El quinto trabajo discográfico de los californianos Warbringer es, como nos tienen acostumbrados, otra entrega de thrash metal agresivo, contundente y sin compromisos que no supone ninguna revolución en su sonido pero que sirve para satisfacer las ganas de thrash de todo aquel que lo escuche. Si bien quizás no alcanza el nivel de alguno de sus trabajos anteriores, sí que contiene un buen puñado de temas divertidos y potentes con alguna sorpresa inesperada en forma de épico corte final.

Albert Vila

En el contexto de esta oleada de bandas revivalistas de neothrash que tanto abundan hoy en día, siempre me ha dado la sensación que los californianos Warbringer lo han petado mucho más en Estados Unidos de lo que lo que nunca han llegado a hacerlo en Europa, donde se han quedado un poco en un segundo plano por debajo de grupos como Municipal Waste, Suicidal Angels, Evile o los mismos Havok con los que van a compartir escenario en unos días. La propuesta de Warbringer es directa y agresiva, bebiendo de Slayer y del thrash europeo a partes iguales para conformar un sonido característico y contundente, que aun siendo resultón quizás no goza de la personalidad que sí tienen otras bandas de su quinta. Los californianos ha sufrido un montón de cambios en su formación a lo largo de los años, siendo el vocalista John Kevill y el guitarrista (antes batería) Adam Carroll los únicos que se han mantenido en el grupo desde su fundación. El otro miembro clásico que aún quedaba, el guitarrista John Laux, dejó las filas de Warbringer poco antes de entrar a grabar este disco, sembrando ciertas dudas sobre el futuro de la banda. Pero lejos de afectarles demasiado, ni su marcha ha evitado que Woe to the Vanquished sea un álbum más que disfrutable, ni este baile de músicos ha sido un impedimento demasiado serio para que Warbringer hayan publicado cinco discos sólidos, coherentes y llenos de calidad, siempre bajo el auspicio de Century Media, con especial hincapié en los grandes Worlds Turn Asunder (2011) y, especialmente, IV: Empires Collapse (2013).

Es innegable que Warbringer nunca se han complicado demasiado la vida, y este disco no es una excepción, facturando su thrash potente y resultón de temática bélica tanto en las letras como la portada, que en esta ocasión nos enseña una muestra del poderío militar soviético. A excepción de la final "When the Guns Fell Silent", un temazo largo y épico totalmente inesperado e inusual en ellos, Woe to the Vanquished es una sucesión de trallazos thrasheros y potentes, cumplidores pero no particularmente originales, que te van atizando uno tras otro y que se las apañan sin problemas para saciar las ansias de thrash de cualquier fan del estilo. "Silhouettes" fué el primer adelanto del disco y es una carta de presentación ideal, con momentos más lentos, pesados y "modernos" que me recuerdan algo a Grip Inc. mezclados con riffacos thrasheros y veloces y un poco de todo lo que pueda caracterizar la música de la banda. El tema título es uno de los mejores del disco, poderoso, violento y con muy buenos riffs, mientras que el medio tiempo "Remain Violent" es problemente el corte más accesible, facilón y pegadizo, lo que vaticino que será un éxito seguro en directo. "Shellfire", en cambio, es mayormente trallera y frenética, con algunos riffs interesantes y una parte intermedia más lenta y culebrera adornada en este caso por un solo especialmente melódico. Aunque se trata de un tema muy disfrutable me dá la sensación de que carece de una estructura del todo definida.

"Descending Blade" es, a excepción de la épica final, mi corte favorito de este disco. Es un tema muy fluido y dinámico con un riff principal bastante canónico y recauchutado pero indudablemente motivante, acompañado de algunas partes muy interesantes que podrían recordar a los Megadeth de Rust in Peace o a los Slayer más crudos de Hell Awaits. "Spectral Asylum" es un tema más lento y abrasivo con algunos momentos realmente brillantes pero al que le falta algo para acabar de resultar del todo redondo, mientras que "Divinity of Flesh" mete mucha más tralla y también es muy disfrutable, con algunos riffs maravillosos, pero acaba sufriendo de las mismas carencias de definición y memorabilidad que ya hemos visto en otros temas.

La sorpesa llega con "When the Guns Fell Silent", el temazo de 11 minutos que cierra el disco, con el que yo personalmente no contaba en absoluto y donde la banda deja ir toda su capacidad creativa para mostrarnos cosas de las que no los sabía capaces. Manteniendo siempre una cadencia y un dinamismo que evita caer en el aburrimiento ni en la repetición en ningun momento, el tema fluye magnífica y majestuosamente desde la (más o menos) tranquila épica de sus primeros minutos, lentos, batalladores, solemnes, sensibles y llenos de matices, con pasajes acústicos y evocadores que recuerdan, sin recordarlo en absoluto, a las largas épicas a los que nos tienen acostumbrados Iron Maiden. Demostrándonos que no tienen ninguna prisa, no es hasta casi el minuto 7 que el tema se empieza a engorilar, a tomar velocidad y a dejarse ir con algunos riffs más incisivos. manteniendo siempre una impecable coherencia. Así como otros temas aparentemente más sencillos me han dejado con una cierta sensación de provisionalidad, este me parece un corte absolutamente redondo. Siempre me gusta que una banda se atreva a salir de su zona de confort de esta manera, y me alegro especialmente cuando el resultado es tan brillante como aquí.

Warbringer no descubren nada en especial y ni tan siquiera me parece una banda clave para definir o entender el estado de la escena thrash metal actual, pero saben lo que quieren hacer y lo hacen muy bien, para disfrute inmediato aunque superficial de todos aquellos a los que nos gusta el estilo. Woe to the Vanquished contiene algunos muy buenos temas, es entretenido y fácilmente disfrutable, pero es también un poco irregular y, definitivamente, no es un disco que vaya a pasar a la historia, pareciéndome incluso un escalón por debajo de sus dos trabajos anteriores. Aún así, la valentía y la inspiración derrochadas en el último tema me parecen dignos de mención, y ni que sea por eso este álbum se merece algunas efusivas palabras de elogio. Warbringer andan en estos momentos embarcados en una extensa e interesantísima gira europea junto a Havok, Gorod y Exmortus que les llevará a nuestros escenarios a finales de Abril, con paradas en Madrid y Barcelona, en lo que es el cartel de thrash metal más potente de esta primavera,. Augurar que estas cuatro bandas van a rebentar el escenario y montar un fiestón thrashero sin paliativos no es demasiado arriesgado, así que luego no digas que no andas avisado.

Albert Vila

Temas:

1. Silhouettes (4:45)
2. Woe to the Vanquished (4:01)
3. Remain Violent (3:24)
4. Shellfire (3:59)
5. Descending Blade (4:15)
6. Spectral Asylum (5:34)
7. Divinity of Flesh (3:50)
8. When the Guns Fell Silent (11:11)

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