Cuando el AOR empezó a ser reconocido como un estilo propio a mitad de los setenta, no había duda que el epicentro de todo el movimiento se situaba, como en tantos otros casos, en América. Bandas como Boston, Kansas, Styx, Toto, Foreigner o Journey reinaban en la primera etapa del estilo, que aún traía consigo pinceladas del rock progresivo de donde provenía.

Edko Fuzz

En la década de los ochenta, el estilo se mezcló con otros géneros de manera que empezar a trazar líneas claras entre etiquetas se volvía cada vez más difícil. Por supuesto, era cuestión de tiempo que el hard rock se mezclara con el AOR, o viceversa. Cada nueva banda que aparecía diluía un poco más las fronteras entre estilos y de hecho, algunas de las bandas totémicas de los setenta se pasaron también un poco al carro del hard rock. Sin entrar en valoraciones científicas que podrían llenar páginas y páginas de foros en Internet, una de las bandas más populares de esta generación fueron Bon Jovi. Su mezcla de actitud hard rock, con pinceladas AOR en el sonido y el espíritu de alguien parecido a Bruce Springsteen en las letras resultó ser un cóctel ganador. La banda vendía millones de discos y su éxito llegó a la escala global.

Era sólo cuestión de tiempo que aparecieran bandas parecidas al otro lado del charco. Y eso es precisamente lo que sucedió en Londres en 1984, cuando los dos ex-Samson Pete Jupp (batería) y Merv Goldsworthy (bajista) decidieron hacer un proyecto en una onda AOR-era / hard rockera que no distaba mucho de la esencia que caracterizaba a Bon Jovi. Para ello, se juntaron con el enigmático teclista Didge Digital (ingrediente esencial en cualquier banda AOR que se precie) y los hermanos Overland, Steve y Chris, que se ocuparían de las guitarras, a la vez que el primero sería la voz cantante en la banda.

Los cinco se pusieron a trabajar de inmediato y pronto grabaron una maqueta con seis temas que rápidamente les valió un puesto en la gira alemana de Meat Loaf como teloneros. Llegar y moler. Su primera aparición en su Reino Unido natal no fue hasta Febrero de 1985 y tras ello, pronto se metieron en el estudio fichados por CBS para su pequeño sello Portrait, para grabar el que sería su LP de debut, "Indiscreet". El álbum cosechó grandes críticas y logró que la banda consiguiera puestos en giras para artistas tan dispares como Tina Turner, Foreigner, Gary Moore, REO Speedwagon e incluso una parte de la gira americana de, claro que sí, Bon Jovi. ¿Había para tanto?

Solo había que pinchar "Indiscreet" para darse cuenta del potencial, el talento y la clase de FM. Y es que de buenas a primeras te encuentras con "That Girl", uno de los temas definitivos del AOR, o del hard melódico o de cómo demonios queráis llamarle. Todo, absolutamente todo, en esta canción funciona y encaja a la perfección. Tiene los ingredientes necesarios para ello: una melodía inolvidable, ganchos para parar un tren, arreglos fantásticos, una producción limpia como Dios manda en el estilo y, sobre todo, una voz. La voz de Steve Overland mandando y arqueando cejas a todo aquél que la escucha por primera vez. Una voz elegante, versátil, potente y bonita, de las que se llevaban antes. Mucha clase. Incluso Iron Maiden llegaron a grabar una versión de este tema, que se convirtió en el buque insignia de la banda y que, aún hoy, levanta pasiones cuando FM la interpretan en directo.

"That Girl" establece el tono para el resto de un disco que, a pesar de no lograr ser el éxito de ventas que hubiera sido en cualquier planeta con dos dedos de frente, se ha acabado convirtiendo en un clásico inapelable del AOR de los ochenta y de cualquier década en general. El trabajo que había en este disco saltaba a la vista: los temas estaban trenzados con mimo, con gusto y con talento. Todos los palos del género estaban aquí presentes. Temas más alegres como "Other Side of Midnight", "American Girls" (un homenaje MUY homenaje al "Jump" de Van Halen, no sé si me explico) se entrelazaban sin problemas con un auténtico baladon FM (valga la redundancia) como el que sería el primer single del disco, "Frozen Heart". Curiosamente, "Frozen Heart" es quizá el tema menos inspirado del disco, usando trilladísimos trucos baratos como subir el estribillo de tono en la parte final del tema para que no se haga aburrido. Aun así, por supuesto, la banda raya a un nivel altísimo mientras la clase corre a raudales por cada uno de los surcos del disco.

Había otra categoría de temas a las que a mí me gusta llamar las "Corrupción en Miami", pues encajan perfectamente con una estampa del Testarossa blanco de Sonny Crockett dejando atrás a toda velocidad edificios iluminados por neones rosas y celestes. Es el caso de un monstruo de tema como "I Belong to the Night": oscuro y un poco más duro que el resto, quizá el que recuerda más a Bon Jovi del disco y que se acercaba más al hard rock. Un riff de guitarra sorprendentemente prominente daba pie a una melodía de voz maravillosa y un estribillo memorable con juegos entre la voz y el teclado dificilmente superables. Más temas que me transportaban a Miami de golpe eran "Hot Wired" y su fantástica intro de club farlopero en South Beach, o "Love Lies Dying" que podría ser la perfecta banda sonora a esa escena en la que Ricardo Tubbs está triste porque le ha dejado la novia de turno.

Todo en este "Indiscreet" estaba bien planeado y bien ejecutado. Los teclados de Didge Digital nos llevan de la mano por pasajes enigmáticos y luminosos, mientras que la guitarra de Chris Overland se luce en los pocos momentos que hace falta, mientras que esos sonidos limpios con chorus son el perfecto apoyo en todas las canciones. La base rítmica de la banda no destaca, y eso es bueno, pues el AOR es un estilo donde el teclado y la voz mandan para dar un par de momentos de lucimiento a las guitarras cuando hay que acentuar un poquito las cosas. En este aspecto, "Indiscreet" casi podría ser un disco de referencia en el estilo, lo cual hace aún más de difícil digestión el hecho de que FM nunca llegaran a explotar como otras bandas en el género.

No es un disco perfecto, ni mucho menos. Hay momentos un poco menos lucidos que otros para el que escribe. Sin ir mas lejos, la propia "Frozen Heart" quizá sonaba demasiado genérica en un disco con temas tan memorables, así como "Face to Face", que a pesar de ser un buen tema sostenido por el buen hacer de la banda, también sonaba un poco a relleno ente tanto himno. "Heart of the Matter" era también un muy buen tema, pero para ser el que cerraba el álbum, quizá carecía del empaque que hubiera sido deseable.

Lejos de ser flor de un día, la carrera de FM prosiguió con otro disco de nivel altísimo, "Tough It Out" (1989) pero la banda se quedó anclada en un ostracismo del que no consiguió salir, y pasó a ser un nombre de auténtico culto en el género tras su disolución en 1995. No fue hasta 2007 que, reajuntados para la ocasión tras la llamada de Firefest, el gran festival AOR por antonomasia, FM se volvieron a juntar para hacer su primer concierto en 12 años. La respuesta fue tan positiva, que la banda decidió seguir una carrera que ha perdurado hasta nuestros días. FM sigue editando material de calidad de manera regular, y en este 2016 se cumplen 30 años de la edición de "Indiscreet", un disco que con el paso del tiempo se ha convertido en un auténtico clásico del AOR, no solo europeo si no mundial. Y nosotros tendremos la suerte de poder disfrutar de la gira en la que van a interpretar el disco en su totalidad, además de otros clásicos de todas las etapas. Toca desempolvar las hombreras, las corbatas rosas y el Ferrari Testarossa que todos tenemos en el garaje (¿no es así?), ¡FM nos visitan de nuevo!