Truckfighters + We Hunt Buffalo + Witchrider – 3 de Noviembre’16 – Sala Razzmatazz 3 (Barcelona)

Texto y fotos: Edko Fuzz

El fenómeno Truckfighters es un caso digno de estudio. Su sonido es stoner rock prácticamente sin aditivos, y sin embargo su imagen, su público y su stand de merchandising parecen el de una banda de hardcore melódico o algo parecido. A los hechos me remito: bermudas, zapatillas deportivas, camisetas de varios colores y diseños, pegatinas, calendarios y una chavalada con una media de edad que no concuerda con la que se ve en el resto de conciertos de stoner rock en Barcelona. Así, con un atractivo triple cartel, los suecos lograron atraer a una buena cantidad de fans en otra noche en la que saldrían triunfadores.

Inauguraron la velada los jóvenes austríacos Witchrider. Provenientes de Graz, estos chavales practican una especie de mezcla entre stoner rock y Nirvana que no suena nada mal. La banda empezó el concierto como trío ya que su guitarrista al parecer estaba enfrascado en un atasco en la ciudad, pero a la mitad del segundo tema el susodicho irrumpió en la sala y saltó directo al escenario para cachondeo de todos. La banda interpretó un corto set con temas como "OCD", "Black" o "Wind Up" que sonó sencillo y contundente. A la banda aún le faltan muchas tablas, tanto en imagen como actitud, pero suena contundente y tiene una buena base para progresar. Veremos.

Sin apenas tiempo a dejarnos respirar, tomaron el escenario los salvajes canadienses We Hunt Buffalo, un trio de stoner rock más clásico mezclado con actitud hardcore que voló la cabeza al público que ya empezaba a llenar la sala. La banda vino presentando "Living Ghosts" (2015), un discazo arrollador que se vio perfectamente trasladado al escenario gracias a un directo contundente y sin fisuras. Desgranaron temas como "Ragnarök", "Back to the River" o "Hometown" con una fuerza fuera de lo común, sorprendiendo al que escribe y destapándose como una de las bandas a seguir en la escena stoner mundial.

Los movimientos espasmódicos de Brendan Simpson abrazado a su bajo Rickenbacker son el elemento más visual, mientras que el guitarrista y cantante principal Ryan Forsythe descarga una auténtica tormenta de riffs de fuzz desatado a la vez que añade líneas vocales muy melódicas que aportan el contraste perfecto para que las canciones funcionen a la perfección. Su set también fue bastante corto y nos quedamos con ganas de más. Una grata sorpresa.

Tras otro cambio de escenario, saltaron a escena Truckfighters con toda una horda de seguidores hambrientos de decibelios. La banda capitaneada por Ozo y Dango no tardó ni cinco minutos en conquistar la sala, y a partir de ahí, la tormenta sónica no disminuyó hasta el final. Lo que primero llama la atención sobre el escenario con Truckfighters es la hiperactividad de su guitarrista Dango, por supuesto. El tío no para: baila, salta, jalea al público, hace muecas… Una salvajada. Lo de este tío no es normal. Porque aparte de todo eso, ¡el tipo toca la guitarra! De acuerdo, no es un virtuoso, pero es que apenas falla notas mientras salta girando en el aire. Un crack.

El contrapunto lo pone Ozo, mucho más discreto sobre el escenario, y esta noche quizá incluso un poco más de lo habitual. Lo que no pone nadie en duda es que Dango se lleva el gato al agua y eclipsa él solo al resto de la banda (mención aparte para el batería El Danno, una auténtica bestia tras los parches). Estamos en la gira de presentación de "V" (2016) pero no sonaron demasiados temas del disco y nos tuvimos que conformar con unos guiños con "The 1", "Hawkshaw" y "The Contract", echando muchísimo de menos cosas como "Calm Before the Storm". Qué le vamos a hacer.

El resto del concierto, pues os lo podéis imaginar: pogos sin descanso, algo de crowdsurfing y una audiencia entregada coreando pequeños himnos como "Monte Gargano", "Mind Control", "The Chairman" o, por supuesto, ese "Desert Cruiser" con el que la banda siempre pone el punto final a sus shows y que se ha convertido en un auténtico icono para la nueva generación stoner. Durante la escasa hora y cuarto de show, la banda no para ni un segundo haciendo que los temas suban, bajen y vuelvan a subir. De acuerdo, no son unos maestros de los desarrollos instrumentales, pero es que no les hace falta. El público siempre da su señal de aprobación.

A pesar del gran éxito del que gozan, Truckfighters se revelan como una banda bastante limitada musicalmente, aunque su propuesta no va de eso. Su rollo es la potencia y de eso van sobrados. El impulso que proporciona El Danno desde los parches se complementa perfectamente con el impresionante fuzz que sale de los Mesa Boogie de Dango para lograr una combinación atómica. Es por eso que si un día necesitas una buena dosis de electricidad y Truckfighters están tocando en tu ciudad, ni te lo pienses. Te van a poner las pilas.

Texto y fotos: Edko Fuzz