Texto: Alba Colobran / Manu Cabaleiro
Fotos: Manu Cabaleiro

La décima edición del festival Leyendas del Rock competía este año con otros grandes festivales del panorama nacional, como el Resurrection Fest o el Rock Fest, ambos con grandes y muy atractivos carteles.Pero el cartel del Leyendas ofrecía un crisol de bandas y estilos difícilmente comparable con su competencia directa, y es que pocos festivales han sabido contentar a tantos fans de tan diferentes estilos de metal.


Amaranthe tuvieron el honor de abrir el primer día de pago del Leyendas. Con un sol abrasador, que mantuvo a muchos de nosotros refugiados bajo la carpa, los suecos salieron valientemente a presentar su curioso sonido. Lo cierto es que con solo tres trabajos han logrado hacerse un hueco en el panorama, y eso se notaba en la cantidad de gente que, ignorando el terrible calor, coreaban y bailaban arropando al grupo. Una propuesta diferente, sobretodo gracias a la combinación de un estilo muy propio y de la combinación de sus tres cantantes, una de sus grandes bazas.

   

Uno de los platos fuertes para los amantes del thrash metal fueron Destruction, los primeros de los esperados Big Teutonic 4. Los germanos acusaron los 38º y ofrecieron una actuación regular, básicamente debido al sonido pésimo que reinó en los escenarios principales durante todo el festival. Aun así, congregaron a una legión de fans que no dudó en lanzarse a los moshpits al ritmo de clásicos como “The butcher strikes Back” o “Bestial Invasion”. Su presencia en el Rock Fest hacía pocas semanas no lograron apagar el interés de la gente por ver a unas leyendas del thrash germánico.

Acto seguido llegaba uno de los conciertos que más ganas tenía de ver, a los suecos Backyard Babies, ya que nunca lo había visto en directo, lo sé, un pecado, y no tardaron en ganarme con su garra, entrega y temazos, que hicieron moverse al más estático del festival. Para antes de su salida sono el “Welcome to the Jungle” de los Guns N´ Roses, para acto seguido empezar su concierto con “Th1rt3en or Nothing”, para seguir con un cañero y electrizante “Highlights”.

   

Fue en de los pocos conciertos del festival que pude disfrutar casi entero y no me arrepiento de ellos, creo que mi elección fue más que acertada y han ganado a un seguidor más. Ya que la banda formada por Dregen guitarra, Nicke Borg a la voz y guitarra, Johan blomqvist al bajo y Peter Carlsson a la batería, me convenciero y me encantaron desde su inicio. Toda una demostración de poderío y muchas tablas, como quedó bien claro con temas de la calidad y crudeza de “The Clash”, “Brand new Hate”, me encanta estas bandas que se entregan al máximo en sus conciertos, con esa actitud punkarra.

El señor Dregen no paró ni un segundo de dar espectáculo, al igual que sus compañeros, aunque el se lleva la palma, como con los temas que continuaron, “Dysfunctional Professional” o en los momentos más tranquilos como la preciosa “Abandon” un temazo de categoría que hizo vibrar a la ansiosa audiencia que les estaba viendo. Siguienron con el crudo “A song for the Outcast”, gran pelotazo y al que le siguió un maravilloso “Star War”, con un Dregen más activo, si cabe, para este tema.

   

Llegaba la recta final, y como no podía se de otra manera a toda velocidad y marcha, empezando con “Nomadic”, uno de los temas que más me gusta de la banda, aunque tenemos otros que no se quedan atras como “Look at You” o con el que dieron por terminado su concierto “Minus Celsius” gran tema para rematar el conciertazo de los suecos. Ahora toca esperar a que a finales de este més nos enseñen sus nuevos temas en su nuevo trabajo titulado “Four by Four” esperemos que siga con el espíritu más cañero de estos maravillosos Backyard Babies.

Para muchos el descubrimiento del jueves fue descubrir a Fleshgod Apocalypse en el escenario pequeño Mark Reale. Con una puesta en escena cuidada, muy serios y concentrados, salieron a sorprendernos a todos. Una vez más, el sonido fue terrible, ya que las guitarras fallaban por todos los lados. Es increible que tras tantos años la organización y técnicos no se hayan puesto las pilas con este tema. Aun así, los italianos se llevaron a una nueva legión de fans ese día y seguramente serán uno de esos grupos que irán a más en los próximos años.

   

Tras reponer fuerzas y líquidos, volvimos a los escenarios principales para Sonata Arctica. Ofrecieron un concierto bastante por debajo de las expectativas, sonando fatal, y a pesar de que los fans acérrimos corearon todas y cada una de sus canciones, la voz de Tony Kakko no siempre estuvo a la altura. La elección de temas combinó grandes clásicos, como “Full Moon”, con algunos algo desafortunados de su último trabajo, que hubieran casado mejor con un concierto en sala de hora y media, y no con el ambiente de un festival que quería juerga a toda costa. La segunda parte del setlist estuvo dedicada integramente a hits hiperconocidos y los finlandeses lograron dejar mejor sabor de boca con “Destruction Preventer” y la gran “Don’t say a Word”. Son uno de los grandes grupos del power metal de su época sin duda, pero… ¿nadie más tuvo la ligera sensación de que se van apagando poco a poco?

   

La elección de Death es cuanto menos curiosa, ya que tras la muerte de Chuck Schuldiner hace ya quince años, más parecen un grupo de covers que los propios Death. Su actuación reunió a muchos curiosos que veían a los americanos por primera vez, e incluso supimos que había gente que venía exclusivamente por ellos. La gran mayoría del público aprovechaba para descansar y acudir en masa a la barra. Para gran parte de nosotros, fue una actuación algo pesada y aburrida a pesar de tocar clásicos del death metal que hicieron famosa a la banda en su momento. Prescindible totalmente.

Al que no quise perderme fue a Jorge Salán, aunque pude disfrutar del inicio y final del concierto, y la verdad es que me sorprendió gratamente. Lo he visto en muchas ocasiones, pero esta fue en la que lo vi mucho más seguro y disfrutanto del comcierto, vamos que lo suyo pasa por el blues y lo goza. Homenaje a B.B. King y varias versiones que se marcó junto a la banda que le acompaña.

  

Asi tocaron temas como “Fire” de Jimi Hendrix, tocado con mucho desparpajo y aparentemente sobrado. Otro de las versiones que hizo vibrar al numeroso público que quiso presenciar al guitarrista fue el fantástico “Can’t get Enough” de Bad Company. Lo más divertido vino en la parte final, cuando parte de la banda se bajó del escenario y se puso a tocar en medio del sorprendido público que enseguida les hizo un hueco. Y por si fuera poco de despedida se pusieron una barbitas postizas para emular a los veteranos ZZ Top y su clásico de “La Grange” con el que se despidieron del Leyendas por este año como banda, ya que Jorge Salán tenía otra cita en el festival como guitarrista del Rock Icons, acompañando a Joe Lynn Turner y Eric Martin, pero sería uno de los platos fuertes del viernes.

Overkill era otro plato fuerte, pero su sonido fue de los peores del festival. No hay palabras para describir lo horrible que se escuchaba aquello, y os aseguramos que los americanos normalmente no suenan así. De todos formas mantuvieron la energía arrolladora que les caracteriza y el buen humor, muy en contacto con el respetable por parte de Bobby Ellsworth y su característica voz.

  

Ofrecieron un concierto lleno de clásicos, cerrando con el grandioso tema “Fuck You”. Siempre es una gozada escuchar “Elimination” o “Hello from the Gutter” en directo si te gusta el thrash metal, y en este Leyendas los amantes del género podían estar muy contentos. Aun nos sorprende que con su trayectoria no fueran Overkill unos de los cabezas de cartel del festival, como si lo eran los grupos de rock español de siempre. El mal endémico del Leyendas.

Otro de los grupos del escenario Mark Reale que quería ver era Rosa Negra, que han sacado un gran cd hace poquito y tenía ganas de verlos nuevamente en directo, así que como con Salán, puede presenciar el principio y el final, ya que en medio había que hacerles fotos a Overkill. Así que pude ver poquito pero por lo menos su inicio con “Paranoicos” con un sonido más bien malo, y lo peor con poca gente viéndolos. La banda liderada por los hermanos Tony León a la guitarra y voces y Jorge a la batería, no dio su mejor concierto, les acompañaban a la guitarra el incombustible Miguel Ángel López “Cachorro” y al bajo José Luis Aragón.

   

Lo que peor me pareció es que por grabar un vídeo dejen entrar a cámaras al mismo escenario y que se pongan de pie a la altura de los músicos, cosa que no pasó solo con ellos y me parece de muy mal gusto, yo los vengo a ver a ellos no a quien graba el video, dicho queda y espero que todos tomen nota. Otros de los temas que pude disfrutar, aunque no fue su mejor día, fueron “Tongo, Tongo” y el gran “No me llames señor llámame Demonio”, que para ser sincero no levantaron mucho al público. El final fue otra cosa con “A bordo de la Ruina”, con el que si la gente colaboró un poco más con este grupo que desgraciadamente no hicieron su mejor concierto, esperemos tener otra oportunidad para verlos en todo su esplendor, por que calidad tienen para aburrir.

Otros clásicos a los que pude ver un rato fueron a Topo, que con prisas llegaron y con prisas se fueron del escenario, y nos dejaron un gran número de temas clásicos de siempre, y alguno de su gran nuevo trabajo, lástima que como en anteriores conciertos tenía que ser el principio y final, por coincidencia con los demás escenario a la hora de hacer fotos.De los conciertos en los que más disfruté, uno es un clásico en esto y me lo pase teta, cantando temazos de todas sus épocas, incluidos sus Asfalto, como la iniciales “Los chicos están Mal” o la maravillosa “Marea Negra” o la gozada de “Vallekas 1996” todo un clásico y un tema que marcó mi admiración por este grupo, comandado por el gran Lele Laina y José Luis Jiménez, sin dejar de lado a quienes le acompañan, como el magnifico Luis Cruz, siempre intachable.

   

El final también fue apoteósico y muy celebrado y cantado, por la audiencia, que tampoco era demasiada que vio su actuación, así sonaros temas tan importantes en la historia del rock español como “Cantante Urbano”, la joya de “Días de Escuela” y para terminar, como siempre o casi siempre hacen, con una coreada “Los chicos están Mal”, con la que se despidieron contentos y emocionados por la respuesta del público que quiso estar con ellos.

La parte más comercial y accesible del festival venía de la mano de Within Temptation, que salieron a escena de forma espectacular y liderados por la preciosa y lírica voz de Sharon Den Adel. Fueron uno de los grupos que más cuidaron la puesta en escena: la pantalla que instalaron como background cumplió sus funciones de suplir las voces de duetos y vocalistas que frecuentemente han colaborado con la banda, incluída a la mismisima Tarja Turunen en “Paradise (What about Us?)”, dueto que arrasó en directo.

    

A pesar de recelo inicial que suscitaban los holandeses en muchos de nosotros, temas como “In the middle of the Night” o ese hit que incluso los no-metaleros conocen, “Stand my Ground”, junto al carisma de Sharon, que dominaba el escenario con su presencia, nos acabaron de confirmar que iban a ser de los mejores conciertos del día. No en vano eran cabeza de cartel. Dinámicos y con un sonido espectacular (por fin!), arrasaron entre los incondicionales del metal gothic/simfónico y sorprendieron a aquellos que ibamos a verlos por curiosidad. Cerraron un concierto absolutamente redondo volviendo a sus primeros discos con “Mother Earth ” y “Ice Queen”.

Sabaton es uno de esos grupos que en directo nunca suelen fallar, y su concierto en Leyendas no fue una excepción. Su reputación por toda Europa les precede, y es que actualmente son una de las bandas más en auge y la mejor candidata a convertirse en uno de los grandes del heavy metal de nueva generación.

   

Eran uno de platos fuertes del festival y enseguida demostraron porqué. Salieron a escena sin telón con su logo (y sin el tanque, como ya imaginábamos) en una especie y sutil declaración de intenciones. No necesitan más que su propia energia para que se les recuerde durante semanas.

La fuerza vocal de Joakim enseguida arrastró hasta la última alma a unirse al show. Contundencia, actuación cuidada al máximo y una gran conexión con el público. Se les veía muy a gusto e incluso sorprendidos por la respuesta de todo el festival, lo cual no hizo más que reforzar la conexión banda-audiencia.

   

Además la selección de canciones fue atronadora y directa al estómago. Desde “Ghost Division” a “Metal Crüe”, pasando por la espectacular e hipercoreada “Swedish Pagans”. Lo único criticable en cualquier caso es lo coregrafiados que se les veía, ya que nos recordaba en todo momento al show que vimos en noviembre. Pero los suecos lograron un gran concierto, redondo en todos los sentidos, y sin duda alguna uno de los mejores de los tres días. Irreprochable.

Aunque coincidían con Sabaton, que ya los había visto este año por Madrid, quise acercarme a ver la energía y fuerza de Blue Pills y acerté de lleno, ya que lo que vi de los primeros no me entusiasmó mucho, todo lo contrario que el año pasado Leyendas y este año en Madrid, así que vamos por este grupo en alza, con un torbellino por cantante llamada Elin Larsson.

  

Y la verdad es que me encantaron, tanto por su directo, como por su estilo, y consiguieron congregar a mucha mas gente de la esperada, que vieron la energía que se gastan el combo. Con temas tan bueno y de tanta calidad como “High class Woman”, “Astralplane” o “Ain´t no Change”, todo un lujo lo de este grupo que espero recojan los frutos que merecen, y creo que así será.

Su parte más cercana a la psicodelia con temas como “Bliss”, también hicieron alguna versión como la tremenda “Elements and Things” del maestro Joe White, con la que el público canto y bailo con mucho entusiamos y ganas. Otros temas de los que pude disfrutar fueron Black Smoke” o el flokie “Little Sun” todo un elenco de estilos puestos en escena por esta gran banda.

    

Algun tema más cañero nos tocaron y hicieron disfrutar a la entregada audiencia que no le quitaba ojo al escenario y a los movimientos de la gran front woman Elin como la potente y espectacular “Devil Man” que hizo que todo el público se moviera y disfrutara de tan potente tema, más hardroquero que otra cosa y con un estribillo de los que se te queda. En definitiva una de los mejores conciertos de este escenario Mark Reale, que por hoy íbamos a abandonar, y nos dejaríamos en el tintero a bandas como Kataklysm, Opera Magna o Döria.

Tras el subidón de los suecos vino la gran decepción de la jornada, con nada menos que Gamma Ray. Siendo un grupo tan veterano sobre los escenarios y uno de los más queridos de su generación, es extraño ver como fallaron estrepitosamente en animar a una audiencia que venía con energías renovadas y la adrenalina al límite de ver a Sabaton y demandaba canciones con las que seguir la fiesta.La elección del setlist fue sorprendentemente aburrida y pésima, de aquellas que apenas te puedes creer. Sobretodo si conoces la trayectoria de los alemanes y sabes que hay cientos de canciones mejores para un festival. Kai Hansen y compañía lograron apagar los ánimos incluso de los fans más entregados a la causa. Alargaron canciones de forma innecesaria, alguna incluso hasta a diez minutos, en una especie de jam sessión reggae que la mayoría no entendimos.

   

La gente se iba mirando para ver si eran los únicos que estaban alucinando. Imperdonable que se dejaran muchos clásicos en el tintero, como “Heavy metal Universe” o “Gardens of the Sinner”, que hubieran salvado su actuación para sacar a relucir temas nuevos que nadie coreó. Tampoco hacía falta alargar el “I want Out” hasta el extremo. Para cuando llegaron “Rebellion in Dreamland” y “Send me a Sign”, ya pocos parecían interesados en el power metal clásico de Gamma Ray. Una pena.

Tierra Santa se curaron en salud y se limitaron a una actuación lineal repleta de éxitos que no decepcionó, temas como “Indomable”, “Alas de Fuego”, “Pegago” que siempre es un gran momentos de sus conciertos o “Juana de Arco” como es habitual en ellos. Aunque es un grupo que puede llegar a cansar, lo cierto es que gozan de temas muy buenos, como “Legendario” o “La Momia”. Como no podía ser de otra manera, cerraron con su célebre versión de “La canción del Pirata”, de Espronceda, que fue coreada al unísono para finalizar su concierto. Los de la Rioja son un grupo contundente con tablas suficientes para no defraudar nunca.

   


Nos quedamos con muchas ganas de ver entero el concierto
Vita Imana, pero nos retiramos a dormir para recuperar fuerzas, que el viernes venía cargado de grupos que no queriamos perdernos, aunque pudimos presenciar sus primeros temas, todo un derroche de energía, fuerza y rabia contenida, con temas tan apabullantes como Seis Almas”, “Manos de Sangre”, “Un nuevo Sol” o “Mar de Cristales”.

   

Texto: Alba Colobran / Manu Cabaleiro
Fotos: Manu Cabaleiro