Menudo cañonazo se han marcado los chicos de Ariday con su cuarto trabajo de estudio, una auténtica apisonadora sónica que te pasa por encima sin compasión desde el primer hasta el último riff. Si el hecho de que al frente de la banda se encuentre una voz femenina te hace pensar que tendrán cierta compasión de ti, ya puedes ir quitándotelo de la cabeza. Esto es puro metal, vete preparando porque se avecina “Un nuevo despertar”.

Luis de Juan

Cuarto larga duración de los zaragozanos Ariday que lleva por nombre “Un nuevo despertar” y que le viene como anillo al dedo porque en este nuevo trabajo se aprecia una importante evolución de la banda a todos los niveles. Nos encontramos con un disco brutalísimo, rápido, contundente, agresivo y de una complejidad técnica digna de mención. Una base rítmica de auténtico infarto lleva las riendas del combo durante todo el disco a una velocidad de vértigo, con continuos cambios de ritmo y un poderosísimo doble bombo que te golpea en el pecho, ¡como debe ser! A la batería le unimos el fenomenal trabajo a las guitarras con unos riffs poderosos y contundentes que sirven de excelente acompañamiento a la excelsa voz de Yadira Monreal, que es el perfecto contraste a tanta zapatilla. No puedo dejar de citar las guturales que lleva a cabo José Luis Supervia, muy chulas, en consonancia con la música de Ariday y en contrapunto con la voz de Yadira.

Con tanta excitación se me olvidaba presentar a la banda. Como hemos anticipado, de las voces se ocupa con absoluta solvencia Yadira Monreal, a las guitarras tenemos a Néstor Estopiña y José Luis Supervia, que además hace los coros de ultratumba, Luis Crespo se ocupa de las cuatro cuerdas (mejor cinco) y Javier Pascual a la apabullante batería.

Lo primero que llama la atención del disco es su portada, muy sobria y oscura, en la que en un desértico paraje a la luz de la luna llena se aprecia una imagen brillante que, evidentemente, es el origen de algo o el nacimiento de alguien; algo así como cuando Terminator llega a la tierra para matar a John Connor (frikada al canto)… bueno, no sé si me entendéis.

El Cd arranca como un tiro con “Luz en la oscuridad”, muy en consonancia con la portada del trabajo donde se nos muestra el abecedario de Ariday: caña, velocidad, doble bombo, contundencia, ritmos de vértigo, voces guturales… todo ello controlado por la cándida voz de Yadira, que sabe poner freno a tanta cera. Mismo patrón sigue “Inténtame escuchar” aunque en este tema se saborea un cierto regusto roncanrolero, sobretodo en los primeros riffs de la canción. Un inicio del disco donde Ariday pone toda la carne en el asador.

No llores más por mí”, que cuenta con la colaboración de Eduardo Contreras, arranca de manera más melódica, pero pronto nos vuelven a poner en nuestro sitio. Un tema redondo, muy chulo, con un cierto deje a Saratoga del genial “Agotaras”. Yadira está absolutamente de escándalo llegando a tonos muy altos, cantando de manera agresiva a lo largo de todo el tema. Con “Tocar el cielo” volvemos a darle cera a los instrumentos de manera vertiginosa, con unas guitarras muy contundentes y un solo de guitarra corto pero de muy buena facturación, siendo esta una constante en todos los temas. Con “Juicio final” (¿otra vez Terminator?, ¿casualidad?) tengamos quizá el tema con ritmos más pesados pero no carente de velocidad, pues el final del corte es aceleradísimo con un solo de guitarra chulísimo.

A pesar de que el siguiente tema se llama “Tras la tormenta” no penséis que llega la calma, pues Ariday nos regala una joyita instrumental muy compleja y de un nivel técnico muy elevado que sirve de preludio para “Un nuevo despertar”, que arranca directa a la yugular y no baja el ritmo ni un ápice. Si este tema no te hace mover la cabeza no sé qué lo hará.

Esta es mi vida” comienza con un riff muy heavy donde las guitarras cortantes dejan la preponderancia a Yadira y sus inseparables coros guturales, que la acompañan y protegen allá donde ella va. “Ese dios” sigue el mismo guion que su predecesora, conviviendo ritmos cortantes y contundentes con otros rapidísimos con excelente resultado.

El disco finaliza con “Huellas” que arranca de manera pausada dando paso pronto a la tormenta y es que estos chicos no pisan el freno ni en las curvas. Un excelente punto y final para un excelente trabajo.

Desde luego que la evolución de Ariday es palpable en este cuarto trabajo y es que este “Un nuevo despertar” ha servido precisamente para despertar a esta bestia del metal que nos ha hecho disfrutar con su escucha. Una auténtica tempestad sonora a una velocidad de infarto ¿qué más se puede pedir? Muchas gracias Ariday por este estupendo trabajo.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Temas:

Luz en la oscuridad
Inténtame escuchar
No llores más por mi
Tocar el cielo
Juicio final
Tras la tormenta
Un nuevo despertar
Esta es mi vida
Ese dios.
Huellas

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