No sabes el porqué pero hay grupos que te enganchan desde el principio, desde que pillas el disco ya notas como vibra entre tus manos, como te corre ese gusanillo por el cuerpo que te pide que lo pinches urgentemente en el reproductor y te sientes a disfrutar. La última entrega de los madrileños Electric Fence, “Motorkiller” es ese disco. Escucha su música y disfruta.

Luis de Juan

Anclados en los setena, a miles de millas de Madrid, escuchando en alguna emisora local a Lynyrd Skynyrd a bordo de una desvencijada furgoneta hasta los topes y bebiendo bourbon barato dirigiéndose a algún garito sureño a tocar rock and roll. Así me imagino a los buenos de Electric Fence, por suerte para nosotros no debemos coger el delorean para disfrutar de este grupazo, están bien cerquita, en la capital, como capital es el rock and roll en el espíritu de Electric Fence.

El mundo del rock and roll no es fácil y menos aún en un lugar como nuestra tierra, si a ello le sumas los problemas que han tenido Electric Fence con “Motorkiller” dan como resultado, en el 99% de los casos, sacar la bandera blanca, rendirse y abandonar… no es el caso de nuestros protagonistas, por suerte para nosotros. Pongo en antecedentes, una vez grabado el disco el grupo perdía a su cantante, difícil papeleta para la banda, no es el primer discazo que no tiene la cobertura que necesita por una situación similar; por suerte, por el destino, rezando a algún dios o vete tú a saber porqué, los caminos del grupo se cruzaron con los de Jorge Coello (Gorjo)… todo volvía a fluir.
Acompañando a Gorjo tenemos al bajista y fundador, Edu Morales (Dudu), de las guitarras se ocupan los enormes Sergio Gabaldón (Hares) y Manolo Vendetta, ¡vaya clase se gastan!, aporreando los parches está Luis Maldonado. Un roster que da miedo, son pura dinamita y, lo mejor de todo, lo que oyes es lo que hay, pues se aprecia un sonido natural, crudo y duro, en una palabra, real.

Si no te fías del que suscribe, lo cual no sería descabellado, para corroborar mis palabras no tienes más que echar un vistazo al currículum de la banda donde aparecen conciertos con gente de la talla de Danko Jones, Blackberry Smoke, Supagroup o los nacionales Los Coronas o Sex Museum. Vamos, que no es paja.

Si bien es cierto que el disco orbita, casi en su totalidad, alrededor del hard rock americano clásico, del de olor a bourbon y madera, no es menos cierto que se aprecian ciertos toques bluseros en el trabajo lo que aporta, aún más si cabe, elegancia a las composiciones. La ausencia de ataduras a la hora de componer da como resultado que las influencias de estos musicazos fluyan y el aroma a grupos como The Black Crowes, Lynyrd Skynyrd, AC DC, The Allman Brothers o ZZ top, salga a relucir y nos haga disfrutar. En fin, puro rock and roll.

El trabajo se inicia con “Who stole the fire” donde el ritmito del charles acompañado del bajo ya va dejando constancia de hacia dónde nos dirigimos; comienza el espectáculo con un inicio progresivo donde la voz conduce de manera magistral a la banda hasta el estribillo donde todo el mundo se desata, con punteo de guitarra incluido. Tema súper pegadizo, guapísimo para iniciar las hostilidades. No perdemos comba con la canción que da nombre al disco, “Motorkiller”, de inicio aceleradísimo, con riff de guitarra súper pegadizo y el amigo Gorjo haciendo las delicias del respetable, ¡parece Bon Scott el tío! Una canción corta pero de ritmo endiablado que no para ni un segundo, lo que se agradece, pues un tema netamente roquero necesita esa alegría y velocidad. Chapó para el trabajo a las guitarras, madre mía que cantidad de cambios y que rollo tan bueno le dan al tema. Un gustazo, estamos disfrutando de lo lindo.

Con “What i am” soltamos el acelerador para degustar los aromas sureños que tan bien facturan Electric Fence con un medio tiempo muy pegadizo altamente recomendable; el combo suena perfectamente conjuntado y es difícil destacar el trabajo de unos por encima de los demás. Pura crema. Como un cañón arranca “Red moon eclipse” donde gana preponderancia la base rítmica con respecto a las guitarras. Un tema elegante y cañero a partes iguales, muy pegadizo, de los que te hacen mover el esqueleto.

Don´t dare” arranca con el bajo atronando, con un ritmo complejo dejando que la voz se guste en un tema difícil, de muchos quilates. A continuación estalla la marchosa “Black Widow” una canción con un buen rollo brutal. Puro rock and roll a medio tiempo recuperando esa esencia hard roquera de décadas atrás y con un estribillo que es, sencillamente, genial. Cojonuda la canción, si con esto no te mueves abandona el rock and roll.

I hold my claw on you” es la canción más curiosa del disco, con un rollo algo oscuro a medio camino entre los Stray Cats y labor en solitario del jefe Brian Setzer. Desde luego, un temazo que rebosa buen hacer y calidad en cada nota. “Turn it on” nos devuelve al bar de carretera y al hard rock más clásico con una estrofas en plan ACDC y un estribillo rápido y eléctrico puro rock and roll, ojo al último punteo de guitarra porque es bestial dando paso a un final donde la banda se deja la piel. Pone fin a tanto gozo “I´ll never turn my back on you” donde sale la vena más tranquila y melancólica de la banda con una balada de auténtico lujo donde la guitarras brillan con luz propia, una gozada para cerrar un disco redondo.

Un verdadero placer poder escuchar y poder disfrutar de un grupo como Electric Fence y, a la vez, un problema para este humilde oyente a la hora de calificarlo pues poco puedo decir ante un trabajo de tanta calidad y tan currado como este, solo diré que es un disco especial, de esos que engancha y que te llena. Si has leído estás líneas y te ha picado la curiosidad no lo dudes ni un momento hazte con “Motorkiller” y disfruta.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Temas:

Who stole the fire
Motorkiller
What i am
Red moon eclipse
Don´t dare
Black widow
I hold my claw on you
Turn it on
I´ll never turn my back on you

electricfencerock.bandcamp.com