El mejor plan alternativo para huir de las masas durante la verbena de Sant Joan en Barcelona estaba claro. La segunda edición del Riff Ritual Fest, organizado por los exquisitos paladares de Red Sun (los expertos en sonidos lisérgicos de la ciudad condal), se presentaba de nuevo en la Sala Bóveda del Poble Nou con un cartelazo de aúpa formado por tres bandas americanas que aglutinan lo mejor del stoner rock, psych rock, psicodélico, hard rock e incluso heavy metal. Abrirían la noche los veteranos Mos Generator, seguirían una de las bandas que más están dando que hablar este año, Elder, y finalizaría la fiesta con el esperado debut nacional de los californianos Orchid. Casi nada.

Mos Generator es una banda con una dilatada carrera ya, y en todos esos años en la carretera ha existido siempre un denominador común: Tony Reed, cantante y guitarrista. La banda practica un hard rock muy potente basado en sonidos blueseros y con un componente stoner innegable, haciéndolos dignos inauguradores del festival. Poco a poco la gente iba llegando a la sala y cuando Mos Generator ya atacaban su hit "Lonely Wan Kenobi" el ambiente se empezó a caldear. La banda cuenta con dos nuevos componentes, Sean Booth al bajo y Jono Garrett a la batería, pero su adaptación está siendo rápida, puesto que no se amedrentan a la hora de arriesgarse a probar algunos largos desarrollos instrumentales que crecen y crecen hasta explotar en tu cara.

Es cierto, Mos Generator no son virtuosos ni tampoco lo pretenden. Lo suyo son los temas directos como "Lumbo Rock", "Beyond the Whip" o "Electric Mountain Majesty", con los que se ganan seguidores concierto a concierto. Y este Riff Ritual Fest no es una excepción. Siempre es entrañable que tipos como Reed sigan ahí, dándolo todo por aquello en lo que creen. Pasan los años pero su pasión sigue intacta y no solo eso, si no que contagia a sus compañeros de banda con un descalzo Booth dando buena cuenta de las cuatro cuerdas mientras Garrett no para ni un segundo de zumbarle a la batería. Y lo más importante, Reed también contagia a un público que presta atención y acaba ovacionando a Mos Generator porque son una banda honesta y que cree en lo que hace. Menudo comienzo.

Tras un rápido cambio de backline, por fin se presentaban los majestuosos Elder en Barcelona para presentar uno de los mejores discos de lo que llevamos de 2015, "Lore". Parece increíble que estos chavales que están sobre las tablas hayan sido capaces de parir otras obras magnas como "Dead Roots Stirring", pero ahí están, abriendo precisamente con el largo tema que daba título a ese disco de 2011. El trio de Boston son una visión sobre el escenario digna de contemplar. Por un lado, Nick DiSalvo, cantando (poco) y sacando notas, texturas y colores de su SG con una facilidad pasmosa. A su lado, el peculiar Jack Donovan al bajo, con una presencia escénica y unos movimientos sobre el escenario realmente singulares. Completa el equipo el bruto Matt Couto tras los parches, con una pegada y una embestida bestiales combinados con una buena técnica, conformando así la base perfecta para que la música de Elder cobre vida.

La longitud de las canciones de Elder hace que sus setlists no tengan muchas canciones, pero poco importa eso. La esencia de esta banda se apoya en largos desarrollos y atmósferas a volumen atronador que pueden pasar sin problemas a bellos paisajes más tranquilos para retomar la tormenta de decibelios al siguiente compás. Cuando la banda ataca con "Compendium", el tema que abre "Lore", el público ruge de aprobación pues sabe que se trata del inicio de otro maravilloso viaje, apoyado por las psicodélicas proyecciones que van apareciendo detrás de la banda. DiSalvo es hombre de pocas palabras: canta poco y habla aún menos entre temas, pero sus aptitudes con la guitarra parecen no tener fin. Las notas que saca en pasajes de temas como "Release" o "Spirit at Aphelion" son lo que habíamos venido todos a presenciar, y cuando la banda presenta su último tema, "Gemini", ya nos ha quedado a todos claro que Elder son cosa muy seria y que su creciente popularidad no es fruto del hype. Esta banda está llamada a hacer grandes cosas en el futuro.

Y ya con unas doscientas personas en la sala, llegaba la hora para los más esperados de la noche, Orchid, en su debut nacional en este Riff Ritual Fest. Los de San Francisco han sabido labrarse una sólida carrera a base de inspirarse claramente en los primeros maestros del género, Black Sabbath. Muchos de sus fans juran una y mil veces que la experiencia es como ver a los Sabbath de los setenta, y la verdad es que no van muy desencaminados. Theo Mindell tiene una voz muy parecida a la del Ozzy de los setenta y posee una extraña presencia sobre el escenario. Mark Thomas Baker a la guitarra, Keith Nickel al bajo y Carter Kennedy a la batería completan la formación, pero la verdad es que tienen más pinta de surferos californianos veteranos que de rockeros satánicos de los setenta.

El ritual de riffs da comienzo con "Son of Misery" y "No One Makes a Sound" y una cosa está clara: en Barcelona hay muchos fans de Orchid que no se ven por la calle. La gente disfruta del momento, berreando las letras a pleno pulmón y la banda se lo agradece descargando temas que podrían haber formado parte de "Vol. 4" o "Master of Reality" como "Eyes Behind the Wall" o "Capricorn". Hay que reconocer que Orchid no son una fiesta sobre el escenario. Baker no cambia su cara de pocos amigos por nada del mundo y Mindell parece que tenga estudiados los movimientos para nunca mirar de frente al público. Kennedy es quien lleva el peso visual sobre las tablas, pero nada se puede achacar a la banda en términos musicales.

Con "Helicopters" o "Silent One" el concierto avanza a ritmo de oscuros riffs y melodías inquietantes y el ambiente en Bóveda es de ocasión única, no hay duda. A pesar de que la mayoría de sus temas tengan un claro referente en el catálogo de Black Sabbath, es de recibo reconocer que Orchid son una banda que suena y que sabe lo que hace. No pretenden engañar a nadie, y seguramente es por eso que han establecido esa comunicación tan estrecha con su público que no les deja abandonar el escenario hasta que interpretan el andrenalínico "Wizard of War", un torpedo proto thrash que parece salido del mismísimo "Sabotage".

Se cierra así la segunda edición del Riff Ritual Fest, una cita ineludible en la escena barcelonesa (y me atrevería a decir nacional) para los fans de los sonidos más lisérgicos y setenteros. Para lo exquisito del cartel de esta edición, la verdad es que la asistencia final se antoja un poco corta, pero también es cierto que era una noche complicada para montar un evento de estas características. De lo que no hay duda es que los fans de verdad se movieron para dar vida a este Riff Ritual Fest y, junto con las bandas, convertirlo en una noche inolvidable. ¡Los fans de los sonidos más densos nos podemos conformar pensando que ya solo falta un año para la tercera edición!

Texto y Fotos: Edko Fuzz