El movimiento se demuestra andando… o viajando en este caso, Fernando Maiden es la tercera entrega de nuestra visión de como ir más allá de ser un aficionado más… en este caso de Iron Maiden y él lo exterioriza viajando y viendo a la banda en directo, en cualquier lugar del mundo. A punto de llegar a los 300 conciertos de Iron Maiden, Fernando nos explica sus inquietudes y sentimientos respecto a la banda…

David Aresté

 

M.S: Gracias por contestar a nuestras preguntas… para comenzar una fácil… Cuando conociste a Iron Maiden?

No empecé precisamente pronto, pues hasta 1986, teniendo yo 13 años, fue cuando descubrí a la que para mi es la banda más grande del planeta. Lo típico, tus amigos llevaban camisetas del grupo, escuchabas la música en los cassetes grabados de entonces, escuchando sobre todo ‘The Number Of The Beast’ y a otros grupos que aún hoy siguen en activo. Me gustó, y a partir de ahí, caí en un pozo del que no quiero salir. Y eso que ni lo estaba buscando, simplemente dentro de mi, sabía que ese sonido me gustaba. Porque para esto, está claro que se nace. Por eso una de las frases que más por saco me dan es esa de ‘Cuando yo era heavy’, ainnn…

  

M.S: Que disco te compraste primero y como conseguiste el dinero para comprarlo?

El primero fue el ‘Somewhere In Time’ y el dinero para conseguirlo pues no sé de donde salió pues fue un regalo de los Reyes Magos en enero de 1987. Supongo que esos tres señores tan majos atendieron mi petición. Es decir, mis Padres me dieron el dinero y fui yo mismo a la tienda a comprarlo. Eso si, hasta el 6 de enero no lo abrí.

M.S: Que pensaste cuando los oíste? Que tenían de diferente respecto a las otras bandas?

Que sin saberlo, era lo que buscaba. Esas melodías, el doblar de guitarras, el bajo galopante, las letras, los coros en los temas… era un todo que sin saber cómo, te envolvía, y mientras estabas escuchándolo, ese envolvimiento era lo más grande del mundo. Y cuando no lo escuchabas, el sonido te perseguía en tu cabeza, y yo encantado. Lo bueno es que a día de hoy, me sigue envolviendo. Por ello, no puedo hacer otra cosa que darles las gracias por hacer que mi vida sea más feliz gracias a ellos. Es lo que yo siento.

  

M.S: Que oías cuando comenzaste a oir Iron Maiden?

No tenía lo que se puede decir una preferencia musical, de hecho, no le daba importancia a la música, aunque algo había en mi interior. Pero estaba claro que en 1986, cuando fuimos al viaje de fin de curso, el sonido de la música pop en la radio, y que te inundaba en las discotecas a las que nos llevaban, no me llamaba precisamente, menos mal que con los aparatos de música, los loros de los 80, que llevaron algunos al viaje, pudimos escuchar música de nuestro gusto, gusto que como te digo, empezó a moldearse ese mismo año.

M.S: Que recuerdas del primer concierto que viste de ellos? Donde fue? Y la última? Cuantos conciertos llevas de ellos?

Aunque para mi madre fue un escándalo, el primero que vi fue el Monsters of Rock de 1988 en el mítico Rockódromo de la Casa de Campo con 16 añitos. Me llevó el entonces ayudante de mi Padre en el trabajo, por cierto, DEP Óscar, allá donde estés. Fuimos en coche y nos tomamos nuestras cervezas en garrafas que vendían en una bodega cercana, bebí más de la cuenta, no lo niego, pero no dejaba de mirar a todos los lados encandilado, flipaba en colores, y con algo más de alcohol en el cuerpo, aún más. Vimos los cinco conciertos, desde Manzano, pasando por Anthrax, Helloween y Metallica hasta llegar a Iron Maiden presentando Seventh Son Of A Seventh Son.

Pero cuando llegó el momento de que Maiden salieran, uffff, el rugido del público al apagar las luces, ver cómo se adivinaba el escenario, la explosión del comienzo, que cayeran los temas uno tras otro y que de verdad fuera real, ver a esos cinco tíos, capitaneados por Harris y Dickinson, encima de un escenario y que no paraban de correr a lo largo y ancho del mismo… El vello se te ponía de punta, cosa que hoy sigue pasando a pesar de todos los años que han pasado. En definitiva, disfrutar como un enano, que es justo lo que era entonces. Aquella experiencia selló dentro de mi lo que soy hoy.

La última, pues a fecha de esta entrevista, ha sido en Arnhem, este domingo pasado, en la gira Legacy Of The Beast. Y en total, son ya 298 conciertos a mis espaldas. Si no pasa nada, en París llegaré a 300. Como dice un colega, Livin’ The Dream.

M.S: Que has visto/leído de esta última gira? En que ciudad los verás?

Como te digo, ya he visto ocho conciertos de esta gira. Y solamente puedo decir que es espectacular. Llevan el show más teatralizado que han llevado en su vida. Están en una forma espléndida, sorprendiéndome sobre todo la voz de Bruce, que a pesar de todo, está impresionante. Recordemos que en bastantes fechas de por ejemplo del World Slavery Tour, Bruce cantó de manera horrible, y eran los ochenta, sin embargo ahora, es alucinante. No digo que cante mejor que hace 30 años, sería muy estúpido por mi parte, pues la edad es la edad, pero es realmente increíble. Y no es fanatismo. Si tienes la oportunidad de verles, podrás darme la razón. Espero que ese día no tengan un día malo.

Para este nuevo tour, tengo programados 24 conciertos, así es que será un verano bastante intenso desde que comencé en Tallin hasta que termine en Londres.

M.S: Un grupo que lleva tantos años ha generado millones y millones de items de merchandising, y como buen fan de una banda y como hacemos todos… coleccionamos cualquier cosa de ellos, es tu caso? Que es lo más raro de tu “colección”?

Ahora ya no se puede decir que coleccione cosas de la banda, pues la vaca no da para todo y prefiero centrar mis esfuerzos económicos en ver a la banda en directo, que al fin y al cabo, es donde te llevas lo más grande. Para mi las dos cosas no son compatibles, pues tengo que hacer verdaderos tetris para que salgan las cuentas a fin de mes.

Cuando Maiden se retire, y eso no se ve a corto plazo, quizá retome el tema del coleccionismo. Es verdad que me gusta conseguir las púas o las muñequeras, pero eso no es precisamente tarea fácil, quiero decir sin pasar por caja, algo que a día de hoy no tengo intención de hacer. Tengo muñecos, discos, tazas y más cosas, pero lo más raro que tengo, aunque suene abstracto, son las sensaciones que te llevas de verles cada noche, que para mi, aunque sean muchas, siempre son como la primera vez, y siempre son distintas. Tiempo habrá de cosas materiales.

M.S: Y a nivel de discos? Tienes todos? Repetidos de varias ediciones?

A nivel de discos, si que los tengo todos, en estudio, en directo y recopilatorios, singles, aunque apenas piratas o bootlegs. Y también es verdad que varias ediciones, de unos más que de otros, la española que se editaba antes, japonesa, checa, etc, pero como te dije antes, he tenido que cortar ese tema por motivos económicos. Ahora compro el disco nuevo que saquen en las ediciones “normales”, cd, vinilo o lo que saquen y no busco la de los otros países.

M.S: Habrá libros sobre ellos, no? Cual nos recomiendas?

Pues fíjate que si que hay libros, y de hecho tengo algunos, pero no te podría decir este o el otro. Quizá la primera biografía oficial, “Running Free” De Garry Bushell y Ross Halfin, el “Maiden A Photo Story” de Ross Halfin o el “On Board Flight 666” de John McMurtrie. Luego tienes curiosidades realmente alucinantes a nivel particular, como el último que he visto editado el año pasado,“The Book Of Posters” que es un catálogo de carteles de conciertos de toda su historia, y es una pasada, que además lo ha escrito un coleccionista español, Anastasio Guerrero.

M.S: No se si se puede contestar de forma concisa pero… que crees que le falta a Iron Maiden por hacer? Grabar con una orquesta quizá (por decir algo)?

¿Qué le falta? Buena pregunta. No tienen nada que demostrar. Nada de orquestas ni cosas de esas, a estas alturas no están para experimentos y a mi modo de ver, ni lo entendería ni tendría razón de ser. Para mi, lo que les falta es que, siendo una banda que gira y gira cada año, quizá deberían sacar más música nueva, sin espaciar tanto sus discos de estudio. Está claro que ya tienen una edad, y que viendo que hay una fecha de caducidad, hay que dosificarse. Pero visto lo visto, su nivel compositivo aún es bueno, quizá incluso muy bueno en algunos momentos. Hay que trascender, que esto no son los ochenta y no van a sacar un disco cada año. Pero sus temas siguen enganchando, al menos a mi, y yo ansío escuchar nuevas composiciones del grupo. Ah, y otra cosa imprescindible: renovar el setlist incluyendo temas raros o que nunca han tocado y sacrificando algunas de las vacas sagradas, sin embargo, creo que es más fácil pedir peras al olmo.

  

David Aresté