Una grata noticia surgió el año pasado, cuando felizmente Andy Latimer nos anunció que se sentía recuperado de la enfermedad que le había tenido apartado del trabajo durante unos años. Policitemia vera era la terrible causa, una enfermedad sanguínea que derivó en una mielofibrosis que afectó a su médula ósea y que parecía haber puesto fin a una de las bandas más grandes que dio el rock sinfónico de los setenta.
Texto y Fotos: Toni Marchante

Ya fue un golpe duro de por sí, la muerte en 2002 de Peter Bardens (teclista y miembro original de Camel que abandono el grupo en 1978). “A nod and a wink” , el último álbum de estudio de Camel lanzado al mercado en julio de 2002 fue de hecho, un disco dedicado a Bardens. La enfermedad de Andy Latimer pareció ser la desgraciada herida de muerte del grupo ya que Camel sin Latimer no podría existir.

Pero como dije al principio, Andy Latimer nos anuncia el año pasado que retoma la batuta de Camel con una gira de conmemoración 40 Aniversario del emblemático “The Snow Goose” que además regraban en una versión más actualizada en mi opinión digna, pero lejos de la majestuosidad y el encanto de su obra original. Podrían haber celebrado esta onomástica de forma más ambiciosa, al estilo de como lo hicieron en su “A live Record” del 78, apoyándose en una orquesta para interpretar esta joya. Pero imagino que eso suponía un gran esfuerzo tanto físico como económico, por lo que han apostado por ofrecernos este espectáculo que sin duda llega al corazón de todos los que amamos a esta banda, porque celebra la vida de Latimer, la vida de Camel y recupera miles de pasajes y melodías que ya pensábamos, no íbamos a poder disfrutar en directo.

Y en esa gira mire usted por donde, se incluyó España. Y es por ello, por lo que en primera instancia agradezco en nombre de los amantes del rock progresivo a los promotores por este gran acierto, que como se pudo ver, colgó el cartel de sold out, con un lleno a reventar y no es que fueran baratas las entradas ni mucho menos.

Se iban acercando las ocho y media de la tarde en los concurridos aledaños del Teatro Nuevo Apolo en la céntrica Plaza de Tirso de Molina. La gente iba entrando y acomodándose, un público más bien maduro, con gentes venidas de toda la geografía española que no querían perderse posiblemente la última oportunidad de ver a los británicos en vivo. Y no solo eso, si no con la oportunidad de verlos en un teatro de buena acústica y sentados en un cómodo sillón. Todo parecía predestinado para una noche mágica.

Y así fue. El concierto fue de los de no olvidar y recordar para toda la vida, la experiencia fue como la de volver a ver a un ser muy amado que no veías desde hace nueve años y no esperabas volver a ver, disfrutar de su compañía durante dos horas sabiendo que posiblemente lo más seguro es que no vuelvas a verlo más.

El escenario se oscurece y entre aplausos los músicos ocupa su lugar. Con dos sets de teclados en cada extremo del escenario, a la izquierda Jason Hart que además estuvo apoyando en otros instrumentos, Ton Scherpenzeel (teclista de Kayak) a la izquierda, sustituto de urgencia de Guy LeBlanc, quien ha tenido que abandonar la gira por problemas de salud (otra vez el maldito cáncer) al que deseamos se recupere lo antes posible. Al fondo Denis Clement con su kit de batería y ocupando el protagonismo del escenario Colin Bass a la izquierda y Andrew Latimer a la derecha.

Con esa disposición permanente comienzó la interpretación de “The Snow Goose” un tesoro sacado del arcón de las riquezas progresivas. La interpretación se ajustó claro está, a la regrabación nueva, que en directo presenta mejor cara aún. Tras la introductora “The Great Marsh”, Andy empuña su flauta travesera para emocionarnos con “Rayader” y transportarnos al lado más rockero de la mano de “Rhayader Goes to town”, interpretado increíblemente bien y con una soltura que nos mostraba al Gran Latimer, sin ningún síntoma de debilidad, dándolo todo, con su cara llena de arrugas, pero como si por él no hubiera pasado el tiempo. ”Sanctuary” fue deliciosa y “Fritha” nos ofreció una cara distinta, con sonidos más actuales. La elegancia vino de la mano del tema homónimo al disco para seguir con “Friendship” un tema concebido para una orquesta que se reprodujo casi al mismo nivel.

El concierto continuaba y el ambiente era impresionante, bajo un silencio absoluto y un sonido impecable mirabas las caras de los ocupantes de las butacas del teatro y todas ellas irradiaban felicidad absoluta.”Migration” elevó el ritmo músical con esos compases en los que Camel tontea con el jazz, para desembocar en el pausado “Rhayader alone”. “Fligh of the Snow Goose” vuelve a despertarnos y los arpegios de “Preparation” invadieron la sala con efectos de tormenta de fondo que terminaron para dar entrada a “Dunkirk” preciosa en todo su desarrollo, aunque echando de menos los vientos que fueron interpretados en el teclado y con una espectacular y rockera parte final donde Latimer se soltó la melena y se fue a disfrutarlo al borde del escenario, cerca del público.

“Epitaph” nos sumergió en un mundo de sonidos new age que dio paso a un momento de esos que se me quedó gravado en la mente, de esos que te ponen los bellos de punta. La interpretación de “Fritha Alone”, esa fantástica melodía de piano solista tocada en medio de un silencio sepulcral en una sala abarrotada…fue auténticamente impresionante.Para acometer el final “La princese perdue” maravillosa y jovial, el resumen perfecto que nos llevó al cierre del epílogo de tan magna obra titulado igual que la apertura.

El público casi no dejó terminar, el teatro ovacionaba de pie rompiéndose las manos en el aplauso que duró bastantes minutos, mientras los cinco magníficos músicos saludaban desde el escenario. Tras abandonar el escenario, se tomaron un merecido descanso de media hora donde la gente no dejaba de comentar lo grande que había sido lo que habían visto.

Tras el largo descanso, iniciaron la segunda parte del concierto donde dieron un repaso a varios temas de su carrera. Podríamos a entrar a discutir sobre si los temas elegidos para esta parte fueron los adecuado y todos seguramente habríamos cambiado muchos de ellos, pero en una discografía tan extraordinaria es muy complicado seleccionar 8 ó 9 canciones, por lo que entiendo que nadie estuvo satisfecho con el set list de esta parte del concierto, pero ¿sabéis que os digo? que dio igual, los temas que tocaron los ejecutaron de maravilla, la vitalidad y el compromiso de los músicos fue total, se veía la necesidad de reparar tantos años sin estar cerca de la gente, tantos años sin recibir el cariño de los fans, la necesidad de percibir las emociones que se sienten al verte encima de las tablas triunfando y convenciendo y eso es lo que transmitió Andy Latimer al que pudimos ver visiblemente emocionado en varios momentos del concierto.

Comenzaron con una versión acústica de “Never let go” con Andy . Collins y Jason empuñando una guitarra acústica y Denis cambiando el bajo por la batería, mientras Tod adornaba con los teclados. Una novedad inédita que a mí personalmente no me convenció, posiblemente debido al aprecio que le tengo al tema original (o a la versión en directo del “ A live record”) ; pero no dejó de ser una visión distinta y desde otra perspectiva . Al terminar, alguien del público insistentemente gritaba a Andy “I love you” a lo que contestó “I love you too” para frenar la pasión de su fan. Nos anunció el siguiente tema “Song Within a song” del Moonmadness un tema más de ese grandioso disco, donde Andy volvió a empuñar su flauta y donde las voces de Colin y Andy compartieron el protagonismo. En lo instrumental todos estuvieron auténticamente espectaculares.

La siguiente en sonar sin presentación previa fue “Echoes” de su grandísimo Breathless, desde la primera nota el público alucinó y es que el sonido en la sala era sobresaliente y la interpretación magnífica, con un público totalmente entregado que no dudó en acompañar con las palmas en varios momentos de la canción. La parte vocal corrió a cargo de Colin Bass. Como continuación, giro radical a su álbum Harbour Tears, del que interpretaron “The Hour Candle (A Song for My Father)” en una versión mucho más recortada de un tema donde la guitarra reina sobre todas las cosas. “Tell me” del Rain Dances fue un breve y delicado respiro que contó de nuevo con Denis al bajo mientras que Colin se ocupaba de la voz y Andy de su inseparable flauta. Después vino “Watching the Bobbins” también del Harbour Tears” que sonó increíble con sus encantadores toques de bajo y los increíbles solos de Latimer.

Los dos temas que concluyeron el concierto antes del bis fueron de su último álbum “A nod and a wink”. El primero presentado y cantado por Collin “Fox Hill”, un tema divertido de esos que tan bien saben hacer. El segundo fue “For Today”, tema dedicado al 11M de gran carga emocional sobre todo en su parte final.

Tras saludar a los asistentes y volver al escenario anunció Latimer su último tema de la noche “Lady Fantasy “ del Mirage. Collin y Latimer se encararon con la batería de Denis para ejecutar las primeras notas y en el momento de comenzar Andy la melodía con su guitarra, de nuevo se fue a ejecutarla al borde del escenario, mientras todo el teatro coreaba al unísono. Difícil describir lo que allí estaba ocurriendo, había que vivirlo, la gente completamente de pie viviendo cada nota, inconmensurable.

Noche memorable, superando con creces su último concierto en Madrid, en el año 2003 en la gira del “Nod and a wink”, en el que estuvieron muy bien, si bien no tengo un grato recuerdo de Ton Scherpenzeel de aquella noche, pues no me gustó mucho a los teclados , pero esta noche sí estuvo a la altura.

Camel cuenta con una banda de gran nivel. Dani Clement estuvo colosal, vimos sus prestaciones en muchos momentos, como en Echoes. Colin Bass en su gran línea habitual, Jason estuvo a todas apoyando certeramente en todo momento.

El alma de Camel (Latimer) está más viva que nunca; me gustaría pensar y soñar con que todo esto tenga continuidad, soñar con un nuevo álbum, soñar con una nueva gira que después de lo visto esa noche seguro se repetiría. Vi a Andy Latimer totalmente recuperado, con sus casi 65 años, pero en plena forma, como si nada hubiese pasado. Ojalá mis sueños se hagan realidad.

Texto y Fotos: Toni Marchante
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Setlist:

Acto Primero:” The Snow goose”

1. The Great Marsh
2. Rhayader

3. Rhayader Goes to Town
4. Sanctuary
5. Fritha
6. The Snow Goose
7. Friendship
8. Migration
9. Rhayader Alone
10. Flight of the Snow Goose
11. Preparation
12. Dunkirk
13. Epitaph
14. Fritha Alone
15. La Princesse Perdue
16. The Great Marsh (reprise)

Acto Segundo:

17. Never Let Go
18. Song Within a Song
19. Echoes
20. The Hour Candle (A Song for My Father)
21. Tell Me
22. Watching the Bobbins
23. Fox Hill
24. For Today

Encore:

25. Lady Fantasy