Desde que en 2007 nos dejase Kevin DuBrow, la vida musical de Quiet Riot ha ido dando vueltas y cambiando sin llegar a una estabilidad real. Si en 2014 publicaron un disco sin previo aviso (al que titularon 10), han pasado al otro extremo, generando una gran polémica previa a la publicación por la forma en la que incorporaron al nuevo vocalista, que vino de un famoso programa televisivo de talentos. El resto de la banda son los clásicos Banali y Wright, junto al guitarrista Alex Grossi (ex Adler’s Appetite entre otros) y que lleva en la banda desde poco después del fallecimiento de DuBrow. Tanta controversia ha hecho que mucha gente esté más que pendiente del nuevo lanzamiento, generando mucha expectación que no han llegado a colmar del todo.

Belch

Ya el anterior trabajo dejó muy frío a público y medios, siendo muy irregular y por momentos decepcionante. En este caso, la senda no cambia en exceso, aunque con algún corte interesante más en comparación con su predecesor, pero sigue siendo un trabajo con muchos altibajos, que no termina de enganchar. Y, aunque muchos asocian el problema al nuevo vocalista, la verdad que pese a la más que notable diferencia de timbre, el trabajo que realiza es correcto y ni mucho menos es ese el problema que presenta Road Rage. Lo que falta es más calidad en las composiciones, más gancho, más cortes que queden para la posteridad. No obstante, mal disco no es, contagiándote ese buen rollo característico de la banda, y con cortes festivos y coreables que te harán pasar un buen rato. Pero no va más allá, faltando un escalón que subir para patear esos culos que hace años sí que eran capaces de patear.

Haciendo un repaso a los cortes que presenta este disco, vemos que es un disco corto, que no se va más allá de los 50 minutos. Abre con Can’t Get Enough, la que para mí es la canción más divertida e interesante de todas las que nos presentan los americanos. Corte festivo y mucho ochentero que realmente entra muy bien. Cuando prácticamente no hemos entrado en calor, viene Get Away, con una intro con sitares y otros instrumentos dándole un toque arábico sin mucho sentido para dar paso a un corte totalmente prescindible, que lo más interesante son los coros y el rollete muy similar a bandas como Twisted Sister. Continúan con Roll This Joint, tema que, si bien no descubre nada, rock clásico setentero muy zeppeliano o cercano a los Black Crowes, es otro de los temas más escuchables, aunque por momentos se hace demasiado básica. Freak Flag no consigue subir el nivel en absoluto, con un estribillo enrevesado, de difícil memorización y menos festiva que las demás. Con Wasted, sin embargo, vuelven a conseguir que nos reenganchemos al disco, con otro corte enérgico y vacilón, sin caer en los clichés típicos del hard rock. Grandes coros que lucen mucho más esta pista. El vaivén de sensaciones es constante, y tras el pico inicial, el bajón para volver a estar arriba con Wasted, vuelven a bajarnos la temperatura con Still Wild, que le pasa un poco como a Roll This Joint, un rock setentero sin gracia ni chispa que no lleva a ningún sitio y que roza la monotonía más absurda. Este momento valle continúa con Make A Way, otro corte que no consigue atrapar, cosa que hay que agradecérselo a otro estribillo deslavazado y sin gancho. Volvemos al pico de intensidad, y también a la inspiración con Renegades, otro corte macarra y vacilón que entra muy bien y se hace muy divertido de escuchar. A este momento positivo, hay que añadirle la balada The Road, otro de los mejores cortes del disco, una power balad, que si bien no es un adalid de la imaginación, tiene unas estrofas y unas melodías muy emocionales y realmente muy inspiradas.

Para el final dejan a la más que descafeinada Shame y Knock Em Down, corte curioso, con una parte que suena incluso a medio rapeada, lo cual pega más bien poco, pero que el corte en su conjunto, hace que el disco acabe de manera muy digna y nos haga olvidar las partes menos acertadas que son bastantes.

La banda ha intentado hacer un disco variado, pero no les ha dado para conseguir hacerlo de manera acertada. Donde más han brillado han sido en los cortes más macarras, pinchando en hueso cuando intentaban darle un toque más moderno y acercarse a los 2000 y viéndoseles mucho las costuras cuando se iban años para atrás, en un sucedáneo de rock setentero sin gracia y que miles de bandas lo han hecho mejor durante estos años. Lo dicho, tiene 4 o 5 temas interesantes, divertidos y de buen nivel, pero que no eclipsan momentos más mediocres que no hacen justicia a una banda con el historial de buenos discos como es Quiet Riot.

Belch

Temas:

1. Can’t Get Enough
2. Get Away
3. Roll This Joint
4. Freak Flag
5. Wasted
6. Still Wild
7. Make A Way
8. Renegades
9. The Road
10. Shame
11. Knock Em Down

 

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