Saint Vitus, uno de los padres de la consolidación del Doom junto a grupos como Pentagram, Trouble o Candlemass, celebran sus cuatro décadas de actividad con un tour europeo que pasará en abril por Barcelona, Madrid y Bilbao; y no sólo tendremos gira este año, sino que el 17 de mayo se publicará su noveno álbum de estudio, el primero desde el Lillie: F-65 de 2012.

Quim Torres

La historia de la banda liderada por Dave Chandler está llena de altibajos, separaciones y reuniones, pues es un reflejo de la dificultad de intentar mantener una banda durante tantos años en el absoluto underground en el que ha estado sumergido el Doom durante mucho tiempo, siendo ahora, después de décadas, el momento en el que más reconocidos se ven estos grupos, quizás por moda o más bien porqué estaban avanzados a su época. Diferentes aspectos de este estilo se reflejan en la sociedad actual, que se encuentra en un nuevo declive moral, emocional y de incertidumbre; reina, por una parte de la sociedad, la ignorancia y la falta de pensamiento crítico y, por la otra y ante esto, un constante cuestionamiento sobre el progreso, la tecnología, el sistema y otros muchos aspectos que parecían intocables, cosa que va relacionada también con el aumento de interés en temas como el ocultismo y otros modos de pensamiento que podemos denominar outsiders. El Doom de Saint Vitus, así como de Pentagram, Elctric Wizard y muchos otros, refleja perfectamente esta sociedad decadentemente pragmática y ordenada en frente de una necesidad de ir en contra de ésta, a través de la vuelta a la espiritualidad y el caos.

Por lo que hace en la actualidad de la banda, tanto en la gira como en el nuevo disco, contaremos con la vuelta del cantante original Scott Reagers, que vemos en fenomenal forma en el tema que nos han dejado de adelanto, “12 years in the Tomb”, que nos retorna a los inicios, con esos ritmos más rápidos y sludgeros, mezcla, de alguna manera casi inverosímil, de Black Sabbath y Black Flag:

Pero empecemos por el principio, volvemos a 1984 para apreciar su primer LP, con el que cada una de las cinco canciones que lo componen es más oscura, densa e inmersiva que la anterior, con un sonido enormemente alejado del Heavy Metal del momento, que parece salir de una tumba en el fondo del mar, a donde nos lleva su angustiosa última canción:

Con Hallow’s Victim se sigue un poco la misma estela, con algunas canciones muy doomeras seguidas de otras que, por el contrario, se nutren también de la NWOBHM. Pero la consolidación llega en 1986 con el que para muchos es su mejor disco, Born too Late, y la entrada del cantante y guitarra de The Obsessed, Scott “Wino” Weinrich, a las voces.

En el siguiente Mournful Cries de 1988, empieza a mejorar su sonido, pero es con su fichaje por el sello Hellhound y bajo la producción de Harris Johns (Helloween, Coroner, Sodom, Tankard, Celtic Frost, etc.) que consiguen llevar a otro nivel de sonido los tres siguientes discos, culminando en 1995 con Die Healing, con el que volverían a la formación original, que desafortunadamente se disolverían al año siguiente.

Saint Vitus se separaron en 1996 para reencontrarse en 2008 (¿entendéis ahora el título de la nueva canción?), y cuatro años después publicaron su disco de retorno, Lillie_ F-65, de nuevo con Wino, con el que demostraron no haber perdido nada de personalidad y tener incluso más garra que anteriormente. Pero ya se sabe, las cosas del Doom van despacio, así que ahora, después de otros 7 años, esperamos impacientemente a ver qué nos deparará la nueva entrega de esta mítica banda de Los Angeles y su inminente visita que esperemos que traiga muchas de estas joyas de la historia del Metal.