Este concierto tenía un atractivo muy especial, no solo para mí, sino para todos aquellos que queríamos vivir la ocasión de tener muy cerquita a Steve Harris, bajista, fundador y quien dirige el timón de Iron Maiden, banda que evidentemente no necesita presentaciones. Tras su gira con Maiden donde rememoraban la rememoración del Maiden England el bajista ha montado una minigira con su banda proyecto paralelo British Lion, acompañados por la banda de su hijo George llamada The Raven Age.
Texto: Toni Marchante
Fotos: Manu Cabaleiro

En plena mitad de julio, en el centro de Madrid y con un calor de justicia, tuvo lugar el evento. La promotora había colgado el cartel de sold out y se veía entre el público mucha gente que evidentemente lucía el careto de Eddie es sus vestimentas. Los medios de comunicación allí congregados, entre los que estábamos unos cuantos acreditados para hacer también fotos, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que Iron Maiden Management a última hora había dado a la promotora instrucciones de acreditar únicamente a un número mínimo de fotógrafos, por lo que la acreditación que se nos había confirmado se nos denegó. Dejando a un lado a la promotora Madness Live, que no tuvo nada que ver con esto, y que encima tuvo que dar la cara por ello sin tener ninguna responsabilidad, debemos cuando menos plantear nuestra queja a Iron Maiden Management que no estuvieron a la altura de su nombre y que no nos permitió cubrir el concierto con los niveles de calidad que queríamos, teniendo que incorporar como veis, material fotográfico de su concierto del pasado año. Incluso pudimos observar que el espacio que se dejó de foso para los pocos compañeros que realizaron fotos era estrechísimo, ya que ni siquiera se podían cruzar. A alguno habría que recordarle que la prensa musical trabaja para fomentar y ayudar a las bandas y supone tirar piedras contra su tejado acciones y decisiones de este tipo.

Dicho todo esto, entramos en materia con la irrupción a las 20:00 de The Raven Age, el grupo de uno de los vástagos de Harris quien se hizo cargo de una de las guitarras realizando un buen trabajo. The Raven Age no es un grupo que pegara con la oferta musical de los leones británicos, está claro de que fueron los teloneros por razones obvias, pero su estilo está mucho más cercano al metal melódico trallero más moderno. La otra guitarra del grupo es Dan Wright, la batería corre a cargo de Jai Patel y al bajo Matt Cox quien también apoya en las tareas vocales. Como frontman Michael Burrough le da dinamismo a la escena. Si bien hay que puntualizar el hecho de que deben mejorar en el aspecto vocal en directo, sobre todo en los apoyos de Matt. La banda estuvo presentando su EP debut dejando buenas sensaciones en el público.

Sobre las 21:15 tras la previa adecuación y personalización del escenario comenzó la actuación de los leones británicos y ya desde el arranque con el tema que abre su disco “This is my god” el bajo de Steve se hizo patente y evidentemente siendo el foco de atención de todos los que estábamos allí, aunque hay que decir que poco a poco el resto de la banda fue equilibrando la atención de la escena, pero en todo momento se seguía con especial atención los movimientos y los gestos del genio de las cuatro cuerdas, que estéticamente seguía el estilo personal e intransferible que ha tenido con su banda de siempre. Los tres primeros temas se sucedieron en el mismo orden que en su cd debut, un disco que sinceramente cuando lo escuché me decepcionó un poco, pero que hay que decir que en directo gana muchísimos enteros. Richard Taylor es un gran frontman que incluso en ocasiones se colgó la guitarra acústica para aportar más melodía si cabe, pero en todo momento supo mantener la atención y llevar al público a su terreno.

“Father Lucifer” arrancó con ese deje a lo The Who y para entonces ya gozaban con el beneplácito y la entrega de los que estábamos allí, que coreábamos y gritábamos cuando el Sr. Harris nos lo demandaba. “The burning”, tema no incluido en su disco presenta algunas referencias musicales a los Maiden, por lo que fue muy bien acogida por el público. Y llegó el momento de uno de los platos fuertes “The chosen ones”, cuando los británicos se vuelven americanos para mostrarnos un corte al estilo Boston. Las siguientes en sonar fueron “These are the hands” que sonó con ese aura de rock melódico mientras que “Guineas and crows” fue arrancada por el bajo de Steve Harris quien en su parte final (al igual que en otros muchos temas) fusiló y ametralló con su bajo a todos los que estábamos delante, en un gesto que es marca registrada.”Last chance” fue quizás la canción que más se coreó ya que el propio tema invita a ello, además de que Richard Taylor se ocupara de animar la situación.

Y llegó otro de los momentos culminantes de la noche; y fue así porque es quizás el corte más próximo a la Doncella de Hierro dentro de lo que es el disco de los leones: “Us against the world”. Y como un tema de los Maiden fue recibido por el público que ya en sus primeras filas portaban camisetas, bufandas y pancartas con alusión a Iron Maiden, con alguno que otro vistiendo la camiseta y los colores del West Han, club de los amores del bajista quien portaba durante todo el concierto su inconfundible bajo Fender con el escudo de su equipo y para soportar mejor el peso de su bajo, como es habitual, la correa estaba revestida por una alforja de lana con los colores celeste y grana. El público estaba ya entregado pero “Us against the world” acabó de convencer a quien hasta ese momento tenía alguna duda por haber venido. El gran trabajo de los guitarras David Hawkins y Grahame Leslie que rayaron a gran nivel durante toda la noche, nos recordó que además de Harris habían otros cuatro músicos que lo estaban dando todo.

Tras “A world without heaven” un tema discreto pero que va muy bien para el coreo del estribillo por parte del público, nos llegó la primera versión de la noche de la mano de “Do ya do ya want me” de Trevor Ravin, una versión interesante con el cabalgueo a lo Maiden que le imprimió Steve al bajo. La última canción en sonar antes del bis fue “Judas”, preciosa interpretación con sus momentos acústicos. Tras el aplauso rotundo la banda se retiró unos minutos.

La vuelta a escena fue con una versión de una de la bandas favoritas de Steve Harris: UFO. Simon Dawson que estuvo impecable detrás de su batería durante toda la noche marcaba el ritmo con solidez, siempre alineado con el bajo y pudimos disfrutar al mismo tiempo de los grandes solos que tiene este corte, de la mano de David y Grahame. El cierre, completando la hora y media de concierto, lo puso “Eyes of the Young” otro de los grandes temas de su disco, quizás de los más comerciales y de los que también invitan a la participación del público, al ser una canción como más Bon Jovi. Tras finalizar el saludo fraternal con un público que disfrutamos del concierto; Harris regaló sus muñequeras al respetable con más de un guiño y muestras de complicidad a los que le enseñaban sus símbolos Maiden. Cierto es que alguno se esperaba alguna canción de los Maiden, pero precisamente este proyecto nace para huir de esa sonoridad y para hacer algo diferente, escogiendo versiones para completar el set list, opción que además me parece más adecuada.

En definitiva, buen concierto de British Lion que nos ofrecieron el mismo set list que su última visita a Madrid el año pasado, aunque cambiando alguna canción de posición, permitiéndonos a más de uno el poder ver desde cerquita a uno de los personajes más importantes de la historia del Heavy Metal. Como hemos comentado durante la crónica, la banda gana muchísimos enteros en directo respecto de su disco. Esperamos que su próximo trabajo vayan acercando al alza estas dos posiciones.

Texto: Toni Marchante
Fotos(archivo MS) : Manu Cabaleiro

Set list:

This is my god
Lost worlds
Karma killer
Father Lucifer
The burning
The chosen ones
These are the hands
Guineas and crowns
Last chance
Us against the world
A world without heaven
Do ya Do ya want me (cover de Trevor Ravin)
Judas
Bis:
Let it Roll (cover de UFO)
Eyes of the young