Papa Roach + Ho99o9 – 15 de Octubre ’17 – Sala La Riviera (Madrid)

Comenzaban los 2000 y el Nu Metal estaba en pleno auge y cientos de grupos se subieron al carro. Como suele ocurrir con las modas, la mayoría se quedaron en el camino. No fue así con Papa Roach, que ya por aquel entonces facturaron un “Infest” que les catapultó a lo más alto, y que desde entonces han sabido evolucionar de maravilla, manteniendo un gran nivel y una buena masa de fieles seguidores que el sábado pasado hicieron que se colgara el cartel de “Sold Out” en La Riviera.

Texto: Alberto López
Fotos: Mario López

Más de una hora antes de la apertura de puertas, la cola que bajaba por el Paseo Virgen del Puerto presagiaba un ambiente caldeado esa noche, como sin duda alguna fue. Más de una década después, Papa Roach volvían a la capital y se notaban las ganas en el ambiente. El hecho de que fuese Domingo también facilitó que el aroma a fiesta estuviese presente desde primera hora.

Así pues, a las ocho en punto de la tarde salían a escena Ho99o9, grupo que nos pilló completamente a traspiés, ya que en un principio los teloneros iban a ser Frank Carter & The Rattlesnakes, pero que por motivos personales (había diferentes especulaciones sobre esos motivos) tuvieron que cancelar. Muchos nos enteramos de esto el mismo día o incluso ya allí en la sala, así que la primera impresión que tuvimos de Ho99o9 fue la de que se trataba de una broma. El grupo formado por los vocalistas theOGM y Eaddy y el batería Brandon Pretzborn, solo por ellos tres, salieron a escena y pronto empezaron a desgranar su Hip-Hop experimental cargado de Hardcore-Punk, como ellos lo definen. La propuesta dejó un tanto estupefactos a los allí presentes, que tardaron varios temas en reaccionar. Rapeos, berridos y una estruendosa, a la par que virtuosa, batería golpeaban nuestros oídos sin compasión.

  

No cabe duda de que los tres integrantes le echaron ganas hasta decir basta y desgastaron el escenario con sus idas y venidas. Su propuesta no es nada sencilla, pero poco a poco y con temas como “The Dope Dealerz” o “Street Power” fueron caldeando el ambiente tras la sorpresa inicial. Y entonces a mí me surgió una pregunta… ¿Cuál es el límite válido para llevar las cosas disparadas, aunque sea en forma de sampler? ¿Al tratarse de Hip-Hop, un estilo en que las bases y samplers están a la orden del día, deberíamos ser más benevolentes con este asunto? Porque allí se oían guitarras virtuosas y corpulentos bajos, pero no había nadie que los tocase. Una cosa es llevar detalles o cosas secundarias grabadas, hasta cierto punto, pero instrumentos principales, a los que además se les está dando un primer plano nunca deberían ir disparados. Esa es mi opinión, y esa fue la razón que hizo que desconectase de lo que estaba viendo y escuchando antes de tiempo. Al público en general poco le importaron estas “nimiedades”, mientras allí hubiese movimiento, música y alegría, poco más importaba, así que mirándolo desde esa perspectiva está claro que Ho99o9 consiguieron su cometido, que era caldear el ambiente a la espera de Papa Roach. Yo sigo pensando que, como público deberíamos ser más exigentes y no tragarnos cualquier cosa, pero claro… para eso hay demasiado camino por recorrer.

“United State Of Horror” o “Hated In America” fueron otros de los temas destacados en los 40 minutos que estuvieron sobre las tablas.

Llegaba el momento de la verdad, y tras 25 minutos de espera, y una larga intro, los de Vacaville salían a escena. Lo primero que llamaba la atención era la batería, colocada hacía el extremo derecho del escenario, ya que más hacia el centro se encontraba una especie de podio, adornado por una bandera de España que arrojaron desde el público, en el que se hallaba Anthony Esperance, el músico de sesión que traen contratado como chico para todo, ya que se encarga de la segunda guitarra, de los teclados y electrónica e incluso de un pequeño set de percusión. Algo que es de agradecer, y más visto lo visto anteriormente.

  

Jacoby enseguida estuvo erguido sobre el público, animando y dando comienzo a “Crooked Teeth”, tema que da nombre a su más reciente álbum, donde han sabido condensar su carrera, y su paso por diferentes estilos, de una manera bastante correcta. Si había alguna duda sobre su estado de forma la disiparon en 4 guitarrazos de Jerry y otros tantos fraseos de Jacoby. Tremendo comienzo y tremenda respuesta de la sala, que dio rienda suelta a las ganas que habían contenido durante mucho tiempo.

Sin pausa para respirar siguieron con “Gettin’ Away With Murder”, celebradísima también, con la que comprobamos que lo de antes no había sido un espejismo y que Shaddix estaba en plena forma, tanto física como vocalmente, sin parar ni un segundo, interactuando con las primeras filas y metiéndose al público en el bolsillo desde el primer instante. Además la banda sonaba demoledora, y echar la vista a atrás y ver el estado de La Riviera animaba todavía más a disfrutar del concierto. Estaban decididos a volver por todo lo alto, por lo que parece, ya que el tercer tema en sonar fue ni más ni menos que “Between Angels And Insects”, uno de los cortes de aquel lejano “Infest” que les aupó a lo más alto del podio. Durante este tema sí que pudimos hablar de Nu Metal puro y duro. La gente botó y se desgañitó como si estuviésemos en los bises. Quedaba todavía mucho por delante y el comienzo estaba siendo espectacular.

  

Y decididos a no bajar el ritmo, la intro electrónica levantaba vítores, ya que todo el mundo adivinó que “Face Everything And Rise” se nos venía encima. Impresionante, de lo mejor del concierto, con un grupo entregado en perfecta comunión con las más de mil personas que allí nos encontrábamos. Todavía no tenían pensado ofrecernos respiro alguno, ya que “Born For Greatness” y la gran “She Loves Me Not” fueron las siguientes en caer. Tremendo despliegue de energía, contundencia, melodía y saber hacer, demostrando que son una de las bandas que más y mejor han evolucionado con los años.

Tras semejante comienzo era lógico que el bajón, por llamarlo de alguna manera, llegara en algún momento. Y así fue, empezando con “Scars”, pasando por “Periscope” y su intro y terminando con “Gravity”. En estos dos últimos, sin quedar mal en directo, ni mucho menos, sí que se echa de menos las colaboraciones de Skylar Grey y Maria Brink, que en las versiones de estudio le dan un contrapunto muy interesante con sus voces. A partir de aquí, el concierto se convirtió en una deliciosa montaña rusa hasta la espectacular traca final.

  

Volvieron a levantarnos con una buena versión del mítico “Song 2” de Blur, que enlazaron con “Traumatic”, en la cual nos hicieron arrodillarnos en el suelo para saltar cuando Shaddix diese la señal. Un recurso que empieza a utilizar ya demasiados grupos, pero que siempre resulta efectivo y festivo. Tras esto, llego el momento emotivo del show, que no fue otro que el fragmento de “In The End” de Linkin Park que incluyeron en su “Forever”, con todo el grupo mirando al cielo de La Riviera, al cielo de Madrid.

“Blood Brother” nos volvió a retrotraer a los tiempos álgidos del Nu Metal y que, aun con muchos años entre medias, enlazó a la perfección con la más reciente “American Dreams”, donde desde una perspectiva más actual vuelven a mirar a sus comienzos compositivos.“Lifeline”, en su versión lenta, y “HELP”, cerraron el concierto temporalmente de manera poco convincente. No sonaron mal, sobre todo la última, pero les faltó algo de empaque. Tras estas, se retiraron entre aplausos y con toda la sala coreando su nombre.

  

Tras hacerse de rogar lo justo y necesario, volvían a escena para prender la traca final y poner patas arriba la sala, no sin antes, Jacoby llevarse un buen abucheo por buena parte de la sala por salir con la camiseta del Real Madrid. Gustos aparte, alguien debería decirle a los grupos que se dejen de “paletadas” como esa o la de la banderita de España. Para empezar los bises, atacaron con uno de los cortes más celebrados de su último álbum: “None Of The Above”. Esto ya sirvió para caldear los ánimos, pero lo que vino después es difícil describirlo con palabras. “Dead Cell”, “Last Resort” y “… To Be Loved” para cerrar fueron demasiado. ¡Qué manera de botar, corear y disfrutar!

Gran concierto de Papa Roach, que despejaron cualquier duda y triunfaron absolutamente en su regreso a la capital.

Texto: Alberto López
Fotos: Mario López