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Black Sabbath se despidieron de forma espectacular de los escenarios

Black Sabbath se despidieron de forma espectacular de los escenarios

Black Sabbath – 29 de Enero’17 – London O2

Black Sabbath tenían una cuenta pendiente conmigo después de su última cancelación por nuestras tierras bajo el marco del Azkena Rock en el 2012. Antes ya habían tenido que cancelar 2 veces más como Heaven And Hell, en el 2009 en pleno Metalway (fue algo esperpéntico) y en el 2010 por el delicado estado de salud de Ronnie James Dio. Asistí a su concierto en el London O2 con sensaciones contradictorias. Por una parte ansiaba ver al fin en directo a Iommi y a los suyos, más sabiendo que, ahora parece que sí, va a ser su despedida definitiva de los escenarios. Verlos en una ciudad tan importante para la música como ha sido Londres era otro punto a favor. Por otra parte iba un poco preocupado y con miedo de ver algo que no satisficiera mis expectativas. Todos sabemos que Black Sabbath nunca han sido la creme de la creme en directo, además ya había tenido alguna experiencia más bien fría en este tipo de eventos “reunión-despedida”. El marco del London O2 también se convirtió rápidamente en otro punto más a favor: Atractivo y moderno recinto bien situado, con fácil acceso en metro y todo lleno de pubs y restaurantes para amenizar de manera favorable la espera ( no muy frecuente por aquí).

Jaime Arjona

Entrando rápidamente por uno de sus decenas de accesos me dispuse a ver a los teloneros, los americanos Rival Sons. Es muy difícil actuar abriendo en este tipo de eventos, más que nada porque muy poca gente le estábamos prestando atención a la banda (todavía quedaba mucho público por entrar), y todo quedaba algo vacío. Aun así los californianos cumplieron con creces en sus 45 min de show. Con su sonido zeppeliano y con su front-man Jay Buchanan haciendo las delicias de los fotógrafos con sus poses made in rock star, fueron descargando “Electric Man”, “Pressure And Time”, “Torture”… Una buena mezcla de temas variados sin apoyarse excesivamente en ningún disco en concreto. Buen entrante para ir abriendo boca para el plato principal.

Un corto y algo desfasado, para hoy en día, video montado para esta gira nos hacía ponernos a tono al personal allí congregado para que puntualmente las figuras de los huestes de Iommi aparecieran en el escenario bajo las campanas que dan entrada a “Black Sabbath” acompañada de llamas traseras y una buena pantalla. Los nervios a flor de piel y la adrenalina por las nubes, y es que al fin estaba viendo en directo a una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. Puesta en escena sobria y sonido correctísimo, que aun mejoró más en la segunda mitad del concierto. Casi sin tiempo para respirar comenzó a sonar uno de los mejores temas de su carrera, “Fairies Wear Boots”, apoyado de forma elegante con unos efectos muy psicodélicos en las pantallas que había tras el escenario. A partir de ahí, y hasta el cierre final con la festiva “Paranoid”, Black Sabbath fueron desgranando una gran cantidad de los clásicos que hicieron dorada su primera etapa, desde “Snowblind” (con dedicatoria al malogrado Geoff Nicholls) hasta N.I.B., pasando por la atronadora “War Pigs” o la guitarrera “After Forever”.

De todo el set-list me llamó la atención la inclusión de “Dirty Women”, de su maltratado “Technical Ecstasy”, que sonó de manera espectacular, sobretodo en la parte donde Iommi ejecuta el solo. Digo que me llamó la atención porque no me la esperaba (soy de los que no quieren mirar set-lists antes de los conciertos), y quizás me hubiera apetecido más algo como “Symptom Of The Universe”, “The Wizard”, “Sweet Leaf” o “Electric Funeral”. Clasicazos que se quedaron fuera de una difícil elección de repertorio.

A la banda la encontré muy conjuntada encima del escenario, siempre haciendo gala de su sobriedad. Toni Iommi parecía bastante recuperado de su dura enfermedad, ejecutando riffs y solos a la par de manera brillante y efectiva. Era curioso, cuando las cámaras enfocaban sus dedos, ver en la pantalla esa prótesis que tanto le han ayudado a llegar a ser ese guitarra tan importante que es hoy en día. Geezer Butler no se quedaba corto, y es que el bajo sonaba de manera espectacular en algunos compases del show. A Ozzy Osbourne lo vi algo más estático que de costumbre, agarrado en todo momento a su pie de micro. Atrás quedó ya el Madman de las giras locas y desfasadas de los 70s y 80s, y es que los años no pasan en balde. Para hablar de Tommy Clufetos necesito un párrafo aparte, y es que la elección de Clufetos como batería para esta gira ha sido acertadísima.

Soy un romántico para este tipo de cosas, y desde que los Sabbath anunciaron su gira de despedida me daba mucha pena ver como por arte de magia Bill Ward era borrado, literalmente, de las fotos antiguas de la banda que usaban a modo de promoción. También me resultaban bastante desagradables el cruce de declaraciones entre la banda y Bill. Me hubiera gustado y defiendo que el bueno de Ward tenía que haber estado de alguna manera u otra presente en esta gira de despedida, pero con la mano en el corazón, pienso que hoy en día no está para ponerse tras una batería y dar el espectáculo que nos ofreció Tommy Clufetos (ya lo había visto con la formación de Ozzy y sabía de su potencial). Ahora mismo, encima del escenario, Clufetos es el motor de la banda. Digno de admirar su forma física y fuerza al aporrear la bataca. Una bestia parda durante todo el show, sobretodo en el atronador solo que nos brindó tras “Rat Salat”.

Si tuviera que resaltar algo negativo del concierto sería al público británico. Me hervía la sangre observar la pasividad de los asistentes durante todo el show, más propio de una obra de teatro que de un concierto de rock. Apenas se movían o mostraban sus emociones, incluso me atrevería a decir que para mí tendría que estar apenado con la cárcel irse a fumar o a por una cerveza al escuchar los primeros compases de una brutal “Iron Man” como sucedió con algunos asistentes que tenía a mi lado. ¡Sacrilegio!, ¡A la hoguera!. Tan solo se animaron algo más casi al final del show con “Children Of The Grave”, que sonó espectacular. Posiblemente obtuvo el mejor sonido de todo el concierto, bajo esos globos y confetis negros y lilas.

Como no podía ser de otra forma la banda cerró el show con el himno “Paranoid”, poniendo broche y final a un elegante y efectivo concierto. Después de esta noche, aún le quedaban 3 fechas más para completar su gira: una más en Londres y 2 en su natal Birmingham. En el momento que termino esta crónica, los Sabbath, han ha puesto punto y final a su “The End Tour” y todo ha ido sobre ruedas. Como fan de la banda es de agradecer esta retirada a lo grande. Larga vida a Black Sabbath!!

Jaime Arjona
Fotos directo (Sweden Rock’14): Susana Manzanares

Set-list:

Black Sabbath
Fairies Wear Boots
Under the Sun/Every Day Comes and Goes
After Forever
Into the Void
Snowblind (Dedicated to Geoff Nicholls)
War Pigs
Behind the Wall of Sleep
N.I.B.
Supernaut / Sabbath Bloody Sabbath (Instrumental medley)
Rat Salad (Followed by drum solo)
Iron Man
Dirty Women
Children of the Grave
Encore: Paranoid

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