Hace dos años superaron todos sus registros con aquel magnífico “Letargo”. Ahora, los hermanos Escobedo y compañía, vuelven a la palestra con “Vulcano”, un álbum que continúa la senda sobresaliente de su predecesor. Sería demasiado atrevido decir si estamos ante un disco mejor, o peor, que el de hace dos años, ya que si bien las similitudes están ahí, también lo están las diferencias, que vuelven a hacer de un nuevo lanzamiento de Sôber una experiencia única.

Siempre es difícil ponerse a escribir de una banda que te gusta tanto, ya que el miedo a que la subjetividad aparezca demasiado está ahí, y más cuando sientes esa extraña sensación de que estás ante un disco que ha sido escrito para ti, por como en el momento en el que lo degustas las letras parecen hablar de tu vida y la música y las melodías son lo que justo esperabas en ese momento. Dicho esto, cualquiera que se acerque a “Vulcano”, apreciará, gustos aparte, que está ante un disco grande, compositiva y sonoramente hablando.

El primer single de adelanto que pudimos disfrutar fue “Arena”, noveno corte de los once que conforman este nuevo plástico, y ya su estribillo quedó a fuego grabado en la mente de muchos. Además, tenía cierto aire añejo, a la época de “Morfología”, en las estrofas, que junto con el estribillo pegadizo, muy en la onda de sus mejores temas, lo hacía de lo más atractivo para los fans de cualquier época de la banda.

El segundo adelanto, y primer videoclip oficial, fue la canción que abre y da título al álbum. Contundencia, cierto aire progresivo y una letra muy social son sus características más llamativas.

El álbum continúa con dos cortes que seguramente se conviertan en clásicos inmediatos en su repertorio, y pasan por ser de lo mejor del disco y su carrera, como son “Enterrado” y “La escalera”. Producción envidiable y un trabajo de estudio titánico, donde han trabajado cada tema hasta encontrar lo que cada uno necesitaba. Se nota en cada nota y en cada arreglo.

“El viaje” es uno de esos cortes intensos que tanto le gustan a ellos, in crescendo y con apoyo de grandes orquestaciones, que, con mucho gusto, acompañan las melodías durante los casi seis minutos de duración. La crudeza lírica está ahí, a pesar de que ya en “Letargo” sus letras tenían tintes más optimistas, y es algo que han mantenido también en casi todo este álbum.

“Irreal” y “Héroes” forman otra dupla de infarto, siendo esta última especialmente única, con unos coros grandiosos que hacen de su estribillo algo inolvidable. Con tanto grandes temas como tiene, y viendo que siguen superándose, les va a costar, francamente, conformar el set list para la gira.

Quizá “Click” y “Papel mojado” constituyan la fase más floja del disco, si es que esto existe. Y es que sin ser para nada malos temas, al lado del resto si resultan vagamente inferiores. Por poner algún pero antes de atacar la recta final formada por la mencionada “Arena”, “Estrella Polar” y “Magnolia”.

“Estrella Polar” es una de esas baladas que tocan la fibra. ¿Os acordáis de “Naufrago”? Pues entonces os podéis ir haciendo una idea, una auténtica maravilla, preciosa y precisa, que llegará a lo más profundo de los fans.

Y para terminar, sorprende “Magnolia”, uno de los cortes más cañeros, que por momentos nos trae a la mente aquel ya lejano y mítico “Loco”.

Sôber lo han vuelto a hacer, han facturado un disco por lo menos a la altura de su predecesor, que ya es mucho decir. Ahora sólo queda volver a disfrutarlos en directo, donde nunca defraudan.

Alberto López

Temas:

Vulcano
Enterrado
La escalera

El viaje
Irreal
Héroes
Click
Papel mojado
Arena
Estrella polar
Magnolia