Kreator + Sepultura + Soilwork + Aborted – 24 de febrero ’17 – Sala La Riviera (Madrid)

Llegaba por fin el día, llegaba por fin una de las giras más esperadas del año, y es que la conjunción de las 4 bandas que podríamos disfrutar esa noche en La Riviera rara vez se ve en otro lugar que no sea un festival.
La hora de apertura de puertas, las 17:30 de la tarde, es la más temprana a la que he tenido “suerte” de asistir, pero resulta lógico sabiendo cómo está el asunto de los horarios en nuestra querida Comunidad de Madrid.

Texto y Fotos: Mario López

Hay que recordar que era día laborable, con lo que la asistencia cuando comenzaron los belgas de Aborted era bastante mayor de la esperada. La banda liderada por Sven De Caluwe era la apuesta más extrema del cartel, y con su mezcla entre Death Metal y Grindcore no dejaron indiferente a nadie. Venían presentando su reciente “Retrogore”, cadáver congelado a cada lado del escenario incluido, y en él basaron buena parte de su repertorio, que se vio mermado en efectividad por un sonido demasiado embarullado y unas luces escasas y mal programadas.

Aún así, muchos disfrutaron de cortes como “Divine Impediment”, “Coffin Upon Coffin” o “Bit By Bit”. Al fin y al cabo dieron lo que se esperaba de ello, violencia sonora, velocidad, agresividad, sangre y vísceras. “Meticulous Invagination”, de su ya lejano “Goremageddon” fue el punto álgido de una actuación breve pero intensa.

Tras tiempo para el descanso y el refrigerio, lo siguientes en saltar a las tablas fueron Soilwork, con nueva formación una vez más, pero como siempre capitaneados por Björn Strid. Fueron la segunda banda en sufrir las inclemencias técnicas, y es que en este caso el sonido variaba bastante según el punto de la sala en el que te encontrases, pero no terminaba de ser bueno en ninguno.

De las luces mejor ni hablamos, prácticamente inexistentes y sumado al exceso de humo artificial, había momentos en los que costaba distinguir algo sobre el escenario. Lo que está claro es que la lección que dieron en su última visita a la Sala Shoko no nos la regalaron esta vez, dando un concierto bastante más mediocre. Sin llegar a ser malo, pero sabiendo que pueden dar mucho más de si hay que exigírselo.

Comenzaron fuerte en base a temas más modernos como “The Ride Majestic” y “Nerve”, este último de los mejores de su carrera, pero que no terminó de sonar todo lo bien que debería. El público algo frio también, quizá por la razón que aquí comentamos, quizá porque puede que a muchos las melodías de Soilwork les supieran a poco después de la descarga de brutalidad de Aborted.“Bastard Chain” y “The Chainheart Machine” fueron dos miradas al pasado más remoto de la banda que fueron muy agradecidas por el público, y es que cada vez es más difícil ver a los suecos interpretar estos temas. Un gustazo, la verdad.

También sorpresivo fue el hecho de que enlazaras los dos temas que abrían “The Panic Broadcast”, como son “Late For The Kill, Early For The Slaugther” y “Two Lives Worth Of Reckoning”. Siempre es de agradecer escuchar temas que no son tan habituales en sus repertorios, pero la realidad es que la conexión total con el público se produjo con sus temas más antiguos y, sobre todo y por encima de todo con “Stabbing The Drama”, con el que cerraron una actuación que podría haber sido mejor.

Con la salida de los brasileños Sepultura al escenario la mejoría en cuanto al sonido fue notable y así se mantuvo ya el resto de la noche, lo que muchos agradecimos.
El eterno debate de Sepultura, que si sin Max Cavalera no son lo mismo, que si ya no hacen discos como antes, etc… siempre está en el aire, pero la realidad es que comenzaron el año publicando su mejor disco en años, seguramente el mejor de la etapa Derrick Green, y es por ello que se embarcaron en esta gira, para presentarlo en directo, y de paso callar muchas bocas.

De los Sepultura originales siguen quedando Paulo Jr. al bajo y el maestro Andreas Kisser a las 6 cuerdas, y responsable de los mejores riffs de la historia de la banda. El gigante Derrick apabulla con su sola presencia, y vocalmente cumple. Pero es que tras los timbales llevan a Eloy Casagrande, que no tendrá el carisma de Igor Cavalera, pero que en cuanto a pegada y técnica no anda muy lejos. Impresionante lo del chaval, y el tiempo que tiene todavía por delante, porque recordemos que tiene solamente 26 años. Ojo.

Así que… si, se añoran ciertas épocas, siempre, pero Sepultura dio un concierto sólido, bueno, con carisma y con corazón.
La mayor parte del repertorio la basaron en presentar su flamante “Machine Messiah”, llegando a interpretar hasta cinco cortes del álbum: “I Am The Enemy” y “Phantom Self”, con las que comenzaron el concierto, y “Alethea”, “Sworn Oath” y la impresionante “Resistan Parasites”, las cuales sirvieron para dar respiro a los asistentes en medio de tanto clásico que puso la sala patas arriba.

Y es que “Desperate Cry”, casi nada más empezar, o “Inner Self” poco después fueron platos verdaderamente fuertes, pero nada comparado con lo que reservaban para el final.
Una traca final que no pudo dejar a nadie indiferente, que concentro en 4 temas la mejor época de Sepultura, y que si bien es cierto que faltaba el mayor impulsor de todo aquello, poco importó. “Refuse/Resist”, con Eloy acercándose a Igor cada vez más, “Arise”, “Ratamahatta”, percusión a cargo de Derrick Green incluida, y “Roots Bloody Roots” sirvieron para cerrar de manera triunfal.

Afrontábamos lo que quedaba con cansancio y ganas a partes iguales, y es que Kreator, en esta segunda juventud que están viviendo desde que publicaran “Violent Revolution” en 2001, cada nuevo disco es recibido de la mejor manera posible. “Gods Of Violence” no ha sido una excepción. Aunque ha sido tildado por muchos como demasiado melódico, la verdad es que es un señor disco.

Y Kreator en directo hace ya muchos años que son un valor seguro y lo volvieron a demostrar, con un repertorio que abarco casi toda su carrera, y con un show algo más cuidado que de costumbre, con pantallas LED’s verticales a ambos lados de la tarima de la batería, cañones de humo y confeti… etc.

No se entretuvieron mucho en empezar a romper cuellos, ya que tras la intro atacaron sin más con “Hordes Of Chaos” y “Phobia”, que, así como comienzo, no está nada mal.
No tardaron en presentar sus nuevos temas, empezando con “Satan Is Real” y “Gods Of Violence”, ambos muy bien recibidos.
Como bien recibida fue la primera mirada a atrás, a realmente atrás, de la velada. “People Of The Lie” y “Total Death” sonaron arrolladoras. Y estamos hablando que la primera mencionada ha cumplido ya el cuarto de siglo.

Un breve respiro, para que sonara la intro “Mars Mantra”, que anticipaba el comienzo de “Phantom Antichrist”. Casi enlazando unos temas con otros y con escasa comunicación por parte de Mille Petrozza, algo que es costumbre y que con ellos poco importa, iban cayendo temas. “Fallen Brother”, con un bonito homenaje en forma de imágenes de músicos fallecidos, entre los que no podía faltar Lemmy, fue de las más destacadas en lo que a temas nuevos se refiere.

En cuanto a cortes más antiguos no podemos dejar de mencionar el clásico y veloz “Extreme Agression” que ya en 1989 causaba auténtico furor, y que en 2017 sigue volviendo a la gente igual de loca o más.
Casi sin darnos cuenta habíamos llegado a la casi obligada retirada tras el telón para coger aire y fuerzas para los bises mientras recibían el calor de su audiencia en forma de jaleos y peticiones de que volviesen a salir.
Y volvieron, vaya si volvieron.

Si la traca final de Sepultura había sido de infarto esta no se quedó atrás, ni mucho menos. Mientras salían iba sonando “The Patriarch”, con lo que sabíamos que lo siguiente sería el grandioso “Violent Revolution”. Celebradísimo. Y entonces llego la locura y la velocidad de antaño y casi sin darnos cuenta habían cerrado el concierto enlazando “Flag Of Hate”, “Under The Guillotine” y “Pleasure To Kill”. Una pasada.

Al final, problemas en el comienzo a parte, vivimos una grandísima noche en La Riviera.

Texto y Fotos: Mario López