Cada cierto tiempo aparece en el panorama peninsular algún debut que rompe los esquemas y que te da aquello que llevas tiempo buscando por los recovecos de Youtube, Spotify o Bandcamp, pues de repente, viene a ti esa nueva banda y resulta que la tienes al lado de casa. Los últimos en producirme esa sensación fueron, por ejemplo, grupos como Ànteros hace tres años o Udol hace unos cinco, y ahora, después de un tiempo, el quinteto de Euskal-Herria, Ikarass, sale a la luz con Relapse Into Desolation, un LP que se encuentra entre el Post-Metal y el Doom, en un punto medio entre dos grupos como Amenra y Cult of Luna.

Originalmente formado en 2013, Ikarass se ha ido cocinando a fuego lento para finalmente mostrarnos este trabajo, lleno de ritmos pausados y energía que se eleva lentamente, como las llamas de una hoguera. El álbum empieza suave con “Guided By Greed”, con un arpegio al que se le van añadiendo los instrumentos y la intensidad, que se rompe con un tipo de ritmo constante y machacón que iremos encontrando a lo largo del disco y que contribuye a crear una especie de mantra en el que sumergirse. Sin embargo, dónde adquiere más carácter personal este tema es a partir del interludio, con una parte contrastada por su suavidad que precede a un final lleno de riffs diferentes y con buenos matices que desgarran los sentimientos del oyente.

“Blood Heaven” fue una de las canciones con las que anunciaron este disco y es que nos muestra muchas facetas de su personalidad musical, combinando a la perfección ritmos constantes, contrastes marcados, acordes disonantes y arpegios hermosos, todo para transmitir un gran sentimiento de melancolía y desesperación, dentro de una belleza sublime. Llegamos a la mitad del disco con “Descend” para bajar aún más a las profundidades de Ikarass, con una larga progresión al principio y otro de esos riffs machacones para acompañar el verso, aunque lo más interesante, expresivo y original lo encontramos en el resto de riffs, que incluso guardan relación con el Black Metal en muchos momentos, es allí donde se producen las catarsis y se transmite verdadero sufrimiento.

La canción que lleva el título del disco sigue la misma tónica que hasta ahora, también es demoledora, pero a estas alturas de la grabación se agradecería algo que fuera realmente diferente, cosa que hace que no sea un disco perfecto. Sin embargo, si que encontramos algo así en la última canción, “Deception”, la más corta del álbum (¡tan sólo 6 minutos y 58 segundos!), pero muy intensa y bien construida, donde oímos algunos juegos rítmicos que no habían salido hasta ahora y que la hacen más fresca, pero sin dejar de lado la completa oscuridad que envuelve todo el álbum. Además, el final es un homenaje a la mítica banda de Thrash-Core vasca Anestesia y su canción “Ez Naiz Existitzen” -una joya Doom del año 2000-, adaptando el riff principal y la letra de ésta.

Relapse Into Desolation es, en resumen, un gran y oscuro debut, que marca enormemente las influencias de Ikarass, pero también deja ver su propia personalidad, la cual seguro que se irá desarrollando aun más a lo largo del tiempo, tiempo que esperemos que no sea muy largo para poder ver su segundo trabajo pronto.

Quim Torres

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