STRATOVARIUS (19:30-20:30)

¿Un ejemplo de banda que se lo comió todo y que ahora debe conformarse con escenarios secundarios? STRATOVARIUS.
Timo Kotipelto (voz), el nuevo guitarra Matias Kupiainen, Lauri Porra (bajo), Jens Johansson (teclista) y Jörg Michael (batería) llegaban a Wacken habiendo creado cierta expectativa entre el público por saber qué podían ofrecer después de los numerosos altibajos que ha tenido la banda finesa.

En primer lugar creo que a día de hoy el power metal ha ido pasando de moda poco a poco y, en segundo lugar, creo también que difícilmente STRATOVARIUS llegará a recuperar el estatus que tuvo en su momento y es que, añadido a los problemas internos que han tenido en la banda, lo cierto es que sus últimos trabajos “Stratovarius” (2005) y “Polaris” (2009) han pasado tristemente desapercibidos para la mayoría de los metalheads.

Todo ello creo que propició que el concierto de STRATOVARIUS pasara sin pena ni gloria por W:O:A y, a pesar de elegir un buen set list basado en grandes clásicos como “Hunting high and low”, “Speed of light”, “The kiss of judas”, “Against the wind”, “Eagleheart”, “Phoenix”, “Paradise” o “Black Diamond” (tema con el que cerraron), el concierto en si no acabó de levantarse y, como digo, dejó al público bastante frio.
A nivel instrumental es necesario resaltar que siguen ejecutando los temas de manera precisa y que el nuevo guitarrista Matias clava los solos de su predecesor Tolkki pero, en general, faltó garra y entusiasmo en la actuación.

Añadido a esto último, también es interesante señalar que apuestan por su nuevo material y que de los 11 temas que tocaron 2 fueron extraídos de su último trabajo (“Higher we go”, “Deep unknown” y “Winter skies”) así que, al menos, podemos comprobar que STRATOVARIUS todavía se resiste a ser una banda de grandes éxitos.

Fotos: Eugene Straver – www.metal-experience.com

EDGUY (20:45- 21:45)

Sin lugar a dudas, el joven Tobias Sammet y los suyos fueron uno de los triunfadores de la velada y es que Tobias, sabiendo que jugaba en casa, supo meterse en el bolsillo al público a base de diversión, saber hacer y, sobre todo, alegría y entusiasmo. Si momentos antes CANNIBAL CORPSE provocó la ira de los fans y la descarga pura de adrenalina, en esta ocasión EDGUY sembró el buen rollo entre los miles de asistentes.

En la hora de actuación de tuvieron fueron repasando sus grandes éxitos empezando por “Dead or rock” y “Speedhoven” de su último trabajo “Tinnitus Sanctus” (2008), pasando por “Tears of a mandranke” del disco “Mandrake” (2001), “Vain glory opera” del homónimo disco del 98, hasta llegar a “Lavatory love machine” del “Hellfire club” (2004) y “Superheroes” del “Rocket ride” (2006), ambos temas con la aparición en el escenario de Markus Grosskopf (HELLOWEEN).

La recta final del show, con Tobias más que contento, llegó a cargo de “Save me”, “Sacrifice” (ambos del “Rocket ride” (2006) y el mítico “King of fools” del año 2004).
Bajo mi punto de vista un set list más que acertado y que definitivamente encandiló al respetable. Añadido a esto, cabe señalar que AVANTASIA, proyecto paralelo de Sammet, ya está confirmado para la siguiente edición de W:O:A así que creo que Tobias ha sabido aplanar bien el terreno para el año que viene.

Fotos: Eugene Straver – www.metal-experience.com

U.D.O (01:35- 2:50)

Antes que UDO tocaron bandas como SOULFLY, IMMORTAL, CANDLEMASS, TIAMAT y FEAR FACTORY, entre las cuales podríamos destacar la de FEAR FACTORY por su fiereza y contundencia pero nuestras almas ya cansadas no tuvieron ocasión de poderlas disfrutar como es merecido y por ese motivo las pasaremos por alto para centrarnos en la banda encargada de cerrar el festival. Estamos hablando del pequeño gran teutón UDO DIRKSCHNEIDER y su banda U.D.O.

Obvia decir que UDO fue el vocalista de ACCEPT durante prácticamente toda la carrera de la referida banda pero, no en vano, a día de hoy Udo puede presumir de llevar más años en activo con su propia banda que con ACCEPT. UDO como banda lleva en activo desde 1987 y eso significa casi 25 años de carrera (mientras que con ACCEPT, en su época dorada, estuvo entre los años 1979 y 1986).

Udo (voz), Igor Gianola (guitarra), Stefan Kaufmann (guitarra y ex batería de ACCEPT), Fitty Wiennhold (bajo) y Francesco Jovino (batería) configuran a día de hoy U.D.O y excepto el cambio de batería en el año 2005, el resto de formación llevan juntos desde el año 2000, con lo cual estamos hablando de una década de formación estable, la cual cosa en directo se nota.

El único punto negativo de su actuación fue que su concierto se vio bañando por un chaparrón de lluvia que, hasta entonces, nos había estado perdonando pero, por el contrario, el set list de la banda fue más que acertado dando cabida a todos los grandes momentos de su carrera.

Empezaron con “The bogeyman” y “Dominator” de su último trabajo, luego siguieron con “Independence day” de su disco “Solid” (1997) para continuar con “The bullet and the bomb” (“Thunderball (2004)) seguido de “Vendetta” (“Mastercutor” (2007) con el que podríamos decir que se cerró una primera parte del show para dar paso a los clásicos más esperados.
A pesar de la excelente actuación de los alemanes he de decir que el público prácticamente no daba respuesta (en gran parte porque estábamos ante la última banda del festival y el agotamiento se hacía notar). No obstante, y como apunto,  el bueno de Udo, conocedor de los gustos de sus fans, no dudo en regalarnos “Princess of the dawn” y “Midnight Mover” de ACCEPT como preludio al gran postre que nos esperaba.

Pasados esos dos clásicos nos entregó el temazo “Man and Machine” del año 2002 y el aclamado “Animal House” de su debut en solitario del año 1987 para descargar, tras una potente introducción el histórico clásico “Metal Heart” de ACCEPT tras el cual la banda se despidió antes de volver a salir para tocar un par de temas más.
El primer bis vino a cargo de “Holy”, otro de los hits de la banda del año 99, y finalmente llegó el gran postre final, la incombustible, la histórica y mítica “Balls to the wall” de ACCEPT (año 83) en la que Udo, como de costumbre, hizo cantar y cantar a un público prácticamente exhausto.
Tras ese tema la banda desapareció del escenario prácticamente sin despedirse y se encendieron las luces que indicaban el fin de fiesta.

Ese final un tanto precipitado nos llamó la atención ya que lo propio en UDO es salir a escena, saludar generosamente y más teniendo en cuenta que estábamos en el final de festival. Tal vez no hubiese sido demasiado pedir algo de pirotecnia para celebrar que, un año más, el festival había sido un éxito y hacer que todos los allí presentes marcháramos con el ánimo bien alto.
En lugar de eso, como digo, se encendieron las luces, se montó el cordón de seguridad encargado de ir echando a la gente y suspendieron el Metal Karaoke que estaba programado en el W.E.T STAGE / HEADBANGERS BALLROOM hasta las 6 de la mañana y que hubiera servido para despedir con mejor sabor de boca este festival.

Fotos: Eugene Straver – www.metal-experience.com

CONCLUSIONES

Hasta aquí la crónica de este festival, la edición número 21 de WACKEN OPEN AIR FESTIVAL. Un festival que sigue siendo el más grande de Europa (y posiblemente del mundo entero) y que nuevamente sirvió como una muestra de civismo, convivencia y buen rollo entre los 75.000 asistentes que estuvimos compartiendo todos estos días sin que, en ningún momento ser respirara ápice de violencia alguna.

Nuestra sincera enhorabuena a la organización del festival (algo de lo que deberían aprender mucho otros organizadores de festivales). Podemos suponer que resulta descomunal organizar eficazmente un festival que acoge a un total de 85.000 personas (entre público y trabajadores). Los sanitarios siempre limpios (tanto dentro como fuera del festival), las duchas a punto (previo pago de 2,5 € por ducha eso si), una amplia zona de abastecimiento de agua potable, un enorme despliegue de servicio de bebida y comida (con un tiempo de espera no superior al par de minutos) y, en definitiva, un acondicionamiento de la zona que facilita mucho la convivencia y la comodidad a la hora de hacer frente a tantas horas de festival.

Como punto en contra tal vez sugeriríamos mayores zonas de sombra en la zona del festival  y, seguramente, el no tener que pagar para ducharse (aunque de ser así supongo que las colas serian interminables).
En cualquier caso, la experiencia WACKEN sigue siendo algo altamente recomendable y creo que cualquier amante del género debe plantearse firmemente acudir, como mínimo una vez en la vida, a este mítico festival.

Texto: Marcel·lí Dreamevil y Rerre Revolucionaria
Fotos: wacken.com