Fleshgod Apocalypse + Carach Angren + Nightland – 24 de Enero’17 – Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)

La primera gran gira extrema de 2017 llevó a los escenarios barceloneses a dos de las bandas más destacadas del death y black metal simfónico contemporáneo. Con una propuesta muy teatral y visualmente atractiva, los italianos Fleshgod Apocalypse y los holandeses Carach Angren convencieron sin reparos a los pocos pero entregados fans que se reunieron en la sala mediana de la Razzmatazz en este frío martes de enero.

Texto y fotos: Albert Vila

Hace ya un año que los italianos Fleshgod Apocalypse publicaron su aclamado King, un disco brillante que ha tenido una presencia destacada y merecida en muchas listas de lo mejor de 2016. Más de 120 conciertos después, por fin los perusinos han encontrado un hueco para venir a presentar este álbum a nuestro país, tres años después de su última presencia en salas penisulares. Para esta ocasión se han hecho acompañar de dos bandas musicalmente muy afines y con planteamentos sónicos relativamente parecidos. Los holandeses Carach Angren impresionaron a todo el mundo con su dinámica propuesta en escena, mientras que los también italianos Nightland siguen con convicción el camino pavimentado por los cabezas de cartel de hoy. Por desgracia, la respuesta del público no fué del todo entusiasta: no es que hubiera una pésima entrada, pero la sala, ya en su formato más pequeño, presentó un número considerable de espacios vacíos que hicieron que todo tuviera un ambiente algo frío. Es cierto que el death metal simfónico no es precisamente un estilo en boga, pero teniendo en cuenta el nivel y la calidad de las bandas que conformaban el cartel y lo interesantes que resultaron ser sus descargas, es una pena que no hubiera más gente disfrutando de ello.

Nightland

Los también italianos Nightland fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a la velada, y lo hicieron de manera más que digna. Su setlist se basó al completo en su único disco, un interesante Obsession publicado en 2015. Los de Pesaro sonaron potentes y creíbles en todo momento, aunque quizás abusaran en exceso de partes pregrabadas: teclados, orquestraciones, coros, voces e incluso alguna guitarra, hasta el punto que las voces de los propios miembros del grupo se veían permanentemente ahogadas por las cintas. Si les perdonamos eso, pocas pegas podemos poner a su actuación. Ataviados con trajes guerreros a conjunto, y con el liderazgo obvio del imponente Ludovico Cioffi a la voz, guitarra y pelazo, desgranaron los solemnes y poderosos temas que conforman Obsession con convicción y unas capacidades técnicas indiscutibles, destacando para mí "Icarus", "Alpha et Omega", un "Last Dance of a Treacherous Mind" que se acerca al melodeath escandinavo de bandas como Insomnium, y el tema que dá nombre al disco, que sirvió para cerrar el set.

Las tres bandas compartieron batería, con lo que los teloneros pudieron gozar de la amplitud completa del escenario, cosa que agradecieron tanto ellos como nosotros. En el caso de Nightland, su colaboración al atrezzo se limitó únicamente a un par de paneles laterales con los símbolos Alfa / Omega, aunque su presencia escénica y su contundencia sónica fueron suficientes para establecer una notable comunión entre banda y fans durante los escasos 25 minutos de que dispusieron, generando una respuesta atenta y voluntariosa entre los pocos que nos encontrábamos en la sala en esos momentos. Una banda aún joven pero que posee la calidad, las canciones y la actitud para ser alguien en el futuro del death metal simfónico.

Setlist Nighland:

Benediction to Madness
Dreamless Life
A.R.E.S.
Icarus
Alpha et Omega
Last Dance of a Treacherous Mind
Obesssion

Carach Angren

Tan pronto acabó el concierto de Nightland empezaron a sonar por los altavoces unos inquietantes ruiditos que nos acompañaron hasta que los holandeses Carach Angren se presentaran en el escenario bajo los primeros acordes de la misteriosa "Once Upon a Time…" que abre su disco más reciente (This is No Fairytale (2015)). Siendo un grupo que nunca había logrado atraparme del todo en estudio, su concierto me resultó sencillamente espectacular, tanto musical como, sobretodo, visualmente, con una energía, una teatralidad y un dramatismo absolutamente infecciosos que me mantuvieron en vilo durante los 50 minutos largos que duró su actuación y que me han convertido inmediatamente en casi-fan.

Tal y como se vé portada tras portada (pocas bandas hoy en día recurren a fotos del grupo como cubiertas tan insistentemente como lo hacen Carach Angren), los miembros de la banda como tal son tres, y se han mantenido inamovibles desde que empezaron a dar sus primeros pasos allá por 2003: Seregor a la voz, Namtar a los teclados y Ardek a la batería. Si bien Seregor se encarga de las guitarras en estudio, para conferirle una libertad de movimientos que es clave para el tremendo éxito escénico de la banda, en directo se acompañan por un guitarrista de apoyo. Y, para mi sorpresa (porque no tenía ni idea) no estamos hablando de un guitarrista cualquiera, sino que se trata ni más ni menos que de una auténtica leyenda del death metal como es el estadounidense Jack Owen, miembro fundador de Cannibal Corpse y, hasta hace bien pocos meses, guitarrista de Deicide. Como curiosidad extra, no llevan bajista (tampoco lo tienen en estudio), y es Namtar quien se encarga de dar todo el soporte de graves desde su pequeño pero matón teclado que, montado sobre un brazo hidráulico, dá un juego tremendo y un dinamismo excelente a su impacto visual.

La decoración del escenario se limitó a un telón de fondo con el logo de la banda escondido en la penumbra, y a cubrir los parches del doble bombo con fotos de los jetos de dos de los miembros del grupo con sus icónicos y publicitados corpse paints. Luego, evidentemente, los teclados movibles y el palo de micrófono a modo de guadaña suponen el apoyo perfecto para que los movimientos dramáticos y teatrales de los miembros de la banda sean efectivos y efectistas. El setlist estuvo bastante repartido entre los cuatro álbumes que Carach Angren han publicado hasta el momento, y lo cierto es que tampoco podríamos decir que su música ha cambiado en exceso de uno a otro, sino que ha ido afianzándolos en su black metal simfónico, veloz, bombástico, histérico y locuelo, lleno de melodías orquestrales y peliculeras, historias de fantasmas y revisiones macabras de cuentos clásicos. Todos los temas tienen un aire entre ellos y todos ellos fueron ejecutados con solidez y espectacularidad, pero destacaré la completísima "Lingering in an Imprint Haunting", la excepcional "Bitte Tötet Mich" (quizás mi favorita de la banda), o el trío final formado por "The Carriage Wheel Murder" (un temazo, con su histerismo descontrolado y sus seductoras melodías orientales), "Killed and Served by the Devil" y "Bloodstains on the Captain’s Log", que pusieron el broche de oro a una magnífica descarga.

El sonido no fué quizás tan cohesionado como podría haber sido, pero esto no supuso un impedimento importante para disfrutar enteramente del especáculo que nos ofreció la banda holandesa, que incluso se animó a proponer un sorprendente wall of death (que no me imaginaba yo muy habitual en este tipo de conciertos simfónicos) que obtuvo bastante buena respuesta pero que puso de manifiesto el enorme espacio vacío que había en la sala. Realmente una pena la poca afluencia de público, ya que creo que el concierto que nos brindó Carach Angren fué divertido, sorprendente y extremandamente sólido, convenciendo sin reparos a todos los presentes, tanto los que ya los concían como los que estaban un poco más verdes en su música. Una banda a la que a partir de ahora me voy a mirar con ojos distintos y que, si nos gusta el black metal más solemne y neoclásico, merece gozar indudablemente de nuestra atención en un futuro cercano.

Setlist Carach Angren:

Once Upon a Time…
There’s No Place Like Home
Lingering in an Imprint Haunting
Departure Towards a Nautical Curse
When Crows Tick on Windows
Spectral Infantry Battalions
Bitte Tötet Mich
Sir John
The Carriage Wheel Murder
Killed and Served By the Devil
Bloodstains on the Captain’s Log

Fleshgod Apocalypse

Hacía ya tres años que no podíamos disfrutar de la presencia de los siempre poderosos Fleshgod Apocalypse en Barcelona. Desde esa última visita, en la que ejercieron de teloneros de los canadienses Kataklysm y de los brasileños Krisiun en esta misma sala, la banda capitaneada por Francesco Paoli ha crecido una barbaridad, en gran parte gracias al éxito cosechado por su último trabajo de estudio, el aclamado King (2016). A día de hoy se han convertido en una banda con suficiente poder de convocatoria como para liderar su propia gira por salas de tamaño pequeño/mediano, y así se han dedicado a pasar un 2016 abarrotado de actividad, afianzando su posición como uno de los grupos más potentes del metal simfónico extremo contemporáneo, y confirmándose como una banda única y especial, tanto musical como visualmente.

Para ponernos en situación, mientras se producía el cambio de escenario los altavoces danzaban con algunas piezas de música clásica pizpireta y vivaldiana, mientras poco a poco se nos iba revelando la elegante decoración que cubría el escenario, de gusto refinado y italianíssimo: parejas de banderas mostrando fidelidad al Rey a lado y lado de la tarima, un piano de madera elegante y gastado, unos palos de micrófono que parecían barrotes de cortina sacados del Palacio de Versalles y una mesilla con una botella de vino y una copia de la Divina Comedia de Dante que Tommasso Riccardi se dedicó a ir leyendo de tanto en cuanto mientras aprovechaba para tomarse unos sorbos. Los miembros de la banda tampoco se quedaron atrás en cuanto a elegancia, vestidos con sus levitas y sus camisas barrocas rimbombantes, con barbas recortadas y uniformes, caras emblanquecidas y un pelo perfecto que los ventiladores se encargaron de hacer lucir aún más. En un segundo plano, la soprano Veronica Bordachinni, imponente con su vestido de época y máscara veneciana, brilló en todo momento con las voces femeninas poderosas y tan características de esta banda, erigiéndose en protagonista de los primeros segundos de la actuación con su solemne entrada mientras sonaban las mayestáticas notas de la "Marche Royale".

Por motivos que veremos más adelante, no pudimos disfrutar hoy de un concierto tan largo como en otras paradas de esta gira. Los temas sacrificados fueron sobretodo de discos anteriores, así que King tomó aún más protagonismo de lo habitual, y lo cierto es que cortes como "In Aeternum", "Healing Through War", "Cold as Perfection" o las aclamadísimas "The Fool" y "Gravity" son temazos incontestables, épicos, duros y melódicos donde los italianos demuestran a la perfección sus capacidades técnicas y la locura controlada que saben imprimir en cada una de sus composiciones. Por supuesto, también hubo espacio para algunos de los cortes más representativos de su sólida discografía, Agradecí la presencia de un par de maravillas como son "Pathfinder", tema estrella de su anterior Labyrinth (probablemente mi disco favorito de esta banda), y "The Violation", otro temazo de los más reconocidos, que fué recibido con pasión y desenfreno por parte de los entregados asistentes. De todas maneras, escuchar estos temas más antiguos no llevan a constatar que la propuesta simfónica de la banda era significativamente más bruta, sucia y desbocada entonces de lo que es ahora, y si bien King es indudablemente un discazo, quizás lo que nos solían ofrecer antes tenía algo más único y original.

Durante "The Egoism", uno de los temas más interesantes de Agony, los italianos también se animaron a pedir un wall of death, que de nuevo me sorprendió, de nuevo tuvo una excelente respuesta y de nuevo puso de manifiesto que la sala estaba muy muy lejos de estar llena, lo que, por desgracia, hizo que el ambiente nunca se acabara de caldear del todo a pesar del ahínco que las bandas y los presentes pusieron en ello en todo momento. "Syphilis", un temazo bombástico, pesado y dramático en el que la voz de Veronica, colocada en el centro del escenario pergamino en mano, goza de especial protagonismo, fué la elegida para cerrar el set principal muy satisfactoriamente, provocando que durante el parón de rigor antes del bis el público se desgañitara coreando el nombre de la banda, demostrando inequívocamente sus ganas de más.

El tiempo pasaba y la banda no acababa de decidirse a volver al escenario, cosa que fué generando cierto desconcierto entre el público. Finalmente, subieron pesumbrosamente para informar con semblante serio de los severos problemas de espalda que sufre su batería y líder Franceso Paoli, que necesitó cuidados especiales durante el pequeño descanso y que se debatía entre la posibilidad de continuar con el concierto y la gira o irse para casa. El repertorio se vió un poco acortado respecto a otros bolos de este tour, y para el bis se limitaron a ofrecernos "In Honor of Reason", la primera canción que compusieron en su carrera, para acabar con la melódica, atmosférica, oscura y poderosa "The Forsaking", durante la cual llenaron el escenario y la pista de papelitos y que puso punto y final al concierto con una dulce melodía de piano. Durante estos dos últimos temas me fijé especialmente en Francesco, y la verdad es que al pobre se le veía sufrir bastante mientras aporreaba su batería con precisión y profesionalidad, saliendo a saludar renqueante y con expersión frustrada y dolorida. Desgraciadamente, al día siguiente pudimos constatar que su advertencia no se trataba ni mucho menos de un farol, ya que los italianos se vieron obligados a cancelar el resto de la gira.

Lo cierto es que Fleshgod Apocalypse llevan un año profundamente ocupado, presentando King con un concierto cada tres días, y quizás ya ha llegado el momento para que se tomen un merecido descanso, aunque tenga que ser tristemente forzado y bajo estas circunstancias, dando así tiempo a Francesco para recuperarse completa y definitivamente y encarar la temporada de verano con energía y garantías plenas. En los últimos años los italianos han estado en el Leyendas del Rock y en el Resurrection Fest, y para este verano me atrevo a lanzar mi apuesta y, viendo los precedentes, digo que no me extrañaría nada que estuvieran en el Rock Fest barcelonés. Por el momento, nos queda el buen sabor de boca de haber disfrutado de un gran concierto de tres bandas magníficas, aunque al final saliéramos con una sensación algo agridulce debido a la poca asistencia y a los probemas con la espalda de Paolo. Lo importante, en todo caso, es que pudimos constatar como Fleshgod Apocalypse estan destinados a ocupar posiciones de privilegio en los círculos extremos en los próximos años.

Texto y fotos: Albert Vila

Setlist Fleshgod Apocalypse:

Marche Royale
In Aeternum
Healing Through War
Pathfinder
Cold As Perfection
The Violation
Gravity
The Fool
The Egoism
Syphilis

In Honour of Reason
The Forsaking