Tenemos la posibilidad de conversar con los madrileños Hotel Valmont, que recientemente han publicado su primer disco llamado Señales y que actualmente están presentando su trabajo en directo por toda la geografía nacional.
Belch

Muchas gracias por atender a Metal Symphony, cuando queráis comenzamos.Lo primero de todo es que os presentéis vosotros mismos. ¿Quiénes sois y cuál es vuestra propuesta?

Manuel, voz y guitarra, Beto, guitarra solista, Gary Dean, bajo, Pachi Cañamero, batería. Y la propuesta es rock, a veces fuerte, a veces acústico, mitad americano, muy español también.

¿Cómo os conocisteis cada uno de los músicos?

Bëto y yo desde que éramos bastante jovencitos en una banda de San Sebastián de los Reyes. Con Pachi y Gary a través de Carlos Macías, nuestro productor, el cantante de Maggot Brain.

La banda ha ido cambiando mucho y, si no me equivoco, poco antes de grabar el disco, tuvisteis que cambiar de batería incluso. ¿Cuál es un poco la historia de la banda entonces?

Muchos altibajos al principio, muchos cambios de formación a partir de 2008. Antes, funcionando yo en solitario y Bëto pasando por diversas bandas, The Moonstones, The Browns, hasta que acabamos montando el proyecto y retomándolo más adelante. Conciertos, maquetas… y al final, un planteamiento serio y definitivo de grabar el disco.

Tras la grabación del disco, ¿se puede decir que ya habéis encontrado la estabilidad como banda? Entiendo que Manuel sea la cabeza pensante y líder junto a su mano derecha Beto pero, ¿tenemos banda para rato?

Tenemos banda para rato, sí. Ahora más que una banda ya somos un grupo de amigos, algo que personalmente siempre he aspirado a conseguir. Así es todo más fácil, tocar, probar, componer, grabar… incluso discutir. Todo es más amable, más natural, que cuando tocas con gente con la que no vas en la misma dirección.

Estamos ante un disco que baila entre el pop y el rock, pero con muchas influencias de blues, soul, folk… por lo que no os cerráis a nada y no repetís los clichés establecidos. ¿Esta no es, pues, una banda de pop o rock al uso verdad? ¿Qué músicos os influencian a la hora de crear este Señales?

Ninguno en concreto y muchos en general. Rock español, Burning, Trogloditas, Antonio Vega… rock americano, Petty, Mellencamp… sureño, los Faces o los Black Crowes… hard rock, Guns N’ Roses, Social Distortion… el abanico es amplio. No merece la pena cerrarse a nada.

Si no me equivoco, el trabajo ha sido grabado en Cáceres en los estudios donde grabaron Maggot Brain. El resultado para mí es perfecto y suena como si un productor con renombre lo haya grabado en un estudio americano con todo tipo de equipo y posibilidades. No obstante, ¿vosotros estáis satisfechos con el resultado? ¿Cómo habéis conseguido sacar tal rendimiento de los recursos que habéis tenido?

Absolutamente encantados con Carlos y el ingeniero de sonido, Alfonso Espadero. Suena en efecto muy bien. Combinamos las ganas y el impulso y la pasión por la música de Carlos con la sabiduría y la experiencia de Alfonso, y Bëto tocó sensacional, bajo y guitarra. Pachi descomunal a la batería. Convivimos juntos. Música las 24 horas al día. Colaboraciones de amigos con un talento descomunal, coordinados por Carlos. Coristas, saxo, acordeones, violín, los teclados. Iba apareciendo gente por el estudio. Había cabida para todo. Hablábamos mucho, el ambiente era sensacional, había risas, emociones compartidas, recuerdos de gente que ya no estaba… el clima de una grabación mágica, la verdad. Supongo que así, con menos recursos (que viene a significar menos dinero), sacamos un mayor partido de todo.

¿Cómo es la composición en la banda? Manuel aparece como el compositor principal, pero, ¿qué nivel de aportación han tenido el resto de músicos?

Las canciones están escritas por mí, arregladas las guitarras en primera instancia por Bëto, y preproducidas por Carlos Macías. Después Alfonso aportó un kilo de granos de arena y Carlos produjo con una entrega y una devoción acojonantes. Pachi era elemento fundamental por su músculo, convirtió canciones de pop rock en canciones de rock fuertes, sencillamente tocando como un maestro. Al final ha acabado en la banda por esa inercia de la grabación, buen ambiente y conexión entre nosotros. Que las canciones las escriba uno u otro es igual, porque al final la labor de equipo fue fundamental.

Alguna de las canciones tienen muchos años, otras más recientes, pero Manuel parece que estás plenamente convencido de estos temas. No obstante, ¿ves algo que digas, pese a todo… lo cambiaría?

Cuando acabas de grabar un disco y lo escuchas mil veces piensas en cambiar muchas cosas, pero no hay nada concreto que cambiaría ahora mismo, varios meses después de terminar de grabarlo. Quizás añadiría algunas capas más aquí y allá, pero queríamos que lo produjese Carlos y hay que tener esa humildad de dejarse producir por alguien con más experiencia.

De los cortes, ¿cuál es el que más te ha gustado o del que más satisfecho estás y el motivo?

"Bajo el manto de fuego" es mi favorita" de las canciones, digamos, más reposadas. Es una canción que le escribí a mi madre cuando la perdí y el trabajo de Carlos y del resto de músicos a la hora de poner flores en ese santuario ha sido sensacional. De las canciones más duras, supongo que "1959" y por un motivo parecido, es un homenaje a mi padre, que desgraciadamente tampoco está conmigo ya.

Quisiera destacar el corte California, que para mí ha sido la gran sorpresa. En vuestra web ponéis que hacéis rock y este corte justifica plenamente esa etiqueta. Sin embargo, hay otros cortes más lentos e intimistas y bastante pop. ¿No echáis de menos en el disco, algo más de mala leche? ¿Cómo surgió este California?

No, no echo de menos más mala hostia, creo que es un disco equilibrado y si escuchas las letras de "1959", "El Rey Lagarto" o "La Señal" creo que los ajustes de cuentas con el mundo son evidentes. Pero seguramente el siguiente disco será más rotundo en ese sentido. Creo que el disco tiene canciones de rock y otras más pop, si quieres, la primera parte del disco es más inmediata y la segunda más intimista. "California" surgió una tarde hace tres años donde andaba jugueteando con la guitarra y pensando en lo mucho que me gustaría tocar algún día en Los Ángeles en uno de los clubs que seguramente ya casi ninguno permanece abierto. Ese sueño, ese delirio de ser estrella del rock en L.A., fue el motor de la canción.

El Rey Lagarto es un corte que gustará mucho a los más rockeros, sin duda. En cuanto a las canciones más lentas, destacaría Radiografía de un Fracaso. Háblame un poquito de estos dos temas.

El Rey Lagarto es una canción que escribí en 1999 pensando qué demonios había sido de Axl Rose. Es una canción que hace alusión a él y a un supuesto musical que escribió en esos años llamado "En el trono del Rey Lagarto", imagino que obsesionado por la figura de Jim Morrison. El musical nunca vio la luz, pero yo seguí obsesionado con Axl y su retiro. De ahí el tema. "Radiografía de un fracaso" es un tema emblema de esa parte de nosotros que quiere huir de todo, coger un barco y perderse, coger el coche y no parar hasta no ver un alma, es una especie de canto a la individualidad, y también un recuerdo a una aldea de Galicia donde pasé grandes temporadas de chaval. Es un poco una mezcla de sentimientos, el fugitivo y el que se reencuentra con su infancia. Quizás eso quiere decir que quiero escapar del mundo adulto, no lo sé. Quizás sí.

Muchos de los temas, en acústico pueden sonar muy bien sin duda, es algo que me ha venido a la mente una vez escuchaba vuestro trabajo. ¿Es algo que os planteáis, una gira en acústico?

No, todo lo contrario de hecho. Es verdad que los temas están compuestos en acústico, pero lo que queremos ahora es endurecer el sonido, pisar el pedal, avanzar en ese sentido, buscamos sonidos de rock americano y de rock duro sin renunciar a los sonidos sureños de slide y coros soul guarros. Las nuevas canciones que estamos tocando en directo van en esa dirección. Pero la gira será fundamentalmente eléctrica, y cuando desenfunde la acústica Bëto seguirá con la eléctrica en todo momento. Sonamos cada vez más recios, más turbios.

¿Qué ofrecéis en directo? ¿Qué es lo que se encontrará alguien que se acerca a ver a Hotel Valmont? Bien es cierto que ya habéis girado con estas canciones por muchos bares de Madrid, incluso antes de sacar el trabajo, especialmente Manuel. Tras el disco, ¿estáis viendo mayor afluencia de gente?

Como te decía, sonamos más fuertes. Y sí, la gente parece que ha respondido fenomenal al disco, no hemos vendido mucho, pero hemos incrementado el número de caras nuevas en los conciertos, que es lo que queremos, que los amigos sigan viniendo pero que cada vez se acerquen a vernos más gente nueva. Y el que venga encontrará casi todo el disco tocado con más rabia, los momentos más intimistas al borde de la histeria y el llanto, mucha comunión, risas, sudor, cerveza y guitarrazos por doquier. Y canciones nuevas que están recibiendo una buena primera acogida, por cierto, además de alguna versión. Yo diría que el show es completo, conciso, divertido y emotivo a partes iguales.

Y, hablando de directos, ¿Qué fechas tenéis cerradas ya para los próximos días?

Vamos a Plasencia el 13 de abril, el 14 a Cáceres, y luego volvemos a Madrid para telonear a Los Deltonos el 26 de abril en Gruta 77, y diez días más tarde, el 5 de mayo, estaremos en Wurlitzer de nuevo en la Fiesta del 12º Aniversario del sello y la agencia de prensa Lengua Armada, con Julien Elsie y The Lizards. Más adelante iremos a Barcelona el 30 de junio y tenemos alguna que otra fecha pendiente de confirmar.

Sin más, por nuestra parte, solo daros las gracias por vuestro tiempo y dejaros un espacio para que digáis un poco lo que queráis a la gente que lee Metal Symphony.

Gracias a vosotros por vuestra atención, y esperamos que el disco os guste, que como han dicho por ahí de nosotros, no hacemos un estilo concreto pero gustamos a gente a la que le gustan bastantes clases distintas de música, y que la gente escuche las letras, que se pare a escuchar las canciones despacio, que no hay un estilo concreto que sea mejor que los demás. Un fuerte abrazo.

Belch
Fotos: Vidal Fraguas