Han corrido ríos de tinta sobre la vida y milagros del gran Freddie Mercury, pero probablemente pocos contados por él mismo… De la mano de Greg Brooks y Simon Lupton, este libro pone al descubierto una serie de interesantes testimonios que el propio artista fue revelando a lo largo de su carrera…

Susana Manzanares

A veces me despierto y pienso: ¡Dios mío! Ojalá hoy no fuera Freddie Mercury’…

Ante una frase así, uno se pregunta qué esconden estas páginas, qué nos vamos a encontrar a medida que vamos hojeando… Si no la tenías ya, la curiosidad aumenta considerablemente. Lo que no nos vamos a encontrar es una autobiografía, ni un relato de su vida hilado cronológicamente ni con coherencia literaria.

Este libro refleja de una serie de testimonios del artista, en su mayoría declaraciones en entrevistas que quizá puedan resultar repetitivas en algunos pasajes, pero es que es algo obvio que el propio Freddie declararía las mismas cosas en diferentes momentos de su vida.

Uno por inercia y por ser quien es, ya se imagina que la vida de Farrokh Bulsara, o lo que es lo mismo, Freddie Mercury, es un cúmulo de experiencias apasionantes, de vivir deprisa e intensamente y terminar sus días igual de rápido a una edad ilógica por naturaleza… Todo eso aparece en el libro, pero antes que nada vaya por delante y primero de todo en forma de prefacio, lo que es la persona en las propias y emotivas palabras que su madre, Jer Bulsara, le dedica a su hijo a título póstumo.

Nos habla de sus orígenes, de sus primeros conciertos, de cómo desde el principio la banda apuntaba un objetivo ambicioso, querían ser los mejores, los más regios, majestuosos… de ahí que no hubiera un nombre que les encajara mejor que QUEEN… Alcanzar el éxito y la gloria estaba cantado, cuando se juntan cuatro personas con las características como las de los miembros de la banda, el triunfo está asegurado. Los inicios, la trayectoria y breve biografía de todos los componentes queda reflejada en una pequeña parte del libro, pero en quien verdaderamente se centra es en la vida del protagonista.

Freddie, provocador, escandaloso, amanerado y teatral, jugaba con la ambigüedad pero tras ello se escondía también un lado tierno. Un Freddie enamoradizo y romántico empedernido se hallaba bajo esa coraza de macho sobre el escenario.

Siempre a caballo entre el caos y la genialidad a la hora de componer -pues tan pronto se tiraba semanas sin escribir una letra, como se levantaba en mitad de la noche a tocar el piano- queda bien de manifiesto que era un adicto, un amante de su trabajo, trabajo al que dedicó gran parte, por no decir toda, de su vida, corta por desgracia…

Su relación profesional con los medios, con otros músicos, con sus amigos y su vida personal y sexual, multitud de detalles, momentos y experiencias quedan reflejadas en el libro y estas páginas retratan un personaje que resulta tan apasionante sobre el escenario como fuera de él…

Una lectura bien recomendable, para los fans del artista y de la banda y para los que no lo son también, por qué no?…

Susana Manzanares