“Return to Eden” es el tercer larga duración de los canarios Esclavitud que, tras el cambio de su vocalista, han dado una genial vuelta de tuerca a su propuesta decantándose por las composiciones complejas y extensas donde la técnica instrumental es el late motiv de todos y cada uno de los temas, una suerte de combo a medio camino entre Queensrÿche y los actuales Iron Maiden, casi nada.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Muy bien les ha sentado, a nuestro parecer, el cambio de frontman a los canarios Esclavitud. Adrián Lugo dejó su lugar al frente de las operaciones a Marc Quee, vocalista melódico con un timbre muy elegante y característico que llega incluso, en algunos pasajes, a poseer registros femeninos; ello unido al abandono de la lengua de Cervantes por la de Shakespeare y un claro giro hacia el heavy metal más técnico y progresivo han dado lugar han un excelente disco superior a sus precedentes, en mi humilde opinión.

Acompañan a Quee un terceto de auténtico lujo: Alex Guerra a la guitarra solista, Mauro Martín a la batería y Ramón Cebrián al bajo, que el tío se da hasta un aire físicamente al semidiós Steve Harris. Ya os anticipo que golpeando las cuatro cuerdas no tiene que envidiarle.El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en D.C. Studios por David Correa, el cual, junto a la banda, se ha encargado de la producción del mismo. Del Art Work se ha encargado Hiurma Delgado y es menester reseñar que ha colaborado en la elaboración de las canciones el antiguo cantante Adrián Lugo.

Se inicia la tempestad con la diversa “This time” en la que tras un arranque pausado se destapa el tarro de las esencias en un tema ágil y directo que se desarrolla como un cañonazo imparable y que muestra las virtudes de la banda, esto es, pureza y virtuosismo sin ambages, son cuatro músicos y como tal suenan, no se añade ni se suprime nada, lo que escuchas es el sonido de Esclavitud sin trampa ni cartón. Un fenomenal tema de apertura del plástico.

Sin bajar el pistón arranca “How i wish” donde un ritmo progresivo nos sirve de introducción a un tema complejo y, ciertamente, entretenido. Una guitarra a toda velocidad cabalga al ritmo de una contundente y súper técnica base rítmica de la escuela maideniana. Marc está sembrado en un tema que le va como anillo al dedo, estando además acompañado de unos coros brutales en el estribillo y que dan un empaque perfecto a la canción ¡Temazo!

No more lies” sigue el mismo esquema. ¡Un jodido cañón, vaya brutalidad de riffs! Directo a la yugular como un león ataca a su presa. He de reconocer que me gusta el rollo purista de somos cuatro y sonamos cuatro, pero hay pasajes en los que se echa de menos el acompañamiento de una guitarra rítmica, por contra, la ausencia de la misma nos hace deleitarnos con unas líneas de bajo que son una delicia y un gusto para el tímpano. Vamos que me está flipando el discazo.

Con una distorsión brutal de guitarra arranca “Brand new day” donde continúa la tempestad sónica de unos ritmos ultra técnicos que son fenomenalmente interpretados por la melódica voz de Marc. “To say goodbye” pisa el freno tras tanta chicha con un bonito medio tiempo que podríamos definir como la “balada” del disco sin llegar a ser una balada al uso. Con cierta parsimonia arranca “Die for me” en el que la faceta más contundente de la banda sale a relucir con un nuevo tema a medio tiempo con ciertos tintes progresivos que molan un huevo.

Entrando en el último tercio del disco golpea nuestros oídos la épica “War to end all war” donde las melodías cabalgan a lo largo de todo el tema con una clara influencia a los Maiden en el aspecto instrumental. Se trata de un buen tema, pero quizá es el que más añora una segunda guitarra de todo el disco que le dé contundencia y compacte la, por otro lado, fenomenal composición. Muy raruna es “Yes or no”, un tema dificilísimo de interpretar, muy variado y heterogéneo sin caer en la anarquía (ni mucho menos) y con un rollo a medio camino entre el rock y el heavy metal que deja a las claras la inclinación de Esclavitud por la vertiente más técnica del heavy metal. Café para muy cafeteros que diría un colega. Para mí, dos tazas.

Finalizamos con la canción que da nombre al disco “Return to Eden” con un estilo siguiendo los cánones del heavy metal más clásico. Un medio tiempo con cierto toque melancólico de tintes épicos que es una auténtica gozada para los oídos. Se trata de un tema extenso (no para el prog), complejo y con una elegancia bestial. Una auténtica gozada digna de los mejores paladares. La mejor canción del plástico dentro de la excelencia general del trabajo.

“Return to Eden” es un fenomenal tercer disco de Esclavitud y es que a pesar de ser solamente el tercero no estamos hablando de unos novatos en este rollo lo que se aprecia claramente en unos temas trabajadísimos, con líneas instrumentales muy complejas y unas preciosas melodías que te dejarán con las ganas de volver a pinchar el cd una y otra vez. Un placer escuchar y poder escribir sobre discos de tanta calidad. Enhorabuena.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

TEMAS:

1. This time
2. How i wish
3. No more lies
4. Brand new day
5. Tos say goodbye
6. Die for me
7. War to end all wars
8. Yes or no
9. Return to eden
https://www.youtube.com/watch?v=xFs5Ke3R-h8