Sábado, tercer día de festival y en unas horas finalizaría una edición más del Resurrection Fest, que no hace sino de consolidarse año tras año como uno de los mejores festivales en su estilo, no sólo a nivel nacional sino también europeo.
Texto y Fotos: Susana Manzanares

Los madrileños TOUNDRA a quienes no les puede estar yendo mejor, también tenían su hueco en este Resu. La carpa Jäggermeister, ya estaba completamente ocupada bastantes minutos antes de comenzar y ya durante el concierto no sabría decir si había más gente dentro que fuera, pero lo que está claro, es que Toundra congregó medio aforo. La razón? pues que estos muchachos son extremadamente buenos, con su propuesta de post rock instrumental y totalmente personal , llevan ya un camino bien avanzado para hacerse con el puesto de uno de los mejores en su género y eso en una banda tan joven es cuanto menos una muy buena señal.

No es fácil alcanzar ciertos niveles de éxito en tan poco tiempo, pero Toundra tienen el secreto de encandilar a todo el que lo escucha, sea seguidor del género o no. El resultado en este Resu fue el esperado y probablemente el único –que yo sepa- en el que la gente pidió más durante un buen rato, pero eso no fue posible y aunque nos quedamos con las ganas de al menos un par de temas más, nos quedamos bien satisfechos con lo que vimos.

Otro de los bombazos del festival, eran los esperados KILLSWITCH ENGAGE. Ya se les tenía ganas, era una de las bandas favoritas del cartel. Los americanos, con su vocalista original Jesse Leach de nuevo en sus filas arrasaron completamente desde el escenario principal, contando con uno de los, para mí, mejores momentos del día, el atardecer. Todo acompañando, el sonido, la actitud y la desgarradora potencia vocal no dejó allí a nadie con expectativas por cumplir.

Presentaron temas de su sexto y último disco, ‘Disarm the Descent’ y nos soltaron piezas, que levantaron la euforia (y los pies) de los presentes, como ‘Life to Lifeless’, ‘This Is Absolution’ o ‘Rose Of Sharyn’, elevando la adrenalina aun más arriba que los saltos si cabe. Saltos, pogos, pogos y más saltos con Adam Dutkiewicz el primero dando ejemplo, que no paró en todo el concierto, ya sea con la guitarra puesta o sin ella, le daba igual. El punto final vino a poner a prueba las fuerzas de los presentes con ‘The End Of The Heaartache’ y ‘My Last Serenade’ cerrando así una intensa y extenuante hora de reloj.

Entrada la noche, y aún con las baterías cargadas, nos dirigimos a sobrecargarlas todavía más con una de las bandas más ‘locas’ de la jornada, EVERGREEN TERRACE esperaban en el escenario Arnette con hordas de gente aguardando su provocador y salvaje directo. Cumplieron con lo previsto ofreciendo un concierto demoledor, de infarto para los de las primeras filas, de las que me vi obligada a salir por no acabar arrollada por la euforia colectiva. Desde algo más atrás pude comprobar y confirmar el grandísimo directo que tiene esta gente, fieras hambrientas devorando cada nota. Muy muy buen concierto.

Llegando a la recta final de esta edición, tocaba una dosis de veteranía. En la carpa se preparaba todo para recibir a una de las bandas más clásicas del hardcore, BLACK FLAG. Quizás fuera por tener demasiadas expectativas puestas en esta banda, pero lo cierto es que me resultó la más decepcionante de todas las que vi.

La veteranía.. ¿es un grado? pues será así, pero en esta ocasión su concierto me resultó tremendamente aburrido, sin chicha, con la sensación de no tener pues eso, sensación alguna. Para mí fue un concierto tristón, sin energía, sin fuerza… claro que para gustos los colores, y me alegro por quienes disfrutaran de él, ojalá pudiera decir yo lo mismo, pero… en fin, otra vez será.

Ahora sí, llegando a la media noche, todo el mundo se desplazó al escenario principal para ver el cabeza del tercer y último día de festival. BAD RELIGION, otros veteranos con los que me vine arriba del bajón que me habían dejado los anteriores.

Puede que no fuera el mejor concierto del festival, pues el sonido dejó bastante que desear en un principio y tampoco es que mejorara mucho más después… Aun así, la banda con la seguridad y el aplomo que da la experiencia y el buen hacer, dejaron con su presencia en Viveiro la constancia que, a pesar que los años ya se notan, eso es indiscutible, aún están en muy buena forma. Su concierto fue más que correcto y nadie mejor que ellos para demostrar lo que es punk rock de calidad, ahora, antes y siempre.

Con el agotamiento persiguiéndonos los talones y con todo tipo de dolores, merecía la pena un esfuerzo más para ver al co-cabeza que el Resu nos tenía preparado este año. Una banda de la que aun habiendo sabido siempre de su existencia y de su procedencia neoyorkina, yo jamás había puesto atención en ella.

BIOHAZARD me dejaron completamente alucinada. No soy capaz de nombrar ni un tema de los que tocaron por desconocimiento, pero sí que puedo decir que pocos grupos tan desconocidos (para mi) me han tenido tan enganchada de principio a fin, y eso cuando llevas tres días sin parar y descansando lo justo, tiene que querer decir algo. Me prometí allí mismo, verlos más descansada y a la menor ocasión, para lo cual parece que habrá suerte, todo apunta a que pronto pasarán por aquí de nuevo…

Y con esta sorpresa y un montón de buenos momentos y sensaciones, terminó el Resurrection Fest 2013. Un festival que ha brillado por su impecable organización, excelentes instalaciones, aspectos técnicos más que correctos y lo más importante, la calidad de las bandas. Un aprobado con nota para uno de los mejores festivales que tenemos y que con que sea como éste año, el que viene y los venideros se hará lo posible por repetir. De momento ya han lanzado el anzuelo con la confirmación del primer cabeza de cartel, NOFX… alguien ya ha picado?…

Texto y Fotos: Susana Manzanares