertorio.
Al ser un concierto para todos los públicos era gratificante comprobar que en las primeras filas había familias con sus bisoños vástagos animando el cotarro a golpes de pulmón.Siguieron con “Jeckyll and Mrs. Hyde” de su tercer trabajo y después atacaron con la excelente lección de historia que es “Traidores y criminales”. Como todos sabemos Lujuria son de Segovia y Segovia es Comunera. Ellos portan orgullosos la llama que un día inflamó los pechos de Padilla, Bravo y Maldonado y certifican con su música que la lucha contra el poder establecido no murió en Villalar.
Tras “La favorita del rey” Óscar tuvo la ocurrencia de sacar un tupper de plástico y recordar el incidente acontecido a Esperanza Aguirre unos días antes, cuando una mujer se lo lanzó en protesta por la desfachatez de la comunidad de Madrid de cobrar por el uso del microondas y demás instalaciones, que por otra parte ya hemos pagado sobradamente con nuestros impuestos. La cosa no quedo ahí ya que después de tocar “Dejad que los niños se acerquen a mí” Óscar sacó una carta que había escrito para la Espe en particular y para el gobierno en general. En dicha misiva se hacía repaso del triste presente e incierto futuro que nos aguarda a los españoles, la falta de trabajo, la emigración forzosa de nuestros jóvenes, la desfachatez de los bancos, la monarquía chupoptera y ladrona, la subida indiscriminada del IVA y tasas universitarias y demás ataques lesivos contra nuestro estado de bienestar. Particularmente no me gustan este tipo de proclamas en un concierto de Heavy Metal, creo que la banda debe de salir a tocar y ya está, pero hay que reconocer que decía verdades como puños y además, sin estas peroratas incendiarias contra el gobierno y demás poderes fácticos a la sombra del estado, Óscar no sería el mismo, como decíamos antes lleva sangre comunera y eso se nota.
“Cae la máscara” de su celebrado disco Licantrofília fue la siguiente en sonar. Para mí una de las mejores canciones de Lujuria es “No soy carne de cañón”, tema que tiene el poder de recargarme las pilas en una décima de segundo independientemente de mi estado anímico. Es escuchar las primeras notas y empezar a hervirme la sangre. Es de esos temas que además de cantarlo de pe a pa, lo sientes cercano, te identificas plenamente con él.
Tras el cover “Destrucción” de los míticos argentinos V8 que Lujuria solventan con eficacia y respeto, Óscar saca la bandera del Escuadrón 69 y ataca con su himno más celebrado. Es emocionante ver los saltos, cánticos del respetable y sobre todo el mar de puños y cuernos en alto gritando inmisericorde aquello de “Corazón de Heavy Metal”. Y para finalizar otro himno, posiblemente el más grande que ha dado el heavy español. Nos referimos al tema del desaparecido Pedro Bruque “El heavy no es violencia”, durante el cual Óscar bajó del escenario y fue a cantar con el publico a escasos centímetros de él. Así, con este broche de oro terminaba el concierto. Un buen concierto diría yo.
Texto y Fotos: Andrés Horrillo
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Joda A Quien Joda
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Cae La Mascara
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Destruccion
Corazon De Heavy Metal
El Heavy No Es Violencia
