Se auguraba una noche muy completa para los amantes del folk metal. No en vano era la primera gira de Eluveitie en que finalmente, tras muchos años siendo teloneros, encabezaban el show. Y venían acompañados de dos grupos muy interesantes, todos venidos del helado norte: los islandeses Skálmöld y los rusos Arkona.
Alba Colobran

Hace ya meses Skálmöld habían pisado nuestras tierras teloneando a Finntroll, y hay que decir que ya entonces sedujeron a muchísimos fans. Esta vez estoy bastante segura que convencieron a muchos más. Curiosamente su disco salía días después del concierto que dieron en Barcelona, pero aun así aprovecharon para presentar temas nuevos de su nuevisimo trabajo "Með vættum", como fueron Að hausti o Með jötnum. Pero al ser un grupo relativamente poco conocido y con poquito tiempo para tocar, decidieron emplear sus cuarenta minutos en sus temas más accesibles y potentes, la mayoría de sus anteriores trabajos. Gleipnir fue celebrada y muy festiva, quizá la mejor recibida junto a Narfi, que siendo más lenta y de tono más épico, fue coreada con entusiasmo por el público. Obviamente apenas nadie sabíamos que era lo que cantábamos (las letras están en islandés), pero el entusiasmo y la simpatía de la banda logró enganchar al respetable más allá del idioma de los temas.

Los de Islandia cerraron un show redondo con la muy folkie Kvaðning, de su primer álbum. En este segundo concierto que pude disfrutar de ellos me confirmaron mi primera impresión: hay que estar atentos a este grupo, porque pueden llegar lejos en el a veces saturado mundo del folk/viking metal.
El listón después de Skálmöld estaba bastante alto, y Arkona recogió el testigo con mucha energía. Gracias, básicamente, a la arrolladora presencia de la cantante Masha Scream. Un auténtico torbellino gutural en el escenario.

Aunque musicalmente estuvieron a la altura de lo esperado, su frialdad con el público, mostrándose tímidos, distantes y poco comunicativos, hicieron que los estados de ánimo se enfriaran casi al nivel de las estepas rusas. Obviamente tampoco ayudó que arrancaran su espectáculo con temas de su último disco, y precisamente iniciando la descarga con el tema que da nombre a su trabajo, Yav, que dura aproximadamente unos trece minutos. Una elección algo cuestionable y arriesgada para empezar un concierto como teloneros.

Tras Goi, Rode, Goi! y Serbia no dejaron respirar apenas y al fin lograron despertar al público con Zakliatie. Y es que nadie se queda indiferente ante la fuerza que desprende esta espectacular canción, adornada de forma absolutamente exquisita con instrumentos de folk rusos. La voz de Masha luce especialmente en este tema, al no cantar tanto en gutural y jugar mucho más con susurros y suaves cantos.

Na strazhe novih let volvió a bajar el ambiente, aunque es de los temas más bellos de su nuevo álbum. Slavsia Rus y la muy rusa y folk Stenka na Stenku pareció desatar la fiesta entre los asistentes, al ser canciones mucho más conocidas y accesibles (dentro de lo que es escuchar cantar en ruso, claro).

Arkona cerraron un show potente y arrollador con su hit Yarilo, y aunque poco les podemos reprochar en cuanto a garra musical y directo, no estuvieron conectados con los fans como muchos hubieran agradecido, yo entre ellos.

Por fin era el momento de los protagonistas de la noche, y vaya si se ganaron el protagonismo. Los suizos Eluveitie son, para muchos, los auténticos y más completos reyes del folk metal, quizá por la exquisita variedad musical que ofrecen en todos y cada uno de sus temas.

En directo no defraudan, ni siquiera a la hora de equilibrar tantos y tan distintos instrumentos, como flautas, violines, gaita y un sinfín más, que obviamente se aprecian mejor en sus discos de estudio. Aun así en directo su estilo es contagioso, y es que mezclar toques de death metal con melodias celtas puede sonar complicado, pero Eluveitie salen airosos.Venían a presentar "Origins", su reciente trabajo, que ha cosechado muy buenas críticas y ha calado muy hondo entre sus fans. Ya desde The Nameless lograron encandilar a la audiencia, y con todos los temas de "Origins" que eligieron para este concierto. A pesar de eso consiguieron la entrega absoluta con canción más antiguas y conocidas, como Thousandfold.

Y aunque no soy muy partidaria de incluir temas instrumentales en un concierto, es cierto que hay que lucir instrumentos y darles protagonismo para su lucimiento. AnDro es perfecta para tal cometido. De corta duración y directa, para dar un pequeño respiro antes de continuar la presentación de nuevos temas como King, Carry The Torch, Virunus o Call of The Mountains. Todos de "Origins", lo cual da una pista de lo mucho que confían los suizos en la fuerza de su nuevo trabajo.

Para The Call of the Mountains se marcaron un pequeño pero agradecido tanto con el público catalán. Anna Murphy, que tomó el micro a Chrigel Glanzmann, nos explicó que era un tema que habían grabado en varios idiomas y que nos daba a elegir en cual queríamos escucharlo, si en inglés o en suizo-alemán. Los fans eligieron el idioma de la banda, y Murphy comentó que había aprendido como se decía The Call of the Mounstains en catalán, y que como guiño, iba a intentar cantar el estribillo en el idioma del público. Algo que fue recibido con mucha alegría, y más cuando Anna logró pronunciar casi perfectamente "la veu de les muntanyes". Nos consta que en Madrid al día siguiente hicieron lo mismo, esta vez en castellano.

El toque más folk-celta de la noche llegó con Omnos y con la preciosa voz de Anna Murphy dándonos un respiro. Cabe destacar el dinamismo de la escenografía que llevaban Eluveitie y que lograba aportar más movilidad a los muchos integrantes de la banda: dos pequeñas plataformas donde los músicos se podían subir libremente, la batería por encima del nivel del escenario, dejando más espacio: un acierto visual, que junto con el suave juego de luces e instrumentos folk daban al concierto una atmósfera casi mágica.

La fiesta continuó con Gray Sublime Archon, Inception y Tarvos, con Glanzmann de nuevo a la voz, aportando la dureza de su voz gutural. Sonaba potente, aunque en ocasiones algo ahogada por toda la instrumentación.A Rose for Epona es quizá uno de los temas más bonitos de Eluveitie y aunque sonó muy bien, pareció carecer de mucha de la fuerza y el sentimiento que se desprende en el tema de estudio. A nadie pareció importarle, menos cuando el show continuó con los celebrados Havoc, Helvetios o Inis Mona, posiblemente el tema que mejor define el sonido de los suizos y uno de los preferidos de los fans.

Eluveitie parecieron quedar muy satisfechos y sonrientes con la entrega del público que llenó la sala Salamandra, y es que había ganas de verles en todo su esplendor, con todo el tiempo que merecen y teloneados por otras dos grandes bandas del estilo. Una gran noche para el folk metal, como todo hacía pronosticar.

Texto: Alba Colobran
Fotos Eluveitie: Archivo MS.COM