Un año más en la pequeña y pintoresca localidad de Wieze (Bélgica), se celebró una nueva edición del Metal Female Voices Fest, pasando ya la década, donde los grupos con vocalista femenina son los absolutos protagonistas, con un interesante y prometedor cartel. Estuvimos allí y aquí van nuestras primeras impresiones del festival.
David Aresté

Después de celebrar su décima edición el año pasado, el festival belga consiguió uno de los carteles más impactantes de estos últimos años, por eso volvimos para hacernos eco de tal exclusivo evento. A falta de mamá Simons, las cabezas de cartel fueron de los más consagrado y actual de la escena, como Leaves’ Eyes, Tarja, Lacuna Coil, Revamp; sus escuderas como Stream of Passion, Delain, la aparición de Liv Kristine en solitario, Serenity y luego ya la base más genérica como Imperia, Cadaveria, Chaostar, Asrai, entre muchos otros que formaron los tres días de festival.

A nivel de exclusivas, Leaves’ Eyes nos presentaron 5 temas de su nuevo disco “Symphonies of the Night”, Stream of Passion uno de su próximo lanzamiento, Lacuna Coil interpretó entero su Karmacode, y Sharon den Adel apareció con Delain cantando dos temas… sumado a la guinda del festival como fue Tarja y Floor cantando juntas en el escenario. Una lista de cosas que no se verían ni se verán por España, motivos que confirmaron aún más nuestra visita para traer todo eso a nuestros lectores.

El recinto es el mismo que las ediciones pasadas, el Oktoberhallen, es un polideportivo con un “humo” en el ambiente “de serie” que sumado al de las máquinas del escenario lo acentuaban aún más. Para aquellos que no tenían pase VIP, podían sentarse en muchas de las mesas de madera repletas de flyers de los grupos que tocaban ese día, a su lado estaba el mini espacio para las colas de las firmas de autógrafos. En el fondo de Oktoberhallen, teníamos la zona de merchandising, ropa, vinilos, y merchandising oficial un puesto para los grupos “medianos/pequeños” y otro exclusivamente para los cabezas de cartel; acaba la lista un stand enorme de Napalm Records con discos, vinilos y camisetas de los grupos y de su sello.

La oferta de comida estaba más limitada a 4 puestos, patatas fritas, carnes, pasta y pizzas… todo natural pero casi todo era frito y grasiento. Dentro era casi lo mismo, frankfurts y bocadillos gigantes para justificar su precio abusivo junto a una serie de bebidas alcohólicas, que para los “raros” que no bebemos nada en “horas de servicio”, nos dejaba muy limitado el cómo hidratarnos con un mero refresco o botella de agua.Nuestra salvación estaba en la zona de prensa/vip, con una minúscula barra con refrescos , cervezas y agua que al ser el único en todo el festival tenían la excusa de poner a 2,5 euros un vaso de agua. En esa zona, teníamos más mesas para que la prensa descansara además de la gente que tenía pase vip esperase a que los músicos salieran a charlar un rato con ellos. Eso no se produjo tanto como quiso la gente ya que si cada músico tenía que salir a saludar a toda la gente que había allí no habrían hecho ni festival, ni entrevistas ni fotos, ni nada…

Ese fue la única parte del festival que se ha subido al “tren del dólar” masificando esa zona vip respecto a años anteriores, sin apenas apariciones de los músicos que solo salían escoltados por seguridad del festival hacia las firmas de autógrafos, y que los más arriesgados se atrevían a pedir una foto o una firma que no habían conseguido.

Repasados una vez todos los aspectos del festival, en nada pasaremos a contar cómo fueron parte de esos conciertos de los 3 días del festival, junto a su correspondiente reportaje fotográfico para recrear lo vivido en el Oktoberhallen el pasado mes de Octubre en Wieze.

Texto y Fotos: David Aresté