El camino recorrido por el vínculo entre la música y los videojuegos es ya largo. Ya sea como mero añadido superficial, como una parte más de la acción, o como elemento esencial a la hora de generar emociones en el jugador, la música es un componente con un peso importante en lo que se conoce como «jugabilidad». Prueba de ello es que no son pocas las bandas sonoras de videojuegos que han pasado a formar parte de nuestro imaginario cultural con melodías que se han convertido en míticas o cuyos compositores son ya, como es el caso de Joe Hisaishi, figuras de referencia.

Sara J.Trigueros

Quizá sea cierto que faltaba dar un paso más convirtiéndola, no en una parte más, sino en la parte esencial de la narración, y ese es el camino que pretendió hollar Karmaflow hace un par de años. La novedad, además, estribaba en la música elegida para contar la historia: a día de hoy, el metal sigue sin ser precisamente el centro del mercado de los videojuegos, de modo que merece la pena detenerse en qué pasó por la cabeza de algunos músicos de primera fila para decidirse a formar parte de esta obra.

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Karmalfow es un proyecto que ya barruntaba la cabeza de Ivo van Dijk en 2012. El holandés, que pretendía, grosso modo, dar forma a los vacíos mencionados más arriba, reunió a nada menos que 14 músicos de la talla de Tony Kakko (Sonata Artica), Elize Ryd (Amaranthe), Dani Filth (Cradle of Filth), Marc Hudson (Dragonforce), Simone Simons o Mark Jansen (Epica). Cada uno de ellos tendría que tener un papel en los diferentes mundos que conformasen la aventura gráfica, desde papeles convencionales (narrador, guardián, héroe) a papeles más alegóricos fuertemente cargados de simbolismo (corazón, hermano sol, hermana luna, etcétera).

Si bien el argumento no tiene nada de extraordinario (personaje principal que deambula por diferentes reinos en conflicto tratando de equilibrar el karma del planeta), el hecho de que toda la acción transcurra a partir de diferentes voces líricas confiere al resultado final un atractivo más allá de la curiosidad anecdótica procedente de la naturaleza del proyecto. Si la nómina de cantantes (y resto de instrumentistas, que aunque con un papel secundario tampoco son nada desdeñables) no era suficiente, el colofón final tenía que venir de la mano de la Metropole Orkest, orquesta holandesa encargada de la parte sinfónica del asunto.

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Musicalmente, como es habitual en música incidental de estas características, el disco tiene una suerte de armazón circular a partir de diferentes motivos que se repiten en forma de variaciones. Todos los temas se asemejan estructuralmente al construirse sobre una base melódica atmosférica y diálogos entre voces masculinas y femeninas, aunque ello no es óbice para que se inmiscuyan riffs y otros elementos propios del power metal, el subgénero donde mejor se puede encuadrar Karmaflow: The Original Soundtrack (así se llama el disco que contiene todas las piezas musicales del videoujego). Algunos toques orientalizantes contribuyen, a lo largo de los 45 minutos que dura la música, a ambientar y dar variedad al conjunto.

El remate de este proyecto fue, poco después, la puesta en escena en directo con aires teatrales. Si la música por sí sola funciona igual o incluso mejor que el videojuego, más lo iba a hacer el diálogo entre artistas cuyas voces se complementan tan bien como las Henning Basse (MaYaN) y Daniël de Jongh (Textures) o, sin ir más lejos, las de Simone Simons y Dani Filth, que protagonizan el larguísimo penúltimo corte de disco. Cabe imaginar que este corte es también el punto álgido del videojuego, acaso el responsable de que en él confluyan todos los aciertos del proyecto, incluida la apoteósica instrumentación.

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Lo dicho hasta ahora parece que resume bien la revisión de lo que fue un proyecto incuestionablemente arriesgado y que, por fortuna, obtuvo la acogida que merecía. No obstante, quizá sea, como ya se ha dejado caer, algo flojo en la parte estrictamente argumental, pero en cualquier caso un punto de referencia digno de tener en cuenta para otros proyectos similares.

Sara J. Trigueros

Temas:

Karmaflow Main Theme
The Essence of Grief
The Muse and the Conductor
The Essence of Despair
The Guide
The Essence of Jealousy
The Bird Goddess
The Twins
The Essence of Greed
The Heart
The Creator and the Destroyer
The Sacrifice

Web: https://www.karmaflowgame.com/