El día amanecía despejado y con buena temperatura como buen presagio de lo que iba a ser una gran noche de metal. Tras muchas jornadas grises y lluviosas, el ver salir el sol y disfrutar de hasta algo parecido al calor durante buena parte del día invitaba a pensar que sólo podía significar algo bueno de cara al concierto de la tarde/noche. Con esas buenas sensaciones nos dirigimos a la madrileña sala Shoko, la cuál no conocía todavía, y de la que me habían llegado opiniones para todos los gustos. Y hay que decir que la experiencia fue positiva.
Texto: Alberto López
Fotos: Mario López

Espaciosa, bien equipada y con un sonido más que aceptable durante toda la velada. Es de agradecer en los tiempos que corren, ya que casi empezamos a considerar como normal “disfrutar” de conciertos en lo que no dejan de ser garitos con “escenario” y poco más. El cartel invitaba al optimismo. Soilwork y Darkane dejaban lugar a pocas dudas, aunque más de uno albergase todavía alguna, y la incorporación de última hora de Deathsurrection, ocupando el lugar de System Divide en el cartel, nos llenaba de curiosidad.

Pocos minutos después de las 19:00, la hora prevista de apertura de puertas, accedíamos a la sala en la que ya se encontraban un reducido número de espectadores contemplando como Deathsurrection terminaban de probar sonido. Esto fue prácticamente lo único que no me gusto de la noche, y es que creo que ningún grupo, sea de la magnitud que sea, debería probar sonido una vez el público a comenzado a entrar. Ni es positivo para ellos ni para la audiencia. Desconozco la causa, aunque la puedo imaginar, y es algo que debería cuidarse en cualquier evento: las pruebas se terminan con la misma puntualidad que luego se exige para desalojar el lugar, y entonces se abre al público.

No tardaron mucho los madrileños en terminar, desaparecer momentáneamente y volver a salir para ya dar comienzo a su breve, pero intenso, show. Debo decir que poco conocía de ellos y la verdad es que me sorprendieron gratamente. La bandera sureña en uno de los amplificadores y la camiseta de Pantera de uno de sus componentes ya daban pistas de por donde irían los tiros, y si bien practican un Groove Metal claramente influenciado por los tejanos, si que han sabido imprimir su sello a su música sonando agradablemente frescos.

Siendo miércoles, y a una hora temprana, resulta hasta lógico que el comienzo fuese ante poquita gente. Aún así no se dejaron amilanar y atacaron con mucha contundencia el primer corte de la noche: “Erase”. Pese a algún error de ejecución sin mucha importancia, la banda demostró fuerza y ganas, moviendo constantemente la melena y contagiando a las primeras filas, a quienes consiguieron arrancar unas palmas de acompañamiento. La voz de Gabriel “Jester”, mezclando partes más guturales con otras más rasgadas, las guitarras de Diego “Disi” y Adrián Castro perforándonos con sus riffs y la contundencia de la base rítmica, todo ello acompañado de buen sonido, sorprendió a los que no los conocíamos mucho.

Tras arrancar aplausos y también pedirlos para sus compañeros de cartel, así como para In Mute e Illogical, bandas amigas que estaban presentes en la sala, encararon “Awakening”, uno de los temas, que según nos informaron, formará parte de su futuro EP, el cuál entrarán a grabar este mismo mes de marzo. La combinación de voces entre el guitarrista y el cantante, que por momentos dejaron retazos de Death Metal, y por otro lado las leves (más tarde se harían más patentes) influencias de Dimebag Darrell y compañía, nos hicieron vibrar.

Tras una breve pausa afrontaron otro de los cortes que formará el mencionado EP: “Dementia”. Comienzo rítmico y cortado para posteriormente ganar en pesadez. Los armónicos de los riffs inevitablemente nos trajeron, una vez más, a la cabeza al desgraciadamente fallecido guitarrista así como a uno de sus grandes amigos, Zakk Wylde. Salvando las distancias y sin desmerecer a nadie, por supuesto. Un tema con una segunda parte de complicados ritmos que nos demostró que es un grupo que puede dar mucho de sí.

Las influencias anteriormente comentadas se hacen más patentes en “Fuck The Innocent”, el siguiente tema en caer y que pertenece a una etapa anterior del grupo, en la que ni el cantante ni otro de los miembros del grupo se encontraban en este. Muy buen tema y muy bien ejecutado. A estas alturas el grupo parecía haberse quitado todos los nervios de encima y encontrarse totalmente a gusto encima del escenario. Muy aplaudido por una cantidad de público que empezaba a ser mayor en número y menor en frialdad.

El single, del que se puede disfrutar ya en YouTube y demás canales habituales, fue el siguiente en caer. “Embrace Your Fate” contaría, además, con la colaboración de Javi “Topo”, vocalista de Illogical, quién subió al escenario desde las primeras filas, dónde se encontraba disfrutando del concierto. La banda estaba entregada, saltando y moviendose por todo el escenario, y con el rápido comienzo se desataron los primeros conatos de pogo de la noche.

Fue una lástima que cuando mejor se encontraban, y mejor lo estaban haciendo, llegase la hora de terminar. No sin antes ofrecernos una despedida de altura con una versión de muchos kilates del “Pathetic” de Lamb Of God. Durante el final del tema presentaron a todos los integrantes del grupo y terminaron su concierto con el publicó jaleándoles y ellos haciéndose una foto grupal sobre el escenario.

Definitivamente fue un muy buen concierto, con sus fallos, algo lógico teniendo en cuenta que se trataba de únicamente su tercer concierto. Algo que también debería ser tenido en cuenta para dilucidar que aquí hay una banda que si sigue haciendo bien las cosas, y la suerte acompaña, puede tener mucho futuro.

El tiempo justo que tardamos en salir a fumar, una visita al servicio y un acercamiento a la barra fue el que tardó el escenario en quedar listo para el siguiente plato de la noche: los suecos Darkane, quienes venían con su reciente “The Sinister Supremacy” bajo el brazo.

Las luces desaparecieron dejando paso al humo y a una intro sinfónica, como si de una banda sonora se tratase, indicándonos que aquello daba comienzo. ¡Y qué comienzo!. Salieron a no hacer prisioneros, totalmente a capón y sin concesiones atacaron con el tema que da título a su último retoño. Salvo un acople molesto al comienzo, el resto fue de una ejecución impecable. La veloz estrofa y la melodía del estribillo dejaron a las claras que su Death Metal Melódico con toques de Thrash Metal harían las delicias a la espera del premio gordo de la noche. Buen punteo doblado, recurso que utilizan bastante, y que arrancó los aplausos del respetable.

“Innocence Gone”, tema del ya lejano “Expanding Sense” de 2002 fue el siguiente en caer. De corte más melódico, y con un trabajo excelente por parte de Lawrence Mackrory a las voces, no dieron tregua alguna. Se les veía totalmente entregados y deleitaron con los buenos solos que posee este corte y con su cadencia final, dejando caer el tempo en una sucesión complicada hasta que la canción se agotó por si misma.

Inmediatamente dieron comienzo a unos compases de guitarra muy clásicos mientras el bueno de Lawrence se dirigía a la sala por primera vez en la noche. Acto seguido un riff pesado y doblado, que daba paso a una velocidad endiablada, nos informaba de que estábamos antes “Insurrection In Inminent”. Durante el solo se echó en falta más apoyo de la segunda guitarra, que se quedó un poco baja, pero lo solucionaron con un gran final, con todos, público y banda, cabeceando al unísono.

En este punto del concierto ya nos había quedado claro que los de Helsinborg venían a por todas y no se conformaban con ser meros comparsas. Ya había entrado más gente y la sala empezaba a coger una temperatura más agradable y apropiada para una concierto de estas características. Además el sonido acompañaba, como hizo durante toda la noche.

Era la hora de afrontar el que ha sido single de su último lanzamiento: “Mechanically Divine”. Un tema que en estudio no terminaba de convencerme del todo pero que en directo, sintiendo toda su velocidad, sus guitarras dobladas y su contundencia, consiguió llegarme mucho más a pesar de que la voz de Lawrence sufriese en ciertas subidas a los tonos más agudos que acometería.

Momento para la pausa, para cambiar de afinación y recolocar la batería, que tras las acometidas de Peter Wildoer se había desplazado ligeramente, mientras Lawrence animaba al público e interactuaba con las primeras filas. El comienzo contundente y pesado de “Chaos Vs. Order” fue muy bien recibido por una audiencia que, brazos en alto, jaleaba con los típicos “Eh!, Eh!”. Las melodías de la guitarra de Christofer Malmström quedaron absolutamente geniales, sacándole a su Ibanez todo el partido posible. En los instante finales, con toda la banda dejándose el cuello en un headbanging incesante, se pudo apreciar que a Lawrence le falta coger algo de forma, ya que estaba rojo como un tomate, a causa del calor de los focos y el esfuerzo, y miraba hacia arriba en un esfuerzo ímprobo por obtener algo de aire fresco.

Tocaba volver la vista atrás y rescatar el corte que dio nombre a su cuarto disco: “Layers Of Lies”. Presentaron el tema sobre una intro grabada mientras la sala respondía al gesto de Christofer y alzaba los cuernos en alto dejando una bonita estampa. De corte más heavy, este “Layer Of Lies” fue recibido con gran entusiasmo. Por momentos me pareció escuchar, al igual que me ocurre cuando la disfruto en casa, riffs muy cercanos a los primeros Helloween. Solo por momentos muy breves, pero tienen ese toque, esa influencia casi inconsciente que es la que, sin acercarse en absoluto al Heavy Metal más clásico, si que le da ese regusto.

Por tiempo y cantidad de temas la audiencia era consciente de que habíamos superado el ecuador de la actuación y que cada vez iba quedando menos, y tras volver a dirigirse a la gente, atacaron sin piedad con otro de los mejores cortes de su reciente álbum. “Ostratized” fue el ejemplo perfecto de como bordear Thrash y Death sin caer en ninguno de los dos estilos. Los guitarristas se lucieron, cambiando sus posiciones constantemente, e hicieron disfrutar de lo lindo a los presentes.

Se acercaba el final y con ello decidieron hacer una regresión hasta su primer disco, que data de 1999, y deleitarnos con “Convicted”. Fue lo mejor de su concierto, mezclando partes mas Heavys con otras totalmente arrasadoras, sonando como una veloz apisonadora y, Critstopher, una vez más, regalándonos un solo genial. La sala puños en alto celebraba esta gran ejecución. Y para cerrar volvieron a la más rabiosa actualidad para descargar “Existence Is Just A State Of Mind”. La banda se fue muy aplaudida y dejando un gran sabor de boca entre los presentes.

Tiempo para refrescarnos, airearnos, compartir impresiones y dejar que el cambio de escenario, que se presuponía algo más largo que el anterior, siguiese su curso a la espera de la atracción principal del cartel.

Había ganas de Soilwork, quienes llevaban ya unos cuantos años sin visitarnos. Había ganas de ver en directo a una banda que heredó el termino de “sonido Gotemburgo” de sus compatriotas At The Gates o In Flames y que lo llevó a otros términos, acercándose con elementos más novedosos a otros estilos y enriqueciendo, o corrompiendo según quien lo mire, su música.

Pasaban ya las 21:30 de la noche y la sala tenía otro aspecto. Durante Darkane había ido entrando gente, y durante la pausa siguieron accediendo hasta que se obtuvo una entrada más que aceptable, sin llegar a estar lleno, permitiéndonos espacio para la comodidad, pero dando buena imagen y ambiente. Para ser un miércoles no estaba nada mal.

Las luces cayeron y comenzó a sonar una breve intro mientras los suecos, encabezados por Dirk Verbeuren, quien se colocó inmediatamente tras los timbales, salían a escena. La respuesta no se hizo esperar y la gente gritaba y jaleaba la salida del grupo. Una vez todos en el escenario no se andaron por las ramas y comenzaron sin más dilación con “This Momentary Bliss”, el que fuera single de adelanto de “The Living Infinite”, el cual venían presentando en esta segunda parte de su gira, que ya les había llevado meses atrás por buena parte de Europa y Estados Unidos. Fue un comienzo perfecto. Buen sonido y una gran ejecución, en comunión con un publico deseoso de corear sus temas y que así hizo con el magnífico estribillo. Había quien acudía con alguna duda acerca de las capacidades vocales, en directo, de Bjorn “Speed” Strid. Bien, quedaron totalmente despejadas al instante por una interpretación espectacular, y que encima continuaría al mismo nivel durante toda la noche. Sylvain Coudret y David Andersson acudían al centro del escenario cuando les tocaba solear, con una gran complicidad siempre, y Ola Flink no paraba de gesticular y alzar su bajo, totalmente a su rollo.

Enseguida echaron la vista atrás, muy atrás, para ofrecernos “Like The Average Stalker”. Bjorn pedía al público que comenzaran un circle pit y no parecieron entenderle, ya que siguieron cabeceando sin cesar. A pesar de que a nivel vocal estaba inconmensurable no se le veía cómodo al voluminoso cantante. No paraba de tocarse el pinganillo y hacia gestos hacia la mesa de monitores, ya que seguramente no se oyese bien. Los problemas para el no se solucionaron en todo el concierto, con lo que estuvo quitándose y poniéndose el mencionado pinganillo constantemente. Lejos de suponer un problema pareció crecerse y encontrar el punto, sacándoselo cuando venían las partes de voces limpias y melódicas y volviéndoselo a poner durante el resto. El único problema de sonido en toda la noche vino precisamente propiciado por este hecho, y es que, en lo que seguramente fue un error del técnico al intentar subsanar los problemas de Bjorn, la voz se fue al comienzo del estribillo, siendo sustituida por un público que se dejaba la garganta en las partes más melódicas.

“Madrid!!” Exhortaba Bjorn, para acto seguido preguntarnos si nos encontrábamos bien y si estábamos preparados. La audiencia respondió con una sonora afirmación y dio comienzo “Overload”. Es curioso que el “Figure Number Five” fuese tan criticado en su día y que ahora se celebren tanto los temas de este álbum, con la sala como loca y botando sin parar, coreando un estribillo muy melódico. Recordemos que fue ésta, y no otra, la principal razón de las criticas de antaño, el haberse suavizado y el haber introducido elementos más melódicos en su música. Bien es cierto que fue más celebrado por la gente más joven, demostrando quizá que las nuevas generaciones han acogido igual de bien las distintas épocas del grupo, mientras que los seguidores más antiguos de la banda son más reacios a aceptar según que cosas.

Bjorn seguía muy comunicativo, diciéndonos que le encantaba España, y que siendo miércoles ahí estábamos, que le encantaba que tuviésemos fiesta toda la semana. Un cliché más o menos cierto que hizo gracia al respetable. Tras la breve charla atacaron sin concesiones con “Weapon Of Vanity” que sonó absolutamente tremenda. Desde el escenario se volvía a pedir un circle pit y esta vez si se les hizo caso, formándose en la parte central y delantera de la sala. El estribillo fue otra vez coreadísimo y la audiencia estaba entregada al gran frontman, quien los tenía comiendo de la mano.

Algo que no me gustó, y que por fortuna solo se produjo en ocasiones muy contadas, es que algunos coros se doblaban digitalmente. Es un recurso más, pero yo sigo prefiriendo todo lo más natural posible. “Spectrum Of Eternity”, que abre su más reciente lanzamiento, fue la siguiente. Con un comienzo veloz y brutal, fue también muy celebrada. Más de uno se dejó las cervicales para el arrastre.

Breve pausa para respirar y vuelta al pasado con “Follow The Hollow”, donde la gente no paró quieta ni un instante. En este tema me di cuenta, fui consciente en toda su totalidad, de lo grandes profesionales que son. No parecían estar oyéndose bien dentro del escenario ya que, si uno se fijaba con atención, captaba fugaces miradas y gestos que así lo indicaban. Y aún así estaban ofreciendo un show prácticamente perfecto y de cara a la sala era todo buena actitud, energía y grandes ejecuciones. Como debe ser.

Dejaron un armónico de guitarra colgando para enlazar con “Parasite Blues”, combinando así temas novedosos con otros no tanto y confeccionando un set list muy del gusto de todos. Es de sus temas más extensos y en la parte intermedia, donde bajan el ritmo y la intensidad para volverse más íntimos, la gente dejó de botar para prestar más atención. Bjorn seguía demostrando que está en un estado de forma, vocalmente hablando, impecable, ya que este seguramente se uno de sus cortes que más pronunciados tiene los cambios entre los diferentes registros y lo hizo sin dificultad aparente y con una fidelidad al disco digna de mención.

En seguida enlazaron con lo que anunciaban que sería una rápida. Efectivamente, “Bastard Chain” puso la sala patas arriba y casi se agradecieron los instantes de respiro posteriores, con las guitarras acústicas que anunciaban “Let This River Flow” mientras la sala acompañaba con palmas. Un corte más intenso y menos veloz, con la parte más pausada que les quedó increíblemente bien. Se les veía acalorados, pero con esa cara de felicidad y esa energía que te da el saber que estás dando un gran concierto y que a la gente le está gustando.

“Long Live The Misanthrope” nos dejó una de las estampas de la noche: Sylvain y David soleando en frente del escenario mientras Bjorn, detrás, bromeaba con ellos. La imagen de los dos guitarristas apoyados en el pecho del cantante mientras éste levantaba los brazos y miraba al cielo fue increíble. Una lástima que únicamente se permitiese hacer fotos en los primeros tres temas. Una norma, por otra parte, que no termino de entender.

Y llegó, junto con los bises, que ya relataremos más adelante, el momento de la noche. Nos preguntaban si estábamos cansados y si queríamos irnos a casa para acto seguido enlazar “Tongue”, una de las mejores del nuevo disco y de la noche (que grandes contratiempos posee ese pedazo de estribillo), con uno de los temas más celebrados de toda su carrera, y ya es decir. “Nerve” sonó increíble y nos puso los pelos de punta. Coreadísimos ambos temas por una sala completamente entregada y que estaba disfrutando de lo lindo.

Pero por si no habíamos tenido suficiente, la brutal electrónica que sonó a continuación nos dejó claro lo que se avecinaba. Si, “The Chainheart Machine”. Poco hay que decir ante este tema, el cuál lanzaba su carrera hasta un estrellato del que todavía no han bajado. Los más viejos del lugar se quejaron de que habían cambiado ritmos de batería y solos. Bueno, tanto batería como guitarristas han cambiado desde entonces y me parece lógico que le den su toque personal, que por otra parte fue impecable. A veces no nos gusta que nos toquen en absoluto lo que conocemos, pero no hay que ser tan fundamentalista. Un servidor, que se declara ferviente seguidor de “The Chainheart Machine” disfrutó igualmente de ella, y estoy seguro que el 95% de la sala no apreció, o no le importó, lo comentado. Estaban extasiados.

Nos anunciaban que iba quedando poco y la verdad, no queríamos creerlo. Habían pasado trece temas prácticamente en un instante y ahora le tocaba el turno a “Rise Above The Sentiment” en la que, por si no nos había quedado claro, Ola Flink nos volvió a demostrar que es un auténtico espectáculo, sin para de moverse y gesticular en ningún momento.Las promesas se hicieron realidad y tras una breve despedida, conscientes todos de que tenían que volver, se retiraron del escenario. El público enseguida se puso a pedir otra con insistencia y hay que decir que la banda se hizo de rogar hasta que volvieron a salir, seguramente disfrutando de la reacción de la audiencia desde la comodidad del camerino.

Bjorn salió con un globo en forma de corazón, que minutos antes volaba por la sala, vaya usted a saber por qué, atado a la espalda. Las risas de sus compañeros daban fe del buen ambiente reinante entre ellos. El globo duró poco y antes de encarar los bises, Bjorn se colgó la dichosa banderita al cuello. Si, si, la de España digo. Una catetada a la que por desgracia ya nos hemos acostumbrado cuando vienen grupos extranjeros. Alguien, algún día, debería informarles que aquí, en ciertos ambientes, por lo general tampoco es que sea un símbolo que se reciba con algarabía, incluso al contrario. Pero bueno, Bjorn estaba feliz, bebiendo de su botellín y comentando que se veía bien con su nuevo aspecto.

Nos esperaba un final de auténtico infarto. Ya nos lo dijeron, “dos más y punto”. No dejaron lugar a las dudas en ese aspecto, iban a ser dos más y solo dos más. ¡Pero que dos!. Las esperadísima “Rejection Role” fue coreada y celebrada hasta la saciedad, el público estaba absolutamente entregado y el grupo lo estaba dando todo. Por cierto, este es otro de los temas del “Figure Number Five”, por si lo habíais olvidado. La tocaron a bastante más velocidad que la original, lo que le dio un toque aún mejor. Alucinante.

Sabíamos que quedaba sólo una más. Parecía que el grupo tampoco tenía ganas de abandonar el escenario. O eso o querían hacernos de rabiar, quizá las dos cosas, ya que antes de afrontar el último tema de la noche David y Sylvain se enzarzaron en una serie de vaciles de corte bluesero que desataron las risas por toda la sala.

Como no podía ser de otra manera “Stabbing The Drama” puso el punto y final de una manera brillante. El grupo y la audiencia eran una sola voz, coreando ese estribillo que se mete en tu cabeza, y no sale (I’m waiting for something to show, I might as well…), hasta la saciedad. Y casi sin darnos cuenta se acabó un concierto impresionante por parte de Soilwork, dejándonos con ganas de más, ya que, siendo justos, el set-list, de haber estado compuesto de tres o cuatro temas más tampoco habría pasado nada. De hecho, en la mayor parte de su gira han estado tocando 18 canciones, pero supongo que las limitaciones horarias en este asco de país jugarían en su contra. Sea como fuere, dieron un concierto soberbio y siempre es preferible dejar con ganas de más que aburrir. Aunque sospecho que nadie se habría aburrido por un poquito más de Soilwork esa noche.

Definitivamente fue una gran noche de metal, donde la grata sorpresa de Deathsurrection, el buen hacer de Darkane y la maestría de Soilwork nos hicieron disfrutan de lo lindo.

Texto: Alberto López
Fotos: Mario López

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Setlist de Soilwork – 5 deMarzo’14 -Sala Shoko @Mad

1 – This Momentary Bliss
2 – Like The Average Stalker
3 – Overload
4 – Weapon Of Vanity
5 – Spectrum Of Eternity
6 – Follow The Hollow
7 – Parasite Blues
8 – Bastard Chain
9 – Let This River Flow
10 – Long Live The Misantrophe
11 – Tongue
12 – Nerve
13 – The Chainheart Machine
14 – Rise Above The Sentiment
15 – Rejection Role
16 – Stabbing The Drama