"
Siempre es un gusto descubrir bandas que por unas cosas u otras no conocías, pero en especial me quito el sombero ante Three Seasons, una banda que desde Suecia nos deleita con un disco setentero, clásico y psicodélico donde la calidad instrumental está fuera de toda duda. La factoría escandinava goza de una calidad extraordinaria y bandas como esta lo demuestran.…"

Belch

Nota:10/10  

¿Qué sería de bandas como Three Seasons si en vez de salir en el siglo XXI hubiesen surgido en los años 60 y 70? En el caso de esta banda lo hubieran petado y su música habría dado la vuelta al mundo. Bien es verdad que la fórmula no es nueva en el año 2012, ni sorprendente, ni falta que le hace. Rock y blues setentero hecho con calidad y desparpajo, donde se nota que han mamado cada una de las frases, melodías, solos de los clásicos, desde Purple a Zeppelin, Pink Floyd, Hendrix, etc.

Todo está concebido a la vieja usanza. Ya no solo la forma de componer y el estilo, sino la propia grabación tiene esa sobresaturación, ese regusto añejo que le da un punto especialmente creíble y más de uno, si no lo sabe, pensará que tiene ya sus 40 años, cuando está hecho hace apenas 6 meses. El teclado con ese sonido Hammond, la voz de Sartez Faraj emulando al mejor Plant, la stratocaster rota y gritona, en fin, “made in 1970”. Junto a Faraj (que más de uno recordará por haber sido vocalista de Sienna Root, otra banda no especialmente conocida por estos lares pero con una calidad brutal), encontramos a Christian Eriksson (bajo) y Olle Risberg (batería) más otros músicos que les apoyarán con los teclados y otros instrumentos para los sonidos más folk de cara al directo.

En cuanto al disco en sí, bien es verdad que las influencia de Pink Floyd, de los tintes progresivos hacen que el disco se frene por momentos, con canciones largas que recorren varios caminos que se entremezclan y se separan al antojo de los músicos, por lo que puede hacer que no nos entre fácilmente a primera escucha. Sin embargo, si nos paramos a escucharlo con tranquilidad, tumbados, dejándonos llevar, disfrutaremos de cada uno de los ambientes que nos crean, relajándonos o perturbándonos a su antojo. Junto a estas reminiscencias progresivas también encontramos infinidad de riffs y solos guitarriles de gran calidad.

El disco lo abren los dos cortes más directos, más hard rockeros y muy purpelianos con riffs ambos muy funkys muy en el estilo de Hendrix. Desde el comienzo podemos ver una base rítmica potente y llena, con una batería que bien podría haberla firmado el mismo Bonzo. Cold to the Bone es de las dos la más blusera la más zeppeliana de la manera en que los británicos supieron mezclar rock y blues de manera magistral. Atención, los amantes de la guitarra, a lo que hace el señor Faraj a la par que canta con las seis cuerdas durante todo el disco. Realmente sorprendente.

Con Down to the Bottom comienza la parte más psicodélica, con el uso de efectos en la batería y guitarra, que nos anticipa a tres cortes 100 psicodélicos y progresivos. Tres cortes de más de 10 minutos los cuales no tienen desperdicio en el que fusionan tanto el blues y el rock como el folk americano o el jazz.

Each to Their Own empieza muy épico y folk al 50% en una mezcla curiosa pero efectiva para irnos introduciendo en el mundo de aquel Dark Side of the Moon de los grandes Pink Floyd. Recomendable y casi de obligada escucha.

An Endless Delusion quizás ha sido de los tres cortes largos el que menos feeling me ha dado. Es un gran tema, de calidad indiscutible, pero no ofrece nada por sí mismo y es un tema que en 5 o 6 minutos hubiese quedado redondo. Destacar el solo de teclado que tiene al final de maestro.

Since our First Day es la esencia de como hacer una balada melancólica donde los sentimientos no solo se relatan con la voz, sino que la propia música te lo hace sentir a ti cuando lo estás oyendo. La melodía vocal especialmente original, de esas que se te pegan que da paso a un estribillo desgarrado y emocional por encima de un riff de guitarra que bien podrían haberlo firmado Blackmoore, Page o Keith Richards.

Entre medias de estos tres excelsos temas introducen Feel Alive donde vuelven a dar un tema hard roquero y directo, de tal manera que evitan que el oyente entre en un letargo del que luego no pueda salir. Riffs roqueros a tutiplén y una línea vocal bluesy, melancólica y sensual como era Robert Plant.

Para el final dejan dos temas también bastante emocionales y cargados de sentimientos, Moving On con tienes de blues y guitarras en la onda Black Crowes y, sobre todo, el tema homónino del disco, que pone un broche magistral a esta obra donde Faraj vuelve a salirse en la guitarra. Medio tiempo magistral con un final psicodélico, alocado casi tétrico y teatral por momentos.

Discazo de principio a fin, un trabajo brillante, donde ninguna canción sobra, donde todo tiene su sentido y todo tiene algo que transmitirnos. Impresionado me ha dejado y no parece que sea el único porque todas las críticas nacionales e internacionales coinciden en lo mismo. Que nadie se quede sin escucharles y aprovechen cuando pasen por España porque pueden ser un gran espectáculo sonoro.

Belch

Temas:

01 Too Many Choices
02 Cold To The Bone
03 Down To The Bottom
04 Each To Their Own
05 Feel Alive
06 An Endless Delusion
07 Since Our First Day
08 Moving On
09 Life’s Road

https://www.threeseasonsmusic.com/