Bule Bule Toga Fest – 30 de Septiembre’17 – Sala Zero (Tarragona)

Con el Amparito Roca aún sonando por las esquinas de Tarragona, ya va el segundo año que la semana siguiente de acabarse las fiestas de la ciudad, sigue la fiesta (y de que manera) con el Bule Bule Toga Fest.

Texto y fotos: David Aresté

Lo íbamos hacer al final, pero quizá mucha gente no llega a leerlo… así que lo diremos ya, hay que alabar el trabajo de DJ Machete de una edición a otra: a nivel de promoción consiguiendo el aforo que consigue para los dos días que muchos grupos que van a la Zero les gustaría tener; y además, hay que remarcar que para este año pudo confirmar a 5 grupos de diferentes países, convirtiéndose en una de las actividades más internacionales de la ciudad superadas por bien pocas. Librándonos del típico resfriado no pudimos ir al primer día, para así al menos asegurarnos el segundo… así que nos perdimos grandes conciertos como los de “Howlin Jaws” o “Les Lullies”, aparte de “The Crack”, “Sir Bald Diddley & His Ripcurls” o “The Phantom Surfers”. El segundo día prometía con grandes nombres como MFC Chicken, Los Chicos o Terbutalina indicando que iba a ser igual o más destroyer que el primer día, por eso ahí estábamos entre togas y con el ambiente ya caldeado del día anterior para la bacanal de música y baile.

Pasando la hora marcada, salieron a escena los ingleses "Oh Gunquit!" cuarteto con 7 años de actividad y con 1 disco en el mercado y varias demos, practicantes de un garage-rock muy enérgico y sin concesiones. La banda venía a presentar su último disco “Eat Yuppies And Dance”, y ya contaron con un gran número de público como decíamos al inicio. Cerca de una hora de repertorio para desgranarnos su propuesta intensa y eléctrica.

  

Vale que era lo que era y el estilo que era, pero eso no quita que el sonido estuviese alto durante parte del concierto, quitando protagonismo a la voz de Tina. La base si se oía fuerte, sobretodo el saxo de Chuchi Malpersona y la trompeta de Tina. Alguno de los temas que tocaron fueron “Fireballs”, “Caves” o “Bad bad milk”, aunque como hemos dicho todo su concierto estuvo repleto de momentos intensos y bailables. La banda se centra en Tina como show woman y casi como mujer orquesta, ya que toca las percusiones, la trompeta, canta y llevando su interpretación a algo circense es capaz de llevar un hoola hoop también mientras toca la trompeta.

Buen concierto de los ingleses, aunque si hubiese durado un poco más Tina no sabemos como hubiese acabado, ya que hizo de todo y más interactuando con la gente. Al fin y al cabo eso es de lo que se trata y pocas veces un primer grupo de un festival sale tan airoso de abrir la noche como lo hicieron ellos, felicidades.

Cambio de equipo,salida colectiva para fumadores… y ya llegaban los aires gallegos y el licor café anunciando que Terbutalina estaban a punto de darnos lo nuestro. Los gallegos con multitud de fechas en este verano, llegaban al Toga Fest presentando su nuevo disco “Sonido Esteiro” editado por Folc Records y Triunvirato. Garage punk en gallego de alta velocidad y directo a la yugular. Sin respirar un minuto nos ofrecieron un set de 20 temas en su tiempo de actuación y como decimos no dejó títere con cabeza.

  

Lejos de tener a Migui como foco principal y que tire del grupo él solo, tres micros a primera linea con Samu y Mon se prestan como una apisonadora y no te dejan respirar de la primera a la última nota. Algunos de los temas que sonaron fueron "Autopista", "Aditamin 500mg", "Furacán" o "Non sei que" y "Pa paou mamá" bailados y celebrados hasta la saciedad por los allí presentes. Buen concierto de los gallegos sonando como un tiro aunque bien es cierto que Brais a los teclados no tuvo mucha presencia porque entre toda la banda y el jaleo de la gente no se oyó prácticamente. Primer indicio de la noche dejándonos ver que iba a ser muy destroyer.

De Galicia saltamos a Madrid con uno de los grupos que tienen el mejor directo nacional, ellos son los Chicos y venían a liarla al Bule después de su paso por la segunda edición. El grupo comandado por el inquieto Rafa a las voces fue el único que salió con toga al escenario, indicando su implicación con la fiesta. Venían presentando su último “In the age of stupidity” del año 2013, su sexto disco en sus 15 años de carrera, todo un referente de la fiesta y del rock dentro de la escena nacional.

  

La verdad es que si estábamos subiendo de intensidad con los dos primeros, con esto no fue para menos y nos costó disfrutarlo en primeras filas sin tener que recibir algún golpe, aunque tampoco nos quejamos ya que son cosas de estar a primera linea de batalla. Hicieron un set de 15 temas donde sonaron algunos como “Muddy Muddy”, “Sheep Attack”, “Party Train”, “Treat her right” o “We sound amazing but we look like shit”… temas directos, rock sin concesiones con una base rítmica potente y un gran trabajo de los hermanos Urchaga a las guitarras. El sonido aun estaba un poco alto pero se fue arreglando a mejor diferenciando más la base de Guillermo al bajo y Ral a la batería.

Gran directo que confirma el estado de forma de una de las mejores bandas del panorama nacional, y que tienen cuerda (y kalimotxo) para rato. Apuesta segura, ganadora y demoledora. El directo kamikaze de Los Chicos nos dejó de nuevo sin respiración, así que mientras cambiaban el equipo nos vino bien el descanso para afrontar la embestida de los pollos más locos del rock. Todo se estaba llevando bien, sin retrasos e incidentes, aunque la noche estaba siendo muy loca tal y como estamos dejando entender.

MFC Chicken llegaban a Tarragona tras una gira estatal de 14 fechas, presentando aún su último “It’s…MFC Chicken Time!” aunque son unos habituales de nuestro país y siempre suelen hacer o varias fechas o algún evento individual. Con residencia en UK y con parte de los más locos aún Fuzillis con Zig y Dan Criscuolo, no tienen inconveniente a salir de gira por aquí esta vez con Spencer Evoy, líder de los pollos y que también pudimos ver el año pasado con The Fuzillis.

  

Sin ir tan a degüello el concierto de MFC es más divertido, bailable y cantar a pleno pulmón sin tener que preocuparte que un pogo sin control te derrumbe como un bolo. Aunque eso solo duró al principio la verdad, ya que luego ya surgieron las avalanchas, crowdsurfing y varias salidas de Zig, Steven y Dan, padeciendo más por el último y por su enclenque constitución.

Los temas que tocaron fueron “Chicken Shack”, “Study Hall”, o “Gross People” hasta llegar a 26, unos temas cortos, rápidos y que no te dejan respirar. Un repertorio basado en sus 4 discos (y varios singles) y que disfrutó del primero al último de la sala. La banda con un directo sensacional, tienen sus shows aprendidos al pie de la letra y lo transforman en un gran espectáculo, la voz casi de dibujo animado de Spencer y su técnica brillante para cualquier forma, la base rítmica de Zig al bajo y Ravi a la batería, y la clase y vacile de Dan a las seis cuerdas. Esperemos que vuelvan pronto esta vez con el nuevo disco de The Fuzillis para presentar. Fiesta asegurada.

  

Acababan el festival otro de los “conocidos” de la escena como son los japoneses The Minesotta Voodoo Men. Con 17 años a sus espaldas el power trío mezcla el las raíces del Beat con el descaro y la visceralidad del punk para crear un estilo propio y unos conciertos divertidos y adrenalínicos, no tan destroyers como los de sus compañeros, pero también tienen su punto.

Ringo al bajo fue el comandante del show, cantando y presentando los temas… cortes también rápidos y muy directos, con una gran base entre los tres: Ringo al bajo, Fabien a la guitarra y Pete a la batería con una gran pegada. Lejos de quedarse sin fuerzas, la gente seguía dándolo todo bailando y jaleando los temas de los japoneses. Aun haciendo su faceta de frontman, Ringo se parte el protagonismo del show con Fabien, guitarrista con técnica, mucha implicación con el público y un poco loco tal y como pudimos ver en la parte final del show.

  

De los toga fest en los que hemos estado nunca habíamos visto tan claro el significado y lema que llevan por bandera: desmadre. La gente no paró ni un momento desde el primer al último concierto, haciendo los grupos lo propio acabando con Fabien subido a uno de los conductos de ventilación tocando al revés, tal cual… y para rematarlo la sala no aguantó tanta intensidad y se fue la luz durante un rato. Todo muy (mucho) intenso, hasta el final.

Es más que evidente el crecimiento (casi exponencial) del festival, lo podemos ver en los cambios de una edición a otra… en los precios, carteles, actividades, grupos, y este año primer contacto con la gastronomía en el propio festival teniendo un resultado más que aceptable. La sala Zero es “familiar”, el contacto con los grupos es directo y ya casi es una tradición hacer el festival allí… Pero siendo arriesgados si sigue creciendo así el festival no le damos más de dos años para que no se quepa en la sala, así que no estaría de más plantearse donde se podría hacer para el bien de todos., partiendo como trasfondo que el festival ya ha pasado a mayores y necesita una mayor infraestructura por su mayor repercusión.

  

El año que viene tendremos la quinta edición celebrando los 40 años de la película Animal House, si este año nos ha parecido destroyer, el año que viene ni nos lo podemos imaginar. Veremos en que acaba todo, seguiremos informando.

Texto y fotos: David Aresté