No llegan de la estepa siberiana, no tienen intención de beberse nuestra sangre ni arrastrarnos con los no muertos. “Wurdalak” son valencianos y su interés es ofrecernos altas dosis de heavy metal melódico de buenísima facturación con su último disco “Como si no hubiese un mañana”. No tengan miedo, abran sus oídos y déjense llevar.

Luis de Juan

He de reconocer que “Como si no hubiese un mañana” ha sido mi primera toma de contacto con la banda valenciana Wurdalak a pesar de que se trata de su quinto trabajo y tienen una longeva carrera de veinte años a sus espaldas; como siempre me sucede en estos casos cuando cae en mis manos un grupo valenciano de heavy metal sé que habrá calidad a raudales dado el cariño que por esas tierras se profesa por el heavy aunque, en honor a la verdad, he de decir que Wurdalak no es solo heavy metal, hay mucho más escondido esperando a que lo descubras… y que lo disfrutes.

Wurdalak está formado por la imponente María José Romero a la voz, Sergio Bosquet y Germán Núñez a las guitarras y coros, Ignacio García al bajo, Iván Sánchez a los teclados y Rubén Muñoz a la batería. El disco rebosa una producción moderna y actual, han sabido sacar lo mejor de la banda los buenos de Enrique Mompó y Fernande Asensi, siendo masterizado por Mika Jussila, siendo en este aspecto un trabajo de diez.

Nos encontramos con un trabajo muy melódico y elegante de complejas composiciones, en los que se aprecia un gran trabajo tanto a nivel instrumental como literario. Si bien el heavy metal más clásico podría ser el punto de unión del disco no es menos cierto que Wurdalak abarcan variados estilos y registros, todos ellos facturados con nota. Hard rock, power… difícil encasillar a estos chicos en un solo parámetro. Guiados por la excelente voz de María José, una contundente base rítmica y un genial trabajo a las seis cuerdas, todo ello cohesionado por un elegantísimo trabajo a los teclados, se nos ofrece un disco de campanillas que se adereza con una actitud que se aprecia con una sola escucha del cd.

El disco arranca con una épica introducción que da paso a “No me rendiré” la cual transcribe el late motiv de la banda. Un trallazo de heavy metal, excelente para iniciar las hostilidades, con clara influencia de Iron Maiden (hay ganas de verlos ya) donde la base rítmica cabalga a través de un pegadizo ritmo de guitarra y teclado, aumentando las prestaciones y la velocidad hasta que estalla un estribillo de primer nivel. Una especie de mezcla entre Maiden y Avalanch. Una pasada de tema.

Con “La fuerza de la voluntad” seguimos el camino marcado por su predecesora; un tema melódico y muy pegadizo en el que se produce un juego de voces muy chulo del que, quizá, se podría haber abusado un poco más a lo largo del plástico. “Wurdalak” arranca al son de los timbales dando paso a un ritmo pesado destacando la guitarra solista que se marca un arranque de auténtico lujo. Son un placer estos grupos en los que el teclado tiene esa preponderancia y se produce una lucha de poder entre éste y las guitarras (que son crema, por cierto) todo ello acompañado de una brutal base rítmica. El final de la canción, con solo de guitarra incluido, es un escándalo, una veloz brutalidad que da paso al estribillo final. Tema redondo.

Como si no hubiese un mañana” es el tema que da nombre al disco y sigue el esquema de las canciones que forman parte de la primera parte del disco. Estrofas ágiles, contundentes, base rítmica muy metálica y actual dando paso a un pre-estribillo a medio tiempo y un estribillo melódico y pegadizo. Finalizando con un bestial solo de guitarra a una altísima velocidad. ¡Vaya discazo! De manera algo raruna arranca “Toda una vida” para dar paso a un tema hard roquero clásico en homenaje y reconocimiento a nuestro rollo.

Nos ponemos melancólicos con “Basta ya” y “Santuario ártico”. El propio nombre ya nos dice con lo que nos vamos a encontrar. Un tema precioso, donde sacan su vena más power metalera, le dan zapatilla al asunto y nos regalan sendos temazos; ¿puede Wurdalak tocar cualquier estilo y hacerlo bien? Sí.

El hard rock estalla con “Horizonte de rock and roll”; no todo es calidad en Wurdalak también hay lugar para la actitud, lo que se aprecia en este tema con un rollazo a Beethoven R que te tira para atrás. Finalizamos los temas propios con “A la deriva” donde recuperamos la melodía y volvemos al “estilo” más Wurdalak clavando un tema marca de la casa. Se acerca el final y se nos ha hecho corto el cd.

A modo de bonus track nos regalan la versión de Rainbow “I surrender” acoplada a su estilo, lógicamente, que les ha quedado muy chula sin perder un ápice del glamour del clasicazo que nos traemos entre manos.

Nunca es tarde cuando la dicha es buena y, desde luego, que esta dicha ha sido buena, más bien cojonuda. Una suerte y un placer para mí poder escuchar y reseñar el discazo “Como si no hubiese un mañana” que rebosa calidad y trabajo. Poco puedo decir, el disco es un escándalo y habla por sí solo, de los de pincharlo y disfrutar. Espero que tengáis suerte y lo podáis tocar en cuantos más lugares mejor y más suerte aún nosotros de poder escucharlo y disfrutarlo. Muchas gracias Wurdalak.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Temas:

No me rendiré
La fuerza de la voluntad
Wurdalak
Como si no hubiese un mañana
Toda una vida
Santuario ártico
Basta ya
Horizonte de rock and roll
A la deriva
I surrender

www.wurdalak.es