Ghost + Zombi – 13 de Abril’17 – Sala Razzmatazz, Barcelona

Que Ghost son una banda rodeada de polémica, al menos en nuestro país, ya no se le escapa a nadie. Primero, que si son una parodia de mal gusto que hiere orgullos true, luego que si se pasan con el caché para acabar con que el Papa es un pesetero tras haber echado al resto de componentes clásicos en el grupo. Cierto es que pocos días antes de su celebración, el concierto se trasladó a una sala de menor aforo del previsto, pero también lo es que la numerosa congregación (más gente que en un Apolo que hizo sold out la vez anterior) que se dio cita en Razzmatazz en un Jueves Santo nada menos, estaba allí para rendir pleitesía sin condiciones.

Texto y Fotos: Edko Fuzz

Abrieron la velada el dúo tecno americano Zombi, otro de los caprichos del Papa para escoger bandas teloneras. Si eres fan del cine de terror de los ochenta probablemente aprecies la propuesta de Steve Moore y Anthony Paterra, pues es una suerte de cruce entre la banda Goblin y las bandas sonoras del maestro John Carpenter. Sin embargo, no lo neguemos, la elección de Zombi para abrir este tramo de la gira Europea de Ghost es, como mínimo, sorprendente ya que su propuesta musical no pega ni con cola con la de las estrellas de la noche.

Para los fans de las sonoridades guitarreras que se dan cita en Razz, Zombi son un plato de difícil digestión, especialmente a medida que avanza el set. Si uno se fija, probablemente pueda disfrutar del metrónomo humano que es Paterra, que juguetea con ritmos y compases con una facilidad pasmosa, mientras que Moore se parapeta detrás de su muro de teclados, que solo abandona en un par de ocasiones para interpretar temas con el bajo. Soplos de alivio y aplausos correctos despiden a Zombi, y la sala se prepara para el oficio religioso del Papa Emeritus y sus Nameless Ghouls.

  

De hecho, la ceremonia ya comienza con la preparación del escenario para Ghost, con unos pipas de uniforme que destapan la batería y los teclados con una estudiada ceremonia. Cuando todo está listo, 10 minutos antes del inicio, "Miserere Mei, Deus" de Allegri y el aroma de incienso crean una atmósfera digna de ser presenciada, y cuando el tema llega a su fin, las luces de la sala bajan paulatinamente para dar paso a una tosca iluminación roja al sonido de "Masked Ball", famosa por la película "Eyes Wide Shut" que, desde hace unos años ya, sigue siendo la entrada de concierto más impactante que se puede ver actualmente. Tras este calculado inicio, los Nameless Ghouls toman el escenario para atacar con el último single, "Square Hammer" y la locura se desata, especialmente cuando el Papa hace acto de presencia entre la niebla al fondo del escenario e iluminado por un foco. Desde luego, ser fan de Ghost es muy divertido.

La gran incógnita es ver cómo se desenvuelven estos nuevos Ghouls de reciente adquisición, y la verdad es que no lo hacen nada mal. Todos son músicos fuera de toda duda, pero sí es cierto que impacta su quizá excesiva energía en escena. Los Ghouls originales eran más amenazantes y solemnes, mientras que éstos incluso gesticulan, si es que es eso posible a merced de las espectaculares y preciosas máscaras que calzan. El primer guiño a "Meliora" (2015) llega con "From the Pinnacle to the Pit", mientras que el botafumeiro del cachondo Papa hace acto de presencia, como siempre, en "Con Clavi Con Dio" del disco de debut. Hay mucha gente joven en Razzmatazz y en un momento del concierto el Papa pregunta cuánta gente está viendo a Ghost por primera vez esa noche y un mar de brazos se alza como respuesta. Es esa gente la que está ojiplática e incrédula ante lo que está presenciando.

  

En este tramo de gira Ghost rescatan muchas piezas de "Infestissumam" (2012) como "Secular Haze" o "Per Aspera Ad Inferi" que tenían un poco olvidadas, pero otras como "Body And Blood" (con la consabida aparición de las Sisters of Sin repartiendo el cuerpo y la sangre de Cristo entre las primeras filas) o "Ghuleh/Zombie Queen" siguen siendo fijas en el repertorio. La pega que más destaca esta noche en Razz es el sonido: frío, duro y sin alma, justo al contrario del que pudimos disfrutar en Apolo no hace ni un año y medio. Ignoro si es por culpa de la sala, la nueva mezcla de directo que llevan o una combinación de ambos factores, pero no hay duda de que todo podría estar sonando un poco mejor.

Estos problemas no parecen afectar a la mayor parte del público que se entusiasma con el tramo central del set, y es que no es para menos. De golpe y porrazo, la consecución de cosas como "Cirice", "Year Zero", "He Is", "Absolution" y "Mummy Dust" elevan el nivel de histeria a cotas insospechadas y es que hay que reconocer que en este tramo la banda va con la directa puesta. Todo encaja: la puesta en escena es impecable, todos los miembros de la banda saben qué tienen qué hacer, cuándo y dónde, mientras que el Papa no se cansa de soltar comentarios con sorna y mostrar esa cachonda actitud de pasotismo, mientras que a la vez urge constantemente al público a reconocer la labor de sus Ghouls reclamando aplausos para ellos tras los solos. Estos momentos son los que hacen que Ghost ganen adeptos sin parar.

   

Y es que por si algún rancio aún dudaba de que Ghost no se toman en serio ni a ellos mismos, solo hace falta ver cómo sacan un teclado-guitarra directamente de los ochenta para el solo de "Mummy Dust" o como incluso son capaces de poner fin a un tema con una lluvia de colorido confetti. Muy satánico todo. A pasos agigantados nos acercamos al tramo final del (corto) set con la otra única visita (incomprensible, oigan) al debut con la imprescindible "Ritual", que da paso a un pequeño parón que es retomado rápidamente con el clásico discurso del Papa que da pie a "Monstrance Clock", el punto final a un oficio lleno de oficio, valga la redundancia.

Y es que Ghost se han convertido en una máquina perfectamente engrasada. Vale, posiblemente el setlist no es tan brillante con tantos temas de "Infestissumam", con la casi no aparición del disco de debut o incluso con la ausencia de alguna que otra versión del EP que se supone que presentan en esta gira, "Popestar" (2016). El sonido no acompañó demasiado tampoco y los nuevos Ghouls a veces pecan de demasiado festivos, pero nada importa. El Papa capitanea un equipo que sabe lo que quiere y qué hay que hacer para conseguirlo. Prueba de ello es que cada vez más gente se acerca a sus shows a pesar del cambio de recinto, que quizá fue un poco demasiado arriesgado con su emplazamiento original, pero que con la progresión natural que supuso su celebración en Razz demostró que lo pueden llenar sin problemas. Todo dependerá del nuevo disco, pero todo pinta a que tenemos Ghost para rato. Amen.

  

Texto y Fotos: Edko Fuzz