Este año se cumple el 25 aniversario de una de los discos más importantes del rock, a nivel personal es el mejor disco de la historia pero esa es sólo mi irrelevante opinión. De lo que no cabe duda es que hablamos del disco rey entre los germinatorios del metal progresivo, el rock progresivo ya existía pero Dream Theater con este, dio un paso más en la introducción del concepto metal, los injertos iniciales implantados en su álbum debut (Rush, Metallica, Pink Floyd, etc..) cobran vida e inteligencia en las mentes de estos grandísimos músicos, John Petrucci (guitarra), Mike Portnoy (batería), John Myung (bajo), Kevin Moore (teclados) y un debutante Kevin James LaBrie (voz), al que quitaron el primer nombre para no confundirlo con el teclista.

Toni Marchante

Images and words es un disco muy especial y sienta las bases de lo que esta banda ha sido durante toda su historia: creatividad, melodía, progresividad, técnica, virtuosismo concentrados en ocho grandísimas canciones. Un disco que llegó a ser disco de oro en USA y Japón, aunque sólo alcanzó el número 61 en la cartelera Billboard 200. Un trabajo que comenzó a gestarse en 1991 con David Prater como productor, en Bear Track Studios, un estudio humilde en Suffern, Nueva York perteneciente a Jay Beckenstein, el saxofonista de Spyro Gyra quien tocó como invitado en la canción "Another Day". Incluso ya durante la gira de su álbum debut se pudieron escuchar en vivo temas como Metropolis. El disco también estrenaba sello discográfico bajo el auspicio de Atco Eastwest Records, viendo la luz en 1992 y haciendo James LaBrie su debut oficial en directo el 8 Junio de 1992 en New York cuando tocaron junto a Iron Maiden. Podemos decir sin ningún género de dudas, que este disco catapultó a Dream Theater. El auge de las televisiones musicales como la MTV hizo que sus videos “Pull me Under”, “Take the time” o “Another Day” dieran mayor difusión a la oferta sonora de una banda que comenzaba a ser grande.

  

Su portada es la expresión gráfica de su contenido sonoro. Un collage barroco, colorido, infinito como el cosmos que se observa tras la ventana, un disco de múltiples detalles que cada vez que se escucha sigue levantando pasiones como hace 25 años. Celeste cielo que contrasta con las rojas colchas y cortinas, como los cambios de ritmo o las diferentes escenas en las canciones que contiene, el gorrión que irrumpe en la habitación cayendo a toda velocidad como se menciona en “Pull me under” y una niña que sostiene un retrato al que retira su mirada, pensativa, ausente, mientras que un corazón encorsetado en espinas arde levitando en medio de la pomposa habitación, en el anagrama perpetuo de esta obra, un disco que si te conquista hará que tu corazón arda de emoción. Ocho canciones que son ocho maravillas, nada de rellenos, todo jamón de pata negra, de principio a fin, con una producción sonora exquisita y elegante, donde el sonido de los instrumentos está calibrado de tal forma que todos ellos suenen espectaculares, una contraposición extrema y totalmente antagónica a la paupérrima producción de su anterior “When dream day and unite”, lo que todavía hizo que sorprendiera más.

La presentación es contundente con “Pull me Under”, un tema comercial, de un estribillo con gancho y donde el metal se deja notar, pero donde se aprecian detalles técnicos por doquier, con una base rítmica de apisonadora y con la elegancia de un John Petrucci erigido en el patrón del barco. Y cobrando protagonismo el nuevo cantante, una voz también aguda, pero con más cuerpo y más fondo, alejándose de las limitaciones de su anterior cantante y de esa entonación cercana a Geddy Lee. La siguiente es una delicia, “Another day” un medio tiempo dotado de mucha sensibilidad y sentimiento, algo difícil de conseguir en el metal progresivo donde se suele pecar del virtuosismo y carencia de alma en algunas ocasiones, otro ejemplo donde la comercialidad y el progresivo se enamoran. “Take the time” es otro de los grandes temas de su carrera, frenético, lleno de grandes momentos, con un estribillo demoledor muy pensado para el directo (donde James nunca lo canta completo dejando la mitad para el público), con espacio para los solos entrelazados de Petrucci y Moore, un tema enérgico, intenso e incluso entrañable al final.

   

Otras de las características del disco es que en ningún momento decae, empieza en lo más alto y termina en lo más alto sin desfallecer en ningún momento. “Sorrounded” podría haber sido el cuarto single, porque tiene también sus dosis de comercialidad. Con un comienzo bello y pausado que contrasta con la intensidad del corte anterior, va adquiriendo cuerpo y va creciendo, pasando de balada a medio tiempo rockero. La voz de James va subiendo de intensidad para disfrutar de sus registros más gritones, la estructura rítmica de Portnoy nos hizo ver que venía un maestro de las baquetas y el solo de Petrucci se presenta con referencias cercanas a U2. Con una estructura de Campana de Gauss, el corte empieza en balada sube de intensidad y acaba en balada.

Termina aquí la primera cara y le damos la vuelta al disco para escuchar EL TEMA. “Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper” conocida por todos por Metropolis, contiene los mismos niveles de sonido en los instrumentos que las canciones anteriores pero carece de algo común en todas ellas, comercialidad. Metrópolis es una historia sonora y durante su desarrollo van sucediendo cosas, no tiene estribillos, pero la creatividad y materia gris empleada en ordenar estas notas es impresionante. La sucesión de pasajes, llenos de solos que se van relevando y el alto grado de sincronización en los constantes cambios de ritmo donde todo parece funcionar como una auténtica máquina, sitúa esta canción como un claro ejemplo de lo que significa el concepto Metal Progresivo. En el título de Metrópolis figura que es la parte 1, en una canción que no había intención de continuarse con una segunda parte, pusieron ese título por divertimento; el impacto que tuvo ésta en sus fans hizo que estos demandaran una segunda parte, la compensación ante la demanda fue generosa, con la edición de otra de sus grandes obras en 1999,el disco “Metropolis part 2: Scenes from a Memory”.

  

“Under a glass moon” nos muestra ante todo la maestría de John Petrucci a la guitarra, ya desde los cambios de ritmo del principio nos hacen disfrutar. La elegancia en la voz de James en las partes centrales se contrapone al frenético y veloz estribillo. La parte instrumental insertada en el tercer cuarto de la canción es admirable, para cerrar a lo grande con el estribillo. “Wait for sleep” más que una canción es un interludio donde James a la voz y Kevin a los teclados nos dejan muestra de sus aportes melódicos apareciendo en este track las palabras que dan título al álbum. Para finalizar “Learning to live” un tema al que posiblemente no se le ha dado la relevancia que se merece, otra exhibición más del combo americano, llena de melodías, excelentes giros y magníficos desarrollos instrumentales. Ese principio progresivo espectacular que posteriormente se suaviza, en un ambiente misterioso donde mientras canta James la guitarra y la batería van haciendo diabluras, pasando de un ambiente tranquilo a unos riffs amenazantes que se refuerzan por el seguimiento de una batería contundente, todo ello desembocando en impresionantes escenas sonoras instrumentales y terminando en una melodía final a modo de coro que se nos queda grabada a fuego en la mente.

Me compré este disco nada más salir allá por julio de 1992, desde ese momento mi corazón comenzó a arder y todavía sigue combustionando con la misma intensidad 25 años después. Un disco de los que uno no se cansa de escuchar, lleno de secretos, en mi opinión un disco perfecto, no le sobra ni le falta nada. Dream Theater han decidido darle el homenaje que se merece con una gira 25th Aniversario bajo el nombre de “Images, words & beyond” que comenzó a finales de enero y que pasará por nuestro país los días 28 y 29 de abril en la sala Razzmatazz de Barcelona y en el Bizkaia Arena BEC de Barakaldo respectivamente, todo ello gentileza de Rock´N´Rock. ¡No te lo puedes perder!

  

Toni Marchante

Temas:
1.Pull Me Under (8:11)
2.Another Day (4:22)
3.Take the Time (8:21)
4.Surrounded (5:28)
5.Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper (9:30)
6.Under A Glass Moon (7:02)
7.Wait for Sleep (2:31)
8.Learning to Live (11:30)