Tras una espera amenizada con el Holy Diver de Dio y el Two Minutes To Midnight de Maiden, se presentó Bonamassa ataviado con un impecable traje negro y empuñando una Gibson Les Paul, y sin más atacó la primera canción de la noche, una enérgica versión del Cradle Rock de Rory Gallagher espectacular y en la que quedaron claras unas cuantas cosas desde el principio.

Que el público estaba rendido de antemano a sus pies, que la banda de Bonamassa suena cómo un cañón, con una sección rítmica formada por el gran bajista Carmine Rojas y el batería Bogie Bowles, y el teclista Rick Melick y que no íbamos a presenciar un concierto de blues al uso.

Le siguió la más tranquila So Many Roads, en la que escupió unos cuantos solos de quitarse el sombrero. A esta le siguió When The Fire Hits The Sea, de su buenísimo último disco en solitario, Black Rock, en donde demuestra que a pesar de tener un pié firmemente enraizado en el blues con el otro patea tanto el Rock sureño, el Hard Rock y lo que se le ponga por delante.

So Its Like That, una de las canciones más puramente blues de la noche dio paso a una impresionante If Heartaches Were Nickels, uno de los momentos álgidos del concierto. Una canción llena de sentimiento y en la que Bonamassa despliega toda su técnica y toda su capacidad para ejecutar un solo que literalmente pone los pelos de punta, y en la que la gente le brindó una ovación atronadora. Sencillamente genial.

Fueron cayendo Slow Train, Steal Your Heart Away, la versión del clásico de Bobby Parker con la que abre Black Rock y en la que brindó otro solo de llorar, al igual que la memorable intro de Sloe Gin, en la que demostró su absoluto dominio sobre el tono de su instrumento, con el público vitoreando cada fraseo de esa monumental intro con total adoración.

The Ballad Of Joe Henry fué uno de los momentos más rockeros de todo el concierto,  Happier Times uno de los más íntimos con un aire muy Zeppelin en su parte central, y Never Make Yo Move Too Soon , la versión de B.B. King uno de los más blues.

Más intimismo, esta vez de su álbum The Ballad Of John Henry de la mano de Great Flood, una canción que rebosa sentimiento por todas partes, dio paso al momento más espectacular del concierto. Con el único soporte de una guitarra acústica, ofreció una interpretación  solo al alcance de los elegidos.

Partes neoclásicas al más puro estilo shredder, fragmentos flamencos, blues, rock todo mezclado en una pieza de diez minutos absolutamente soberbia y aplastante en la que por momentos parecía que iba a hacer astillas la guitarra y en la que intercala Wake Up Dreaming. Otra ovación enorme del respetable totalmente merecida.

Y para finalizar Mountain Song, plena de magia, Hard Rock clásico del  que tanto le gusta a Bonamassa y con la que llegamos a los bises.

El primero Bird On A Wire, versión de Leonard Cohen que Bonamassa se lleva a su terreno consiguiendo una versión magistral que nada tiene que ver con la original y la tremenda Just Got Paid en la que con una Flying V vintage se subió por la tarima de la batería a tocar Dazed and Confused de Zeppelin totalmente desatado y con la que  llegamos al final de un tremendo concierto, de un guitarrista único y al que esperamos vuelva por aquí con Black Country  Communion en lo que debe ser otra noche para el recuerdo.

Si este fuera el blues que te enseñan cuando empiezas a tocar la guitarra…

Texto y Fotos: Guillermo Diéguez

Set List de Joe Bonamassa – Octubre’10 – Teatro Circo Price @Madrid:

Craddle Rock
So Many Roads
When The Fire Hits The Sea
So It´s Like That
If Heartache Were Nickels
Slow Train
Steal Your Heart Away
Sloe Gin
The Ballad Of John Henry
Happier Times
Never Make Your Move Too Soon
Great Flood
Wake Up Dreaming
Mountain Time
Bird On A Wire
Just Got Paid.