VOLBEAT

Con unos cinco minutos de adelanto, y tras la descarga de TAO TE KIN (a los que no tuvimos ocasión de ver), saltaron a escena los daneses VOLBEAT, a saber, uno de los reclamos del festival a nivel personal. Para nuestra sorpresa, y creyéndonos ser uno de los pocos fans de la banda, nos hallamos con un número más que considerable de fans que corearon a esta banda que, no olvidemos, llegó a ser número 1 en Dinamarca con su último trabajo “Guitar Gangsters & Cadillac Blood” (2008). Su presencia en el escenario fue muy potente desde el primer acorde y sus poderosos riffs mezclados con sus pegadizos estribillos conquistaron al respetable desde el primer momento.

Así, para los que no los conozcáis, deciros que su sonido se podría enmarcar como una mezcla de METALLICA, OFFSPRING y PERZONAL WAR (para haceros una idea) y el resultado final es una mezcla de canciones duras, directas y, sobretodo,muy pegadizas. Todo ello sumado a su directo en el que destaca el papel de su vocalista Michael Poulsen (ex – DOMINUS) con un rol divertido y bravucón que a  muchos nos recordó al de Brigi (KOMA) en versión danesa, hizo que su concierto se hiciera realmente corto debido a su intensidad. Estábamos ante la primera actuación internacional de la jornada y lo cierto es que dejaron el listón muy alto.

En cuanto a los temas, teniendo en cuenta que solamente tienen tres discos en el mercado, podéis suponer que fue un repaso a sus principales singles entre los que podemos destacar, entre otros, “I only wanna be with you” de su disco de debut “The strenghts/ the sound/ the songs” (2005) (en realidad es una versión de la cantante inglesa Dusty Springfield), la vacilona “Still counting”, la sureña “Sad man’s tongue” o la agresiva “Halleluja Goat”. Un recital de exitazos que sirvió para encender al público y dejarlo bien preparado para lo que nos deparaba en este SONISPHERE 2010.



Texto: Marcel·lí Dreamevil
Fotos: Juan Destroyer

BULLET FOR MY VALENTINE

Encadenado, como todos los conciertos, al acabar Anathema comenzaban a sonar en el escenario 2 las notas del apocalíptico fragmento “O Fortuna”, la intro elegida por los británicos para iniciar su show. A partir de aquí, sin tregua, dejaron caer como losas todos los hits de su hasta ahora corta pero exitosa carrera. BFMV son capaces de ejecutar los temas con gran precisión y dejan claro que han mejorado mucho desde sus primeras actuaciones. Aunque sus seguidores no fueran mayoría en el festival, los temas llevados al directo más visceral y crudo ganan en agresividad y acaban por convencer a prácticamente todo el mundo, hasta los más acérrimos seguidores de Slayer.

Así fueron intercalando sus nuevos clásicos como Scream Aim And Fire, punto álgido de su actuación, con temas de su reciente álbum Fever, como Begging For Mercy. La actuación no tuvo un minuto de descanso y la audiencia salió satisfecha, no solo las jóvenes seguidoras extasiadas, algunas de las cuales que estaban en las primeras filas, tuvieron que ser asistidas por la Cruz Roja, que, dicho sea de paso hicieron una labor respetable atendiendo durante todo el festival a la gente afectada por los efectos directos de las altísimas temperaturas y otro tipo de afectaciones no relacionadas con la climatología.

Texto: Nacho Picher
Fotos: Juan Destroyer

SÔBER

Inmensos. Pocos adjetivos más se pueden buscar para explicar el estado actual de la formación tras su reciente reunión. La gente les estaba esperando y cumplieron con las expectativas del público. Gozaron, junto con Faith No More del mejor sonido del primer día de festival y consiguieron hacer olvidar a la gente que el sol castigaba sus cogotes y que a ellos les caía directamente en el rostro. Clásicos ya eternos como Loco, Diez Años, La nube, Arrepentido y el nuevo single Sombras, que se ha convertido en el adelanto de un esperado nuevo disco. El espectáculo fue un reflejo de su última actuación en el reciente Rock In Rio, con una dosis extra de agresividad. Ningún reproche se les puede hacer. Tenemos Sôber para años. 




Texto: Nacho Picher
Fotos: Marcel.lí Dreamevil

SAXON

Como se suele decir, a estas alturas de la película poco queda de decir de SAXON aparte de alabar nuevamente su inmensa labor y la ilusión que tras más de 30 años de carrera siguen poniendo en sus directos. “Heavy Metal Thunder” de aquel “Strong arm of the law”(1980) sirvió, a las 19:30h, para dar el pistoletazo de salida a un concierto de casi una hora de duración que no haría otra cosa que encandilar, como siempre, a los miles de seguidores que corearon todos y cada uno de sus clásicos.

Así, Bifford, su carismático líder y vocalista, ataviado con su clásica chaqueta y al rojo vivo por el calor que estaba pasando supo hacerse querer y cumplió su misión como de costumbre. Asimismo, resulta inevitable nombrar el papel del resto de miembros de la banda. Desde el batería Nige Glockner (ya presente en la banda en 1982), hasta el bajista Nibbs Carter (que lleva en la banda desde 1989 y que , con diferencia, es quien mayor entusiasmo mete en sus directos) pasando por sus dos hachas, a saber, Doug Scarrat (incorporado desde 1996) y, como no, el mítico guitarrista original Paul Quinn que,pese a lo soso que suele ser, hay que destacar que en este show estuvo más despierto de lo habitual.  

Por lo demás poco más que añadir a otras crónicas hechas recientemente. SAXON no fallan ni un año, son una de las banda que más visitan nuestro país y eso hace que sus directas sean, aunque intensos, poco sorprendentes. Podéis suponer que cayeron los clásicos más clásicos de la banda como “ Crusader”, “Wheels of steel”, “747 – strangers in the night”, “Princess of the night”, “Motorcycle man” o la rabiosa “To hell and back again” junto con alguna pincelada de su último trabajo “Into the labyrinth” como el tema “Live to rock”. La guinda, eso si, la pusieron con “Denim and leather” presentándola como un claro homenaje al recién fallecido RONNIE JAMES DIO (nótese que fue la única banda de todo el festival que le rindió homenaje).
Por tanto, y como de costumbre, SAXON no defraudaron.

Texto: Marcel·lí Dreamevil
Fotos: Juan Destroyer

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