El trío de Chicago Russian Circles se descuelga de su habitual mezcla de metal y post-rock con un disco magistral. Y ganó el post-rock. Empezaron teloneando a grupos como Boris, Isis, Mono, Pelican, en incluso Tool, y ahora son ellos los cabezas de cartel. Y se lo merecen.

Toni Feliu

Dicen que "menos es más". Y Guidance, el último trabajo de Russian Circles, cumple la máxima a la perfección. Empezando por el grupo en sí: son tres, pero parecen seis. Y continuando por los títulos de las canciones, enigmáticos y todos de una sola palabra. En Memorial, su anterior trabajo, dieron un paso adelante con el uso de teclados, sección de cuerdas e incluso la colaboración vocal de la cantautora gótica Chelsea Wolfe. Tres años después, los estadounidenses han conseguido ir incluso más allá con uno de los conceptos básicos en la música: el flow. No es que antes no lo tuvieran, es que ahora roza la perfección.

A modo de intro, Asa parece agradecerle a Chelsea los servicios prestados con un tema casi-folk que merecería ser banda sonora de cualquier puesta de sol memorable. Una canción que relaja y nos deja la mente limpia, vacía, preparada para la tralla que se avecina.La transición hacia Vorel pasa por un sutil redoble de caja que se va magnificando hasta llegar a lo no-obvio. En vez de estallar directamente, el redoble da paso a un ritmo frenético basado en el uso del goliat. Incluso cuando entran las guitarras uno tiene la sensación que suenan flojas de volumen. En realidad estamos delante de un gran truco de magia que sirve para preparar el único riff estrictamente metalero del disco. Nos confunden para recordarnos de dónde vienen y a dónde se dirigen. Un guiño a su pasado reciente, otro a Neurosis, y en resumen una despedida necesaria para empezar a volar.

Le sigue Mota, un tema delicioso, probablemente el mejor del disco. Empieza con una progresión armónica bellísima en tonalidad mayor, respaldada por un cojín de ebow y bajo perfecto, y que mediante un cambio de compás y de acordes complejos acaba resolviendo en otro gran riff de guitarra, esta vez en tonalidad menor. He aquí un viaje por las emociones que va directo al alma, incluso si eres nihilista y crees que ya estás muerto por dentro.Afrika va directa de nuevo a sacudir nuestras entrañas. Un tour por la sabana que se complica, un sufrir por la propia integridad con final abierto.

El disco hace aquí su primera pausa. Después de 23 minutos non-stop, Overboard tiene la difícil misión de arrancar motores de nuevo, y, cómo no, se nutre de una intro de dos minutos para tal efecto. Es más, todo el track en sí se podría calificar como un interludio para preparal las dos piezas finales.

Calla se desboca desde el principio. Probablemente posee las distorsiones más explícitas de todo el álbum. Y por supuesto se agradecen. Es la gran traca final. Después de ir revoloteando nuestras emociones, de confrontarnos con nuestras miserias, de hacernos incluso dudar de nuestra existencia, ahora es momento de sacarlo todo fuera, de mover sin parar nuestras greñas (seguramente) imaginarias. Momento de gritar, de bailar, de hacer lo que nos salga de la punta del rabo. Exorcismo de nuestros demonios. Catarsis.Y si aún no hemos sido sanados, si cuando uno empieza a escuchar Lisboa piensa "vaya, la típica balada para cerrar el disco", en realidad tenemos delante nuestro una nueva oportunidad para redimirnos. Dos golpes de caja sorprenden a los (otra vez) dos minutos de intro para introducir un pasaje que nos llevará al séptimo cielo. El post-rock se une a Low, la banda más lenta del mundo. Y el resultado es sublime.

En una entrevista reciente en Destroy Exist, el bajista del grupo Brian Cook cuenta que la inspiración les vino a raíz de unas fotos que les llegaron sobre ejecuciones públicas en algún sitio indeterminado de Asia. “Queríamos hablar de cuánta incertidumbre hay en nuestras vidas en este momento. Llamamos Guidance al álbum porque habla de la ausencia de respuestas respecto al futuro. Y por mi las fotos tienen ausencia de respuestas respecto al pasado. Todo lo que podemos hacer es centrarnos en el presente y tratar de darle sentido de algún modo”.

Sabias palabras que resumen un trabajo excelente de un grupo en continua evolución – para mejor.

Toni Feliu

Temas:

1. "Asa" (4:00)
2. "Vorel" (5:29)
3. "Mota" (6:33)
4. "Afrika" (6:31)
5. "Overboard" (5:32)
6. "Calla" (6:23)
7. "Lisboa" (6:32)