La música clásica del thrash metal llegaba a Barcelona de la mano de los veteranos OVERKILL, o lo que es lo mismo, uno de los padres indiscutibles de tan prolífico género que vio nacer el heavy metal en las costas americanas (sin desmerecer el esfuerzo que hicieron los europeos por esas mismas fechas, véase Destruction, Sodom, Kreator o Tankard claro). En cualquier caso, si bien es cierto es que la cuna del thrash se le atribuye a METALLICA, MEGADETH, SLAYER y ANTHRAX, conocidos como “The Big Four”, no menos cierto es que estuvieron muy bien arropados por otras bandas un tanto más secundarias (pero no por ello menos buenas) como puedan ser TESTAMENT, HEATHEN, ANNIHILATOR o los propios OVERKILL (por poner algunos).
Texto: Marcel·lí Dreamevil
Fotos: Vicente Ramírez

Todas las bandas mencionadas debutaron hace 30 años (palmo más palmo menos) y todos ellos no solamente siguen activos sino que nunca han dejado de estarlo. Concretamente, y volviendo a OVERKILL, ya son 17 los discos que acumulan en su dilatada carrera y en esta ocasión nos han venido a presentar su flamante “White Devil Armory” que, dicen algunos, podría cerrar la trilogía discográfica que iniciaron con IRONBOUND (2010) seguido de THE ELECTRIC AGE (2012).

Bajo el apelativo “KILL FEST TOUR 2014”, Bobby Blitz, D.D.Verni, Dave Linsk, Derek Tailer y Ron Lipnicki venian acompañados para la ocasión de los también veteranos PRONG junto a las dos jóvenes bandas ENFORCER y DARKOLOGY. Evidentemente, con una apertura de puertas a las 18:00h es imposible que los que vengan de fuera de la capital tengan ocasión de verles y, por tanto, nada podemos comentar de ellos. Las programaciones que obligan que a las 23:00h todo el mundo esté fuera de la sala es lo que tiene.

Entrando ya en materia acerca de la descarga de OVERKILL en esta ocasión me centraré en los aciertos que observé.

El primer acierto de la banda fue la elección de la sala. Nada de pretensiones, al contrario, conocedores de la dimensión de sus fans, se ubicaron en la Razzmatazz 2, con una capacidad para 800-1000 personas, garantizando así una buena asistencia y que la sala se viera sobradamente llena. Que uno entre en la sala y vea que está llena siempre ayuda a aumentar el entusiasmo de los presentes. Afortunadamente, lejos quedan aquellos tiempos en los que unos pocos puñados de fans seguíamos a Overkill en la minúscula Sala Garage o Mephisto.

El segundo acierto de la banda es no aburrir al público con incansables visitas, cosa que habitualmente provoca que los fans acaben pasando de ir a los shows. En mi caso la última vez que les pude ver en la capital condal fue hace 4 años con aquel exitoso Kill Fest 2010 presentando aquel renacimiento de la banda que supuso IRONBOUND (de ahí lo que comentaba al principio de la trilogía que inició el referido álbum, en cuando al nuevo sonido de la banda). En esta ocasión todavía había más público incluidas nuevas generaciones de fans que todavía no han tenido tiempo de desgastar sus relucientes y recién estrenadas chupas llenas de parches de bandas que ya tocaban cuando ellos ni habían nacido.

El tercer acierto fue su set-list, atronador, demoledor, sin dejar un solo hueco para el descanso y, lo más importante, no solamente bien elegido sino que notablemente distinto a sus anteriores giras. Para hacernos una idea, hace cuatro años tocaron, como en esta ocasión, un total de 16 temas de los cuales, cuatro años más tarde, solamente han repetido siete, incluídos los inevitables “Overkill”, “Rotten to the core”, “Hello from the gutter”, “Elimination” y “Fuck You”. Los otros dos son, precisamente, extraídos de aquel IRONBOUND, a saber, “Bring me the night” e “Iron Bound”, demostrando así que estos temas más nuevos ya han quedado como nuevos clásicos de la banda. Nos quedan otros 8 temas (dejando de lado el solo de guitarra de Dave), tres de ellos de su nuevo disco y que fueron “Armorist”, “Pig” y “Bitter Pill” y los cinco restantes sabiamente elegidos fueron “Wrecking Crew”, “Black Daze”, “End of the line”, “Long time dyin’” y “Under One”. Es un placer tener la garantía de poder ir a dos conciertos seguidos de OVERKILL y saber que van a ser claramente distintos.

En cuanto a la distribución de discos es cierto que puede llamar un poco la atención que solamente dediquen tres temas de su set list a su nuevo disco pero el que conoce un poco a la banda sabe sobradamente que el concepto de los conciertos de Overkill es el de transmitir la máxima energía posible y si cargas demasiado un set list con material de tu último disco suele costar bastante levantar un concierto. En mi opinión, una pizca de buen material nuevo entremezclado con un buen guiso de clásicos de todas sus épocas es lo que le da potencia a sus directos. Aparte, creo que, teniendo en cuenta que llevan celebrando sus 30 años de carrera, creo que es un honor poder ver en directo temas de su primer LD “Feel the fire” (1985), del segundo “Taking Over” (1987), de su tercer “Under the influence” (1988) y del cuarto “The years of decay” (1989) y aún más satisfacción supone comprobar cómo el público corresponde con ensusiasmo a la agresividad que solamente Bobby sabe imprimir a esas composiciones.

Pero aparte de esos discos clásicos que caben en su set-list, también es un alegrón que se acuerden de discos como “W.F.O” (1994) o “From the underground and bellow” (1997). Creo que es muy honesto que la banda ceda espacio de su set list a discos que tal vez no fueron tan populares porque ello demuestra que Overkill siguen fieles a su esencia, es decir, hacer la música que les nace del corazón independientemente de las modas, las idas y venidas y las imposiciones de la industria musical. No en vano, ya hace años que ellos mismos decidieron ocuparse de su propio management así que el concepto de hacer lo que les plazca hace tiempo que les acompaña.

Por último, y no por ello menos importante, tenemos el cuarto y GRAN acierto que nos es otro que el de tener la capacidad de cohesión, entrega, entusiasmo, energía y fuerza que demuestra la banda en su conjunto y, evidentemente, el inmenso Bobby Blitz en concreto. Un hombre que a sus 55 años está claro que ha vendido su alma al diablo porque de lo contrario resulta imposible entender como es capaz de mantener esa rabia y agresividad en escena después de llevar 30 años peleando en este negocio. Al principio de esta crónica apuntaba el nombre de varias bandas que acunaron esto del thrash metal pero en cuando a actitud Bobby les pasa la mano por la cara a todos las demás. Y no solamente eso sino que a nivel vocal este tipo sigue como si los años no pasasen por él. Berridos por doquier, gritos de furia acompañados por su particular coreografía de gestos que busca en todo momento conectar con el público y mostrar toda la complicidad posible (incluso tuvo tiempo de marcarse unas dominadas colgándose de una de las vigas del escenario) caracterizaron su actuación.

Así, Blitz, entre tema y tema, no se cansó de aplaudir al público, de agradecer la perseverancia de lo que él denominó “the old school” y, definitiva, mostrar su gratitud por la fidelidad de todos los allí presentes.

Dicho esto, no hay que desmerecer al resto de la banda, al contrario, todos ellos, también ya veteranos, hacen sombra a muchos de los nuevos músicos que no saben hacer otra cosa que quedarse clavados en el escenario sin mostrar la más mínima chispa. Tailer, con su guitarra rítmica, es uno de esos escuálidos músicos que se les ve inquietos, sin capacidad de estar parado y, por tanto, no para de agitarse durante todo el show. Junto a Bobby, el otro fundador de la banda, Carlo “D.D” Verni al bajo, siempre atento a ocupar la primera línea y alimentar de ritmo y energía el show. Algo más tímido se muestra Dave, pero lo compensa con la maestría de sus solos y con la espectacularidad de su guitarra. Y nos queda el batería, que en una banda de thrash se convierte en uno de los protagonistas, el bueno de Ron, miembro estable de la banda desde que se publicara aquel “Immortalis” (2007) y que, según reconoce la propia banda, ha sido uno de los elementos que ha provocado este renacer tan potente y glorioso que está teniendo Overkill en los últimos años.

Resumiendo, hora y media a saco, con un público entregado, chillón, pogueando y disfrutando todos y cada uno de los temas que nos fue regalando la banda durante su intensísima descarga. En fin, supongo que al lector no le costará adivinar que soy uno de los fans incondicionales de la banda pero tampoco creo haber exagerado en ninguno de mis comentarios. Quien haya tenido alguna vez ocasión de ver a OVERKILL en directo, ya sea en sala pequeña, mediana, grande o festivales, habrá visto de los que son capaces esta gente y yo lo único que digo es que la noche del 30 de octubre en Barcelona, OVERKILL VOLVIERON A ESTAR A LA ALTURA Y SALIERON POR LA PUERTA GRANDE! (eso sí , esta vez Bobby no se tiró al público….bueno…se lo perdonamos que uno tiene que empezar a cuidarse).

Ride high, ride tall, Overkill will never fall!

Texto: Marcel·lí Dreamevil
Fotos: Vicente Ramírez

Set list:

Armorist
Overkill
Wrecking Crew
Black Daze
Rotten to the Core
Bring Me the Night
End of the Line
Guitar Solo
Long Time Dyin’
Under One
Pig
Hello From the Gutter
Ironbound
Bitter Pill
Elimination
Fuck You (The Subhumans cover)