En 1991 el mundo tembló, la sangre bajó por los ríos tiñendo de rojo el elemento que hace posible la vida; oscuros y amenazantes nubarrones tapiaron el cielo negando la luz de Dios a los humanos. El 12 de noviembre de ese año, en Estocolmo, Entombed lanzó uno de los álbumes más relevantes del Death Metal de todos los tiempos: Clandestine. Una obra definitiva para el género, segundo álbum de la banda después de esa enormidad malévola llamada Left Hand Path y que tendría como tercera parte otro disco clásico y básico del metal extremo llamado Wolverine Blues.

Clandestine emergió de las tinieblas gracias al talento de tipos como Alex Hellid, Lars Rosenberg, Uffe Cederlund y (en pie todos) Nicke Andersson. Ante la ausencia de LG Petrov, fue Nicke Andersson quien se encargó de la parte vocal aparte de crear el logo y el back cover del álbum y, cómo no, tocar la batería en un ejercicio de clase memorable. Era ese disco abrasivo, demoledor; una tormenta de fuego, las puertas del Averno abiertas de par en par que mereció excelentes críticas, merecidísimas por supuesto, y que abrían el camino de la época más esplendorosa de la banda en particular y del Death en general. El sonido Estocolmo arrasaba con todo y con todos…

Lo que vino tiempo después ya es historia, la banda se desmembró, Andersson parió la mejor banda de todos los tiempos The Hellacopters y, Entombed se tambaleó. Aún hubo tiempo para que otro discazo llamado To Ride, Shoot Straight and Speak the Truth (todavía con Nicke a la batera y guiando el rumbo de la banda) llevándose cuanto encontraba por delante, temas como Damn Deal Done, Ligths Out o Wreckage son tan descomunales que todavía hoy erizan el pelo del ojete. ¿Y después de eso? La creación de Entombed AD (la banda de LG Petrov) y atención todos: la reunión de las 3/5 partes de la banda original.

25 años después del estallido de Clandestine, el 12 de noviembre de 2016, Alex Hellid, Uffe Cederlund y Nicke Andersson se reunieron para rendir homenaje al disco que habían parido. Se dividió en dos partes, la primera: la Malmö Symphony Orchestra And Choir recreó el disco en formato sinfónico bajo dirección de Thomas Von Wachenfeldt y ante la atenta mirada de los orgullosos padres de la criatura. La segunda, Entombed tocaría el álbum entero más la tremenda Left Hand Path. Los cromos faltantes para recomponer la banda fueron Robert Andersson como vocalista y Edvin Aftonfalk al bajo procedentes de la banda Morbus Chron.

La portada de este álbum es obra de Dan Seagrave y solamente se puede definir como brutal (ya ilustró el Left hand Path y Clandestine para la banda). El nivel de detalle es espectacular: puedes quedarte largo rato saboreando cada detalle del álbum, las intrincadas figuras que surgen de las raíces son sublimes.

Qué pasó esa noche histórica? Ojalá hubiera estado ahí para vivirlo porque las sensaciones que me dejan son sí, pero no. No hace falta más que comparar los dos discos para ver que el homenaje no luce como debería. Pínchate el original después de haber escuchado el directo para darte cuenta. La fuerza vocal de Robert no llega a los niveles de Nicke, la potencia ultra dimensionada del original hace que este directo palidezca, suena duro pero con menos pasión que el original. La electricidad del directo no traspasa los surcos del plástico, los interludios del público aullando, aplaudiendo, silbando y volviéndose loco no aparece más que como una sutil vocecilla adormecida. Quizás sea un problema de cómo se grabó el álbum y no de cómo sonó o se vivió, pero la verdad es que no toca la fibra lo que debería, no emociona ni hace temblar tu alma con cada riff, cada beat, cada growl. Sin sonar mal y aun sonando duro no da lo que debería…en todo caso lo que seguro no encontrarás es un disco directo imprescindible (hay pocos, en mi opinión…) y ojo, no es un mal álbum, pero tampoco una pieza indispensable en tu discoteca.

Si puedes hacerte con la edición de 2017 (que se llamó simplemente Clandestine), que incluyó la parte sinfónica, puede que se haga más apetecible este Clandestine Live siendo para los fanáticos de la banda pieza a coleccionar, aunque el resultado final diste de lo que muchos esperaríamos. Es una lástima por lo que representa el disco dentro del Metal en general y el Death en particular, pero simplemente se queda en un ejercicio a medio gas, un homenaje que queda algo deslucido. Aun así, hay buenas noticias y es que Entombed se han reunido para este homenaje y parece ser que puede que vayan grabar nuevo material. Si así fuera, será ahí donde veamos el calado de la nueva reencarnación de los dioses del Death & Roll. Con material totalmente nuevo quizás saquen a relucir todo el potencial, habrá que esperar hasta entonces. Quizás sea un buen momento para recuperar esos primeros cuatro álbumes de la banda, esa edad dorada de los suecos en que dominaron la escena y sentaron las bases para muchas cosas que vendrían después.

A finales de Agosto Entombed A.D., los de Petrov, sacarán nuevo álbum y las comparaciones saltarán de nuevo, veremos quién es capaz de hacer besar la lona a quién… ¡Lights Out!

Marcel Palagós

Temas:

Intro (Severe Burns)
Living Dead
Sinners Breed
Evilyn
Blessed Be
Strange Aeons
Chaos Breed
Crawl
Severe Burns
Through the Collonades
Left Hand Path