"El mundo de la guitarra en España se encuentra mejor que nunca, con una salud de hierro, gracias a la cantidad de nuevos instrumentistas que están apareciendo, muchos de ellos con una calidad que no tiene nada que envidiar a otros músicos internacionales. Uno de estos ejemplos es Robert Rodrigo, guitarrista y profesor bilbaíno que recientemente acaba de publicar su cuarto disco en solitario llamado Warth."
Belch
Nota:8,5/10  

Robert actualmente combina su labor en solitario con su banda Airless y si bien con estos últimos presenta un hard-rock y AOR con clase y buen gusto, en solitario encontramos más variedad de estilos, siempre con el heavy metal por bandera. Y es que, Robert, junto con Tony Hernando o Jero son de los máximos exponentes de la música instrumental con bases y estructuras heavys, dejando de la lado el blues o la fusión de muchos otros instrumentistas y tan de moda actualmente.

Cuando escuchamos su trabajo, tanto este Warth, como el anterior (Half finger of the Moon) nos vienen a la mente guitarristas como Yngwie Malmsteen o Steve Vai, especialmente el sueco, gran influencia a todas luces del bilbaíno. Sin embargo, no se centra en tocar rollo neoclásico como sí haría el señor Hernando, sino que enfoca los temas desde un punto de vista más melódico como lo harían Steve Vai, Petrucci o Tony McCalpine, en una mezcla interesante y no muy saturada de practicantes en España.

Lo primero que llama la atención es que prácticamente todo el disco está hecho por el bilbaíno, programando él las baterías y los teclados, dejando únicamente la labor del bajo a cargo de Miguel Manjón, y llama la atención porque por momentos sí se hecha de menos el groove, el rollo que tiene la pegada de un batería real, quedando muy cuadriculada la batería. Pero es obvio que aquí lo que más importa es la labor de Robert, un guitarrista con una calidad inigualable, que lleva a cabo técnicas de guitarra casi imposibles sumándole que no utiliza púa, sino que con los dedos hace cosas que el resto de los mortales seríamos prácticamente incapaces. El sonido de Robert, debido a tocar con el dedo le da un toque muy característico suyo y que apenas he conseguido escuchar en otros músicos, muy limpio y gordote pese a llevar mucha distorsión en sus Orange.

Abre con In a Dream muy heavy y con un tapping que deja sobrada cuenta de la calidad de este monstruo de las seis cuerdas. Desde este tema nos damos cuenta que el metal más extremo también tiene cabida, en forma de riffs contundentes y salvajes, que no es algo muy habitual dentro de la música instrumental. Carved in Rock destaca por combinar hard rock con influencias de Van Halen y el uso de armónicos prácticamente a su antojo, con solos técnicos y perfectamente limpios muy del rollo petrucci.

They Call it Stage Renting es una salvajada de metal extremo en cuanto al riff inicial para luego hacer un parón y dar paso a un tema muy melódico y con fraseos con un aura y rollo parecido a la época más rockera del señor Satriani. Y siguiendo con la parte más extrema y los riffs con armónicos bestiales tenemos The Kingdom of Darkness que en esta ocasión no se queda solo en el riff sino que tenemos un corte que bien podrían firmar bandas de Thrash metal sin que a nadie le resulte extraño. Tantos armónicos dejan un regustillo a Zack Wylde, no sé si era intención de Robert pero por ahí pueden ir los tiros. Llama la atención la batería con la caja lenta, tan propia de metal extremo que hace a la mayoría mover la cabeza al unísono. También extremo es Murderers of Souls con doble bombo a piñón y un riff pasado de vueltas y velocidad. Sin embargo, no es un tema de metal extremo tradicional, sino bastante modernoso con puentes tipo Sober más limpios y orquestales, más sentimentales y, solazo muy técnico al canto.

Baja el pistón el disco con Kilimanjaro, quizás el corte más extraño y diferente y, para mí, de los más interesantes, donde Hendrix y su legado tiene buena culpa, mezclando riffs 100% setenteros con movimientos de escalas imposibles y solos al estilo Andy Timmons, más melódicos y bluseros. Para los seguidores aférrimos de la guitarra, destacar el sonidazo, por cierto, el que saca este hombre de su Ibanez en este tema, impresionante. Continúa con Remembering Julen donde Robert saca todo el feeling en una balada y medio tiempo totalmente sentimental y donde la expresividad de la guitarra está por encima de todo.

En este disco adquiere cierto peso la guitarra española, tanto en una intro aflamencada en “An Eye For An Eye”, como en el último corte que cierra el disco “The Lost Guitar” donde demuestra su polivalencia, no cerrándose solo al mundo de la guitarra eléctrica. De hecho, este último corte me ha sorprendido muy gratamente porque incorpora el toque que Yngwie le daba a la guitarra española en sus trabajos, con el sello inconfundible de un toque aflamencado tocado por un guitarrista de nuestra tierra y ritmos de blues a partes iguales.

My Unusual Woman es otra de las grandes alegrías de este Warth, con su ritmo hardrockero y vacilón, muy muy macarra aunque yo le haya echado de menos una letra y una voz por encima para darle aún más rollo. Destacar que la guitarra, destila blues en sus riffs y fraseos, muchos de ellos cargados de feeling, derrochando capacidad en usar las técnicas de expresión para darle rollo al tema. A Song For Michael vuelve a recordar al señor Timmons con un aire más blusero y más melódico, sacando de su guitarra sentimiento y jugando con la dinámica de la guitarra a su antojo. Pero que nadie espere un medio tiempo, el concepto del tema es mucho más hardrockero, en una mezcla curiosa y muy currada y donde vuelve a resaltar el tono tan puro y bonito que saca a pesar de los kilos de distorsión que llevan sus amplificadores.

Gran guitarrista, que tanto en Airless como en solitario demuestra su capacidad, no solo instrumental, sino compositiva, que si bien, no lo he destacado en exceso, está fuera de toda duda. En este trabajo la esencia por encima de la guitarra y el virtuosismo, está la canción, y es el gran activo que tiene este Warth, canciones y melodías bien hechas, que bien podrían llevar una voz por encima sin que a nadie le resultase raro. Como decía al inicio, la guitarra en este país goza de buena salud, solo hace falta que la gente se abone a músicos como el bilbaíno que más de una alegría se llevarán.

Belch

Temas:

In a Dream
Carved in Rock
They Call It Stage Renting
The Kingdom of Darkness
Kilimanjaro
Remembering Julen
An Eyes For An Eye
Double Dawn
Murderers of Souls
My Unusual Woman
A Song For Michael (R.I.P.)
The Lost Guitar

https://www.robertrodrigo.es/

https://www.myspace.com/robertrodrigorodrigo