BE PROG MY FRIEND FEST’16: DÍA PRINCIPAL – 2 de julio’16 (Poble Espanyol – BCN)

Una galaxia está formada entre otras cosas, por un grupo de estrellas que se desplazan en armonía por efecto de la atracción gravitatoria. Eso es lo que vimos tanto el viernes como el sábado en Barcelona, una galaxia situada en el Poble Espanyol con un conjunto de estrellas de diferentes tamaños que brillaron con su máxima intensidad. Estrellas jóvenes y blancas que se mostraron el viernes y estrellas grandiosas en su madurez como Opeth y Steven Wilson, hasta gigantes rojas con una larga y dilatada vida transcurrida como Magma.

Damos cuenta del segundo día del Festival Be Prog My Friend! Para el que aconsejamos la lectura de la primera jornada a aquel que todavía no lo haya hecho, con el fin de percibir la esencia al completo de lo que allí se vivió. El segundo día comenzó a las 16:30, una horita antes, con el sol atizando de lo lindo, pero por lo menos, con alguna que otra ráfaga de aire de la que no tuvimos el día anterior.

Toni Marchante

ANNEKE VAN GIERSBERGEN & THE GENTLE STORM

Puntualmente arrancó Anneke acompañada por la banda creada para el directo del proyecto de Arjen Lucassen “The Gentle Storm”, sin Arjen Lucassen, pero con músicos con la suficiente solvencia como para darnos un buen espectáculo. Meritoria la actuación, en lucha constante con el Astro Rey que castigó a la banda y al público, que no quiso perderse detalle de la actuación más metal melódica de toda la tarde. El set list nos ofreció la parte más rockera del proyecto The Gentle Storm, además de dar un repaso por algunas bandas y colaboraciones donde ha participado Anneke Van Giersbergen.

Dentro del escenario situaron dos plataformas, una donde se situó Marcela Bovio (Stream of Passion) quien compartió el trabajo vocal de Anneke, tanto en los coros como en unos duetos muy estéticos y en la otra plataforma la batería de Ed Warby (Elegy, Gorefest, etc…), habitual colaborador de Arjen Lucassen y que realizó una soberbia actuación, siendo de los miembros más destacados de la banda. Desde el arranque con “Endless Sea” empezamos a degustar el formato de heavy metal melódico con atrezos folk que la holandesa se encargó de interpretar de forma impecable, pese a las inclemencias del tiempo que en esos momentos convertían el escenario en un verdadero infierno.

La holandesa estuvo muy enchufada desde el primer momento como en ella es habitual. Las miradas y los guiños de ojo respondiendo a las llamadas de atención del público fueron constantes, confirmando la gran complicidad de esta gran artista para con sus fans. La mexicana Marcela Bovio también interactuó mucho con el público, dirigiéndose a él en castellano e intentando no acercarse mucho al borde del escenario (lo hizo en puntuales ocasiones) entre otras cosas para evitar el sol ya que además vestía de negro.”Heart of Amsterdam” sonó muy bien y el público se ocupó de corearla con entusiasmo.”Brightest light” fue de los temas más saboreados donde Anneke no flaqueó pese al calor, demostrando su encanto vocal.

Tras “The Storm” vino el momento de repasar otros proyectos y el primero fue uno del mismo autor, de Arjen Lucassen; hablamos de “Isis and Osiris” de aquel “Into the electric castle”, corte melódico acústico que dio un momento de tregua. Luego vino “Witnesses” de su proyecto en solitario Agua de Anneke, una canción de corte más alternativo, alejado del concepto general de las canciones que formaban el set list, pero no por ello menos interesante. Llegó a continuación el momento de retornar a la banda donde Anneke se dio a conocer The Gatering; y qué mejor tema que “Strange Machines” que abre su clásico Mandylion, para finalizar este repaso con las dos chicas cantando al borde del escenario “Fallout” del maestro Townsend. Para finiquitar los poco más de cincuenta minutos de actuación concluyeron con “Shores of India” del álbum que presentaban hoy.

Derroche de simpatía y buen hacer de Anneke que nos regaló una vez más su maravillosa voz, en una muy buena actuación de toda la banda con mención especial a Marcela Bovio que estuvo siempre al quite respaldando en la voz y dando algún pequeño respiro a Anneke.

Set list Anneke Van Giersbergen: 1.Endless Sea; 2.Heart of Amsterdam ; 3.Brightest Light; 4.The Storm; 5.Isis and Osiris (Ayreon cover); 6.Witnesses (Agua de Annique cover); 7.Strange Machines (The Gathering cover); 8.Fallout (Devin Townsend Project cover); 9.Shores of India.

Toni Marchante

BETWEEN THE BURIED AND ME

Between the Buried and Me son una de mis bandas favoritas. No solo de esta edición del Be Prog!, sino en general. Me encantan todos sus discos a partir de Alaska (ya sé que no soy true diciendo esto, pero los primeros un poco demasiado brutos y caóticos para mí), y me parecen absolutos maestros en lo suyo. No son evidentemente un grupo para todo el mundo, muy duros para muchos. El año pasado los vi en su gira junto a los ingleses Haken, y la verdad es que estos últimos se los comieron. Tampoco es que sea esto extremadamente difícil, ya que los que hayáis visto a los de Ross Jennings en directo sabréis que sus conciertos se acercan bastante a la perfección, pero la verdad es que los BTBAM me decepcionaron un poco, no llegando a ser capaces de plasmar en ningún momento sobre el escenario la locura precisa y controlada que son en disco.

Por supuesto, todo el mundo puede tener una mala noche, así que tenía especial interés en comprobar cómo se desenvolvían sobre el escenario del Poble Espanyol. Empezaron con la fantástica "The Coma Machine", de su última obra Coma Ecliptic (2015), y ahí ya se empezó a ver que para mí se volverían a quedar cortos. El sonido en general me pareció muy enmarañado, incluso en las partes más rítmicas y directas, y me costó descifrar algunos de los pasajes más complejos. Peor aún se puso la cosa con las inesperadas "Informal Gluttony" y "Extremophile Elite" (fabulosa ésta), ambas frenéticas y llenas de cambios, que no llegaron nunca (al menos donde estaba yo) a sonar definidas. La banda se mostró muy estática, sin transmitir demasiado, concentrada en la compleja ejecución de cada uno de sus temas. El único que se movió un poco fue Tommy Gilles Rogers, alternando entre el teclado / sintetizador y las voces, y cuya voz limpia sonó bien pero cuando tocó rascar quedó muy lejos de la agresividad y profundidad que ofrece en estudio.

El tema que mejor sonó, desde mi punto de vista, fue "The Ectopic Stroll", que es un poco más calmada y tiene riffs más convencionales y definidos, pero de nuevo en "Telos", rápida y excéntrica, me costó mucho seguir el hilo: las guitarras sonaron muy poco nítidas y a la batería le faltó fuerza y energía. Lo único que pudo arreglar un concierto bastante decepcionante para mí fue ese solo absolutamente precioso y emotivo de la mano de Paul Waggoner que cierra "Selkies: The Endless Obsession", tema con el cual terminaron su actuación, y que me da igual como sonara porque yo ya andaba por Andrómeda al cabo de pocos segundos.

No es que el concierto fuera terrible, tampoco es eso. Quizás es porque esperaba demasiado de ellos, pero para mí no están a la altura de lo que son capaces de ofrecer en sus maravillosos trabajos de estudio. Son todos unos músicos impresionantes, esto está fuera de toda duda, pero transmiten más bien poco en directo y entiendo perfectamente que la gente que no los conocía no saliera demasiado impresionada. Me duele decirlo, ya que es una banda que realmente me encanta, pero creo que fue uno de los conciertos más flojos de todo el festival.

Los propios Madness Live! anunciaron que los volveremos a tener por aquí a principios del año que viene junto a Devin Townsend y Leprous. Si no fuera porque el cartel es realmente de aúpa, me pensaría el asistir, pero ante tal caramelo no sé si voy a ser capaz de negarme. La esperanza es lo último que se pierde, y quizás a la tercera será la vencida.

Setlist Between the Buried and Me: 1.The Coma Machine; 2.Informal Gluttony; 3.Extremophile Elite; 4.The Ectopic Stroll; 5.Telos; 6.Bloom; 7.Selkies: The Endless Obsession.

Albert Vila

MAGMA

Entre la diversidad del público llamaban la atención muchísimos asistentes de cierta edad con sus camisetas y colgantes con el anagrama de Magma que deambulaban por el recinto en las dos anteriores actuaciones pero que al llegar esta, ocuparon sus posiciones para disfrutar de ella intensamente. Hablar de Magma es hablar de una banda de auténtico culto, un grupo que siendo del país vecino, sólo nos han visitado en tres ocasiones desde su formación en 1969 y de los que han manifestado un profundo respeto los dos cabezas de cartel.

Los franceses fueron la apuesta del festival por el rock progresivo más tradicional de los 70. Si en la primera edición estuvo Fish (icono del metal progresivo de los 80) y el pasado año Camel (uno de los grupos más relevantes del género en los 70), Magma viene a ocupar este año la referencia a este tipo de música, si bien, su estilo viene a ser algo más experimental, cercano al jazz con matices clásicos y siempre practicando música de vanguardia. Christian Vander ha desarrollado durante su carrera álbumes conceptuales incluso en un idioma creado por él mismo, el kobaiano de donde sale el término que da nombre a su música “zeuhl” que significa celestial. Su actuación duró casi una hora y estuvo compuesta por tres canciones.

En el escenario Hervé Aknin nos cantó en kobaiano acompañado por Stela Vander (herrnana de Christian) e Isabelle Feuillebois quienes además de cantar adornaron el paisaje con sus metafísicos coros. Era bonito observar cómo el escenario estaba invadido de músicos de diferentes generaciones, el guitarra y el bajista eran chicos jóvenes mientras que las voces y un extraordinario Christian Vander detrás de la batería lucían el estandarte de sostener esta banda después de varias décadas. La banda también se acompañó de un xilofonista que llenó de matices todas las canciones; pero lo más relevante fue Christian Vander, un auténtico genio de las baquetas, nos dio una auténtica exhibición de batería , con un kit muy sencillo, que le dio algún que otro problema durante el primer extenso corte.

Buen concierto de los franceses, una apuesta que inicialmente resultó atractiva para mucha gente, ya que muchos supieron de su existencia como consecuencia de la participación en este festival y venían avalados por Wilson y Opeth y por ello mantuvieron la atención del público en el primer tramo de su concierto. Sin embargo, al igual que sucedió con Iamthemorning el día anterior, durante el segunda tramo del concierto, ya había cierto murmullo entre el público provocado por aquellas personas que no entendieron la oferta sonora de unos grandísimos músicos, de composiciones muy suyas, que en su larga trayectoria se han ganado el hecho de ser tan valorados y respetados.

Setlist Magma:1.Theusz Hamtaahk ;2.Zombies;3.Kobaïa.

Toni Marchante

OPETH

Nos volvían a visitar en este festival Opeth, de nuevo como uno de los cabeza de cartel, en una situación muy similar a hace dos años cuando estuvieron por aquí, es decir, recién salidos del estudio de cocinar un nuevo trabajo. Para esta vez nos ofrecieron un set list muy atomizado y repartido entre todos sus discos. Cada canción pertenecía a un disco distinto quitando “Heritage” del que nos interpretaron dos temas. De todas formas, de las diez canciones que conformaron el set list, cuatro de ellas ya fueron interpretadas en su anterior visita a este festival, grandes canciones por supuesto, algunas imprescindibles, pero podrían haber dado la oportunidad a alguna que otra de esas que muchos consideramos deudas pendientes y que no escuchamos desde hace tiempo en España como “Burden” o “Ghost of perdition” por mencionar alguna.

De forma puntual y con intro mística asaltaron el escenario para comenzar con “Cusp of eternity” de su último “Pale Communion” gratamente celebrado por los que allí estábamos. Inmediatamente “The Devil´s Orchard” se precipitó sobre la Plaza del Poble Espanyol en una interpretación milimétrica y suficiente para crear un ambiente tántrico. Al finalizar Mikael se dirigió por primera vez al público con un sencillo ¡Hola somos Opeth! Para encadenar esa serie de golpes humorísticos marca de la casa, como el anunciarnos que tienen nuevo álbum, que nos va a interpretar una cosa del nuevo disco, con algo de suspense nos preguntó: ¿estáis preparados? arrancando una nota en su guitarra y diciéndonos:¿qué os parece?…Esto es un A mayor”. También nos dijo que por fin iban a estar un buen rato en el escenario después de venir de telonear a unos “Iron fucking Maiden”…Genio y figura el escandinavo que siempre nos suelta con gracia y maestría estas series de perlas que hacen que los espacios entre canción y canción sean tremendamente divertidos.

Tras esto entramos en la fase dura revisitando su álbum “Blackwater Park” de la mano de “The Leper Affinity” y después “Godhead´s Lament” de su “Still life”, ambos sonaron fuertes y contundentes, gracias sobre todo al buen sonido del que gozaron durante todo el concierto. Treinta y siete minutos de concierto y ya el personal estaba totalmente entregado, con todo el mundo coreando “Miiiiguelito” ante las gracias de un Mikael Akerfeldt que no dudó en ceder la palabra a Martín Méndez quien saludó y dejó a Mikael para lanzar “The Rid the disease” de su recién reeditado “Damnation”, dando un momento de tregua y dotando de cierto protagonismo a Joakim Svalberg que nos arropó con sus teclados y nos mostró sus grandes cualidades. Los acordes acústicos de “I Feel the dark” de su “Heritage” siguieron embelleciendo el momento hasta romper de raíz con un gran clásico y uno de los temas favoritos de Mikael, “Heir Apparent” cuando la noche ya nos cubría, dejando más protagonismo a la luminotecnia y volviendo a la contundencia y a la maestría, con un Fredik Akesson poderoso en los riffs y que decir de Martin Axenrot, un pedazo de batería que lo mismo te clava el death metal como el rock progresivo más exigente. “Heir Apparent” de su “Watershed” para mí sobresalió sobre los demás y es que su estructura de constantes altibajos extremos y suaves y su grandioso final se escenificaron de una forma impresionante. Para no perder fuelle, tocaron “Demon of the fall” de su My Arms, your hearse” con sus oscuros guturales y una ejecución musical clara y transparente.

Nos íbamos acercando al final y la progresiva “The grand conjuration” de su “Ghost Reveries” fue lo siguiente en sonar, donde destacó de nuevo Martin Axenrot con una ejecución a la batería y las percusiones absolutamente increíbles. Tras bromear de nuevo con su nuevo álbum que llevará el nombre de “Sorceress” anuncian que van a tocar el último tema atacando “Deliverance”, otro de los esperados por su reciente reedición; temazo donde los haya que nos tuvo haciendo headbanging en su parte final. Para la actuación de Opeth en el programa del concierto figuraban dos horas de concierto, pero con hora y tres cuartos dieron por concluida su actuación, un concierto a la altura del que nos ofrecieron en su anterior visita, es decir de matrícula de honor, porque Mikael Akerfeldt es uno de esos seres afortunados en el mundo de la música en el sentido de que están tocados por la varita de la creatividad y la genialidad. El hecho de terminar antes y no haber hecho bis a algunos nos hizo ilusionarnos en imaginar que reservarían ese tiempo para un momento junto a Steven Wilson de repaso a Storm Corrosion, pero desgraciadamente no fue así.

Toni Marchante

Set list Opeth: 1.Cusp of Eternity; 2.The Devil’s Orchard; 3.The Leper Affinity; 4.Godhead’s Lament; 5.To Rid the Disease; 6.I Feel the Dark; 7.Heir Apparent; 8.Demon of the Fall; 9.The Grand Conjuration;10.Deliverance.

STEVEN WILSON

Un concierto de Wilson no es un concierto al uso, sino que es un espectáculo multimedia. La música, la actitud en escena, las proyecciones e imágenes, la calidad del sonido… todos esos elementos que al gurú británico le gusta aportar para darnos un espectáculo de máxima calidad y esa noche lo volvió a hacer. Acompañado por la misma banda que visitó nuestro país el pasado mes de septiembre nos brindaron un espectáculo sublime. Los dispositivos multimedia funcionaron a la perfección, las imágenes se reproducían en la pantalla gigante que tenían detrás y colocaron torres de altavoces también al fondo del recinto para disfrutar de un sonido envolvente brillante, donde escuchábamos matices y detalles además de potenciar y enfatizar más aún los coros, acercándonos si cabe más a la excelencia de su mundo.

Su actuación la podríamos dividir básicamente en dos sets y el encore, uno primero dando repaso a los temas más representativos de su último larga duración “Hand.Cannot.Erase”, pero intercalando “Lazarus” de Procupine Tree y que él rescató para actualizarlo y recogerlo en su recopilatorio “Transcience”. La interpretación de “Lazarus” fue muy emotiva, ya que fue el homenaje póstumo a las grandes leyendas Prince y David Bowie. Curiosamente, tal y como el mismo nos contó, en el último disco lanzado al mercado por David Bowie días antes de su muerte, recoge un corte llamado también “Lazarus”. La segunda parte del set estuvo más enfocada a su nuevo trabajo, el EP 4 ½, donde alternó con clásicos suyos y de Porcupine tree.

Metiéndonos en faena, el concierto comenzó con la introducción a los teclados de Adam Holzman interpretando “First Regret” mientras el resto de los músicos iban ocupando sus puestos para lanzar “Years Older” que arrancó como un cañón en su obertura y que dio pie a las primeras letras de Steven acompañado de su acústica. Fueron desfilando “Hand.Cannot.Erase”, la majestuosa “Routine” con sus impresionantes animaciones de Jess Cope y con la voz de Tinet Tayeb pregrabada, “Home Invasion” se interpretó como lo que es, un compendio de desarrollos instrumentales psicodélicos, de teclados alanparsianos y algún que otro ramalazo a lo Led Zeppelin que se continuo sin pausa con “Regret #9”, siguiendo con la temática conceptual del primer set y disfrutando del fantástico solo de Adam Holzman a los teclados y el pinkfloidiano solo de David Kilmister (el guitarrista sobre el muro de Roger Waters), todo bajo unas proyecciones que transmitían sensación de infinito donde la imagen se acercaba al ojo de una mujer, lo traspasaba y se veía a la misma mujer en otro contexto, repitiéndose la secuencia en un bucle infinito durante la canción. Momento de pausa para el homenaje ya comentado con “Lazarus”, para encarar la parte final de esta obra conceptual con la apoteósica “Ancestral” en uno de los momentos más grandes de la noche, la comercial “Happy Returns” que nos subió a los cielos para terminar con Adam Holzman a los teclados concluyendo con “Ascendant Here On…”. Hasta aquí todo auténticamente espectacular, sin ninguna sorpresa adicional a lo que vimos en su anterior gira por España, aunque el enclave ya marcó la diferencia.

La segunda parte del set, arrancó con “Index” en la versión actualizada que también pudimos ya ver y escuchar en su última visita a nuestro país y le siguió “Harmony Corine” transgresor tema de su álbum debut en solitario. Tras su finalización, Steven se dirigió al lateral del escenario preguntando por Mikael, todos entendimos de inmediato que se refería a Michael Akerfeldt de Opeth, con el consiguiente “Miiiiigelito! , Miiiiguelito!” del público, con el objeto de que apareciera por allí y nos regalaran alguna interpretación de Storm of Corrosion con sus dos componentes. Esta situación que todos deseábamos, no llegó a producirse, por tanto el sueño y la ilusión de muchos se quedaron truncadas porque no hubo Storm of Corrosion. Esta segunda parte se centró principalmente en su EP 4 ½ y los temas elegidos para la ocasión fueron la versión del tema de Porcupine Tree “Don´t hate me” y “Vermillioncore”.

Tras “Sleep Together” de Porcupine Tree llegó el descanso para retomar a lo grande con “The Sound of Muzak” del grandioso “In Absentia” de Procupine Tree, con un espectacular sonido envolvente en los coros gracias a los altavoces traseros, para concluir sentado en el centro del escenario ejecutando con maestría “The Raven that refused to sing” mientras se proyectaban las imágenes de su videoclip en la pantalla del escenario. Las alabanzas a Steven Wilson y su banda no son palabras gratuitas, sólo hay que ver uno de sus conciertos. El de esa noche fue absolutamente excepcional, se le vio muy a gusto, interaccionando continuamente con el público, como en su casa, sabía que este año era su festival, que las cosas se enfocaron para concluir con su concierto dejando el poso que a él le gusta dejar. No es sólo música, es una cultura, una forma de ver e interpretar la música donde intenta controlar el más mínimo detalle y eso forma parte de su grandeza.

Set list:1.First Regret; 2. 3 Years Older; 3.Hand Cannot Erase ; 4.Routine; 5. Home Invasion; 6.Regret #9; 7.Lazarus (Porcupine Tree song) ; 8.Ancestral; 9.Happy Returns; 10. Ascendant Here On…; 11.Index; 12.Harmony Korine; 13.Don’t Hate Me (Porcupine Tree song); 14.Vermillioncore; 15.Sleep Together (Porcupine Tree song).
Encore:
16.The Sound of Muzak (Porcupine Tree song); 17.The Raven That Refused to Sing.

Toni Marchante

TEXTURES

El sexteto holandés se vio en sus manos con la nada fácil papeleta de cerrar el festival. Eran casi las dos de la madrugada, mucha gente se había ido, y gran parte de los que quedaban estaban ya bastante fritos después de ocho horas de emociones intensas. Además, todos teníamos aún en nuestras mentes el maravilloso show del señor Wilson, poniendo un listón prácticamente inaccesible para quien fuera que viniera detrás. Pero los Textures no solo cumplieron, sino que pusieron el broche de oro al evento y excedieron mis expectativas con un concierto enérgico y divertido que se hizo corto y que consiguió mover al personal como ninguna otra banda en todo el día.

Para abrir la descarga escogieron la lenta y machacona "One Eye for a Thousand", que funcionó muy bien a modo de intro para poner a la gente gradualmente en situación. Enseguida atacaron con "Regenesis", uno de sus temas más conocidos, recibido con gran alegría por un público que empezaba a montar los primeros pogos. Brillaron especialmente algunos de los cortes de su reciente Phenotype, especialmente "New Horizons", su último single, que alterna partes muy épicas y melódicas con momentos más duros, y donde Daniel de Jongh nos mostró su capacidad de moverse con soltura en ambos registros.

A pesar de sonar matemáticamente perfectos y precisos, la banda no paró de moverse en todo momento, corriendo, saltando, intercambiando posiciones, animando al público, haciendo tonterías y sacudiendo la cabeza coreográficamente. Su energía y buen rollo se fué contagiando no solo al público que les veía incondicionalmente desde las primeras filas, sino que también atrajo a muchos de los que estaban en las gradas, que se fueron acercando al escenario a medida que pasaban los temas. No es por comparar, porque tampoco sería justo, pero si en la jornada anterior la gente se fuE yendo durante el concierto de The Pineaple Thief, con Textures pasó justo lo contrario, demostrando que, como algunos ya comentamos, quizás hubiera sido buena idea intercambiar las posiciones de los de los robapiñas y Agent Fresco, dejando a una banda activa y divertida para cerrar el primer día del festival.

"Illuminate the Trail", quizás el tema más logrado de su último trabajo, demostró que la diversión no está reñida con una altísima calidad y capacidad técnica como músicos. El ritmo del concierto se cortó un poco cuando la banda mandó posar al público para una foto, y también cuando dejaron solo al teclista Uri Dijk para que interpretara "Zman", una bonita instrumental que la gente aprovechó para comentar la jugada con el de al lado. Después de la emotiva y muy bien ejecutada "Timeless" que cierra Phenotype, la banda desapareció de forma un poco abrupta, haciendo un parón innecesario que condujo al bis, en el que nos pidieron que lo diéramos todo para los tres temas restantes. Lo pusieron fácil con la divertida y bailable "Reaching Home", la clásica "Singularity", y la esperada y cañera "Laments of an Icarus" con la que suelen cerrar sus conciertos y en la que se montó el mayor pogo del festival, circle pit incluido, para diversión de algunos progresivos más talluditos, que se lo miraron con gran curiosidad.

Un gran concierto que, a pesar de la hora que era, fue tremendamente entretenido y nos pareció corto a la mayoría de los que quedábamos. Un acierto escoger a esta banda para cerrar el festival, poniendo un final perfecto a una edición impresionante de este Be Prog! My Friend que sigue mejorando y se consolida año tras año como una cita ineludible para los amantes del metal, del prog, del rock y de la música en general.

Setlist Textures:1.One Eye for a Thousand; 2.Regenesis; 3.New Horizons; 4.Shaping a Single Grain of Sand; 5.Illuminate the Trail; 6.Awake; 7.Zman; 8.Timeless; 9.Reaching Home; 10.Singularity; 11.Laments of an Icarus.

Albert Vila

Este fue el año de la auténtica consagración del Be Prog! My Friend un festival que se va superando cada año, ya estamos ansiosos por ver qué nos traen en 2017. Long live Be Prog! My Friend!.

FOTOS: Aránzazu Peyrotau