Con un George Lynch en un estado físico impresionante, más propio de figurar en el reparto de Mercenarios que en una banda de Rock, y con una banda de auténtico lujo. El señorito Robbie Crane al bajo y la bestia parda de Brian Tichy a la batería. Mención especial para Oni Logan, uno de mis cantantes favoritos desde que le escuchara en el disco de debut de Lynch Mob, Wicked Sensation, y que incomprensiblemente desapareció del mapa hasta hace poco, que volvió a unir fuerzas con Lynch para grabar dos nuevos discos en los que volvía a derrochar clase por los cuatro costados.

Salieron al escenario de la manera más relajada, cómo si entraran al local de ensayo, con Lynch disparando licks de guitarra mientras conversaba con Robbie Crane y Brian Tichy. Y sin más se enredaron en una intro instrumental con un toque muy místico y que derivó en la primera canción de la noche, She´s So Evil But She Is Mine y una cosa quedó clara. Oni Logan mantiene esa voz tan impresionante en directo, y además posee una peculiar presencia escénica. El sonido fue un poco embarullado, algo que en la sala Heineken no es noticia, y que sufrirían posteriormente Y&T. Atacaron River Of Love, y Hell Child  con la sala ya con tres cuartas partes del aforo. Todos los ojos puestos en la figura de George Lynch, que cómo no podía ser de otra manera tocó de manera magistral pero comenzó algo comedido y estático, y con un Brian Tichy a los tambores que es un espectáculo. Impresionante la pegada que tiene a la que añade una técnica más que considerable, lanzando las baquetas al aire y adornándose en todo momento.

Sonaron temas de su nuevo disco, el genial Smoke And Mirrors, del que desgranaron la canción que da título al disco, 21st Century Man o Time Keepers, todas ellas ejecutadas soberbiamente.
Oni Logan se mostró bastante cercano y afable durante todo el concierto. Manejándose en castellano con un acento bastante cachondo entre cubano y argentino, no así Lynch que solo empezó a soltarse a partir de la memorable Mr. Scary que se marcó, en toda una demostración de técnica y poderío aplastante en la que demostró porque es uno de los más grandes de la guitarra.
Hell Child y All I Want sonaron a gloria, así cómo otros temas nuevos cómo Let The Music Be Your Master , puro Hard Rock melódico de primera categoría interpretado sin artificios, con Lynch ya mucho más cómodo en el escenario tanto moviéndose cómo tocando.

Y así hasta llegar a la recta final con algo que la mayoría estábamos esperando desde el principio. Temas de Dokken, por más que la discografía de Lynch Mob ya sea lo suficientemente consistente. Aunque solo tocaron dos canciones.
La primera una Into The Fire sencillamente demoledora, con Oni Logan bordando el tema, haciéndolo suyo, acompañado a los coros por toda la sala Heineken, y una tremenda Tooth And Nail que casi rayó el Thrash Metal con la intensidad y la fuerza con la que la tocaron. Con Lynch totalmente desmelenado en ese increíble solo y con la que se retiraron brevemente.

Para el único bis dejaron el magistral Wicked Sensation, con Oni haciendo cantar al público, con un espectacular solo de Lynch entre medias y con el que dieron fin a una actuación bastante potente y que estructuraron muy inteligentemente en una primera sección con canciones de su disco de debut, una segunda con temas nuevos y una tercera con clásicos de Dokken.
No quiero ni pensar que hubiera sido de Don Dokken si hubiera tenido sus míticas peleas con Lynch en el estado en el que están actualmente ambos.

Tras la espera de rigor para desmontar el equipo de Lynch Mob amenizada con Danko Jones (a alguien de la sala debió gustarle el concierto de Danko) se apagaron las luces y aparecieron las figuras de Dave Meniketti y su banda. Empezó a sonar la intro que abre Facemelter, su último disco, y comenzó una actuación que fue de todo menos aburrida.
Heineken llena hasta los topes a pesar del Madrid-Atleti que se jugaba a la misma hora, y entregado desde las primeras notas de On With The Show a unos Y&T a los que siempre es un placer ver encima de un escenario.

Una banda que disfrutó de las más altas cotas de éxito a finales de los 70 y primeros de los 80, sobre todo con los discos formados por esa trilogía mágica que componen  Earthshaker, Black Tiger y Mean Streak. Pero la magia se acabó y  fueron diluyéndose con el paso de los años y terminaron por convertirse en una pequeña leyenda del Hard Rock. Una leyenda que nunca defrauda en directo.

Con un aspecto impecable a pesar de los años, con la voz en plena forma y con su inimitable e intensa manera de tocar, Dave Meniketti no defraudó a nadie. Ni el ni la banda que le acompaña, en especial Mike Vanderhule a la batería. Un tipo que parece más un funcionario que el batería de un grupo de Hard Rock, pero que toca increíblemente bien. En contraste con Brian Tichy, Mike apenas hace aspavientos y parece que no se mueve, pero menuda forma de tocar.

Hard Times, fue la siguiente antes de que Dave anunciara que iban a tocar durante dos horas genuino Hard Rock. Y después llegó uno de los puntos álgidos de esas dos horas, Meanstreak. Temazo por derecho propio que la gente coreó como loca con Meniketti desplegando clase y estilo por el escenario como los grandes.

Sonaron temas de su último Facemelter, cómo Shine On,  If You Want Me o I´m Comming Home entre medias de clásicos cómo Hurricane o Lipstick & Leather, hasta llegar a otro de los momentos de la noche, I Believe In You. Uno de los mejores temas de su discografía y también del Hard Rock. Intenso, bello, emotivo y tocado por Meniketti cómo si le fuera la vida en ello. No en vano rompió una cuerda y se las tuvo que apañar para tocar sin ella hasta que pudieron cambiarle la guitarra y terminar el tema en una imagen para el recuerdo.

Como recuerdo hubo para su fiel bajista durante años y que está pasando el duro trance de luchar contra el cáncer, Phil Kennemore al que todo Heineken rindió un sentido aplauso.
Eyes Of A Stranger que siempre me ha sonado un poco a la canción del mismo nombre de Queensryche , Midnight In Tokyo o la nueva Blind Patriot fueron cayendo hasta llegar a otro de los clásicos de Y&T, Black Tiger, con todo el grupo animando a la audiencia y esta respondiendo cantando y aplaudiendo.

Solo de batería a cargo del amigo Mike, que no aburrió en ningún momento y que desarrolló una serie de ruedas a ambos lados de su kit de quitarse el sombrero.
Y recta final de auténtica locura con Dirty Girls, Summertime Girls y sobre todo con Forever. Canción icono del Rock cómo lo pueda ser Doctor Doctor de UFO o Smoke On The Water de Purple. Pocas veces he visto corear de esa manera una canción como Forever en Heineken con toda la sala a grito pelado saltando, en la que casi no se oía al grupo tocar. Realmente impresionante y pelos como escarpias.

Terminaron su buenísima actuación con otra joya, Rescue Me, dejándonos con un muy buen sabor de boca, con la sensación de haber asistido a algo realmente grande, la sensación de haber asistido a una noche intensa y memorable de Hard Rock, algo que no se puede decir todos los días en estos tiempos. Enhorabuena a quien confeccionó el cartel.

Texto: Guillermo Diéguez
Fotos: Manu Cabaleiro

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Set-list de Y&T – 9 de Noviembre’10 – Sala Heineken @Madrid

Highway To Hell/Prelude
On With The Show
Hard Times
Mean Streak
Lonely Side Of Town
Shine On
If You Want Me
Lipstick & Leather
Hurricane
I’m Coming Home
I Believe In You
Eyes Of A Stranger
Midnight in Tokyo
Blind Patriot
I’ll Cry For You
Black Tiger
Mike Drums Solo
Rock & Roll’s Gonna Save the World
Dirty Girl
Summertime Girls
Forever
—-
Winds of Change
Open Fire
Rescue Me 

ENLACES RELACIONADOS:

Y&T – 5 de Noviembre’10 – Sala Oasis ( Zaragoza )
Yesterday and Today : Facemelter // Frontiers Records ( Background Noise )
Lynch Mob: Smoke And Mirrors // Frontiers Records ( Background Noise )