“Aquí todos estamos locos” se titula el último trabajo de la banda madrileña Megara. Estarán muy locos, pero el disco que se han clavado no tiene ni un atisbo de alienación; al contrario, se han currado un disco bien chulo, muy moderno, directo y contundente. Un soplo de aire fresco en nuestro metal que atraerá a los locos… y a los cuerdos también.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Megara presenta su segundo larga duración, el segundo asalto de su autodenominado fucksia rock, un término, evidentemente inventado, pero que, curiosamente, define a la perfección la propuesta de los madrileños: podemos ver la vie en rose, pero también te podemos volar la cabeza… ojo.

La propuesta musical de la banda es muy completa. Se aprecia un exhaustivo trabajo de las composiciones tanto a nivel instrumental como a nivel lírico. La producción, a cargo de Kyle Odell y Carlos Escobedo, me parece perfecta para una propuesta como la que nos traemos entre manos. El trabajo en sí mismo resulta difícil de catalogar, podríamos decir que orbitando alrededor de un metal melódico aparecen diferentes ramas con tintes industriales, nu metal y rock alternativo. Un mejunje muy bien ensamblado que supone un guiso de lo más apetitoso.

Las riendas de los locos las sujeta con fuerza Kenzy, cuya imagen y voz es santo y seña de Megara a lo largo de su corta carrera. Completan el cuarteto Rober a la guitarra, Pol a la batería y Pablo al bajo. Cabe destacar el chulo art work que se han currado en Totalaccess.es. Una historieta a medio camino entre el clásico de Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y la impactante película The purge: La noche de las bestias. Chapó.

El disco arranca como un tiro. “Más que una leyenda” abre las hostilidades de manera más que contundente; un derechazo a la mandíbula almidonado con excelentes melodías vocales que te hacen dudar de las intenciones, buenas o malas, de esta gente. Pepinazo de apertura. “Enredados” pisa algo el freno; un tema más moderno y asequible, directo al grano, sin medias tintas ni zarandajas. “Bienvenidos al desastre” continúa con las líneas marcadas por su predecesora, excelentes líneas melódicas aderezadas con un pegadizo estribillo que dan como resultado un tema compacto y contundente. Con “Almas” se inicia un apartado del disco en el que la banda explora su faceta más comercial. Nos encontramos con una especie de balada a medio tiempo con pasajes más metaleros. Un tema bonito y agradable que hará las delicias de todo tipo de oyente.

Arrástrame al infierno” tiene un inicio muy prometedor, oscuro y melancólico que desemboca en un medio tiempo donde prevalece la melodía en todos sus apartados. Como decimos, “El hombre de arena” continua con el esquema marcado por sus predecesoras. Melancólicas letras, mezclados con riffs actuales y pegadizos y una base rítmica contundente, pero sosegada dan como resultado otro excelente tema. Las cosas vuelven a su lugar con “Involución” donde Megara recupera la contundencia y la pegada como elemento básico de sus composiciones, sin obviar los pasajes tranquilos; todo ello, se compacta a las mil maravillas con la excelente y melódica voz de Kenzy, que nos regala apartados bastante brutos. Un temazo de lo mejor del disco en mi humilde opinión.

Cuenta atrás” recupera la melancolía para el oyente. Otra balada muy tranquila y actual que, sin duda, hará las delicias de los más romanticones. La última de las composiciones de Megara propiamente dicha lleva por título “Esclava del aire” donde se recuperan para la causa esos riffs agiles y veloces que factura el grupo y que nos han flipado. Otro temazo donde se entremezclan los pasajes más tranquilos con los más contundentes y actuales. Muy buen punto y seguido. Para finalizar tenemos una especie de bonus track que no es ni más ni menos que una versión de “Billie Jean” de Michael Jackson, cantada en castellano y lógicamente pasada por la túrmix de Megara con excelente resultado.

Algo corto se me ha parecido el disco, si soy sincero, lo cual creo que es buena señal pues me ha dejado con ganas de más. En cualquier caso Megara ha sabido crear y situarse en un punto intermedio entre la pegada y la melancolía, entre la dureza y la fragilidad que nos ha gustado y que debe de dar frutos. “Aquí todos estamos locos” es un buen disco que, por cierto, dicen las malas lenguas que la banda lo defiende sobre las tablas de manera sobresaliente y que sus conciertos son mucho más que música. Ahí lo dejo… quien quiera peces que se moje el culo.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

TEMAS:

Más que una leyenda
Enredados
Bienvenido al desastre
Almas
Arrástrame al infierno
El hombre de arena
Involución
Cuenta atrás
Esclava del aire
Billie Jean


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