Avalanch + Desaire – 1 de Abril 2023 – Sala Shoko (Madrid)

Reinvención continua pero siempre manteniendo la esencia. Esa es la sensación más cercana que me transmiten una y otra vez Avalanch. A lo largo de sus ya tres décadas en la brecha – aunque no debutarían con La Llama Eterna hasta 1997 – han tenido que lidiar con idas y venidas de diferentes músicos. Si bien es cierto que cada músico imprime su sello en el sonido de Avalanch, la mente que imagina todo este universo de notas, letras, melodías y armonías no es otra que la de Alberto Rionda. El músico asturiano ha logrado junto a sus compañeros – los que están y los que han formado parte de este universo musical – ganarse una merecidísima reputación a base de mucho trabajo y perseverancia. Podría decirse que además de uno de los grupos más importantes del metal nacional, es también uno de los proyectos vitales de Alberto.

Todo lo ha logrado a base de sacar lo mejor de sus compañeros, componiendo y sabiendo adaptarse a las capacidades de cada uno. Este trabajo ha relucido en especial en los vocalistas, que son las principales caras visibles. Oficialmente, primero con Juan Lozano, seguido de Victor García, continuando con la época más estable y duradera como es la de Ramón Lage. Tras un largo parón y volcado en otros proyectos como Alquimia junto a Isra Ramos entre otros, fue precisamente de la mano de Isra cuando surgió la oportunidad a retomar Avalanch con la gira del 15 aniversario del disco que lo cambió todo.

Desde que retomaran su actividad en 2017, únicamente Mike Terrana se mantiene como batería. Manuel Ramíl, quien tomara el relevo de José Paz a los teclados poco después del concierto que quedó inmortalizado en el DVD “Hacia la luz” permanece también. Por otro lado, Nando Campos ha tomado el relevo de Dirk Schlächter, quien a su vez dio el testigo a Magnus Rosen. Únicamente Rionda permanece a las guitarras, ya que Jorge Salán ha regresado a Mägo de Oz. Respecto a la voz, es José Pardial el elegido para comenzar una nueva etapa. Isra Ramos dio el relevo a Ramón Lage y Pardial hizo lo propio con Alirio Neto y el propio Isra Ramos, ya que no ha habido disco desde El Secreto (añadir a Jorge Berceo que sustituyó durante una serie de conciertos a Isra cuando estuvo convaleciente).

Con unos minutos de retraso se abrieron las puertas de la madrileña sala Shoko, que en cuestión de minutos cubrió su aforo de sobra debido al hormiguero de gente, que se ubicaba donde le era posible. Al poco de abrir las puertas, aparecieron Desaire, con diversas versiones de un rock urbano patrio. Rock transgresivo o como yo lo llamo “Kalimotxo Rock” desde el cariño. Alternaron temas propios con versiones como “Las lentejuelas brillan demasiado” de Barricada, “Agradecido” de Rosendo o “Ama, ama, ama y ensancha el alma” de Extremoduro, o la colaboración de Carlos Pina de Panzer, con quien interpretaron “Junto a ti”.

Animaron a los presentes mientras entre tema y tema se tomaban con mucho humor su presencia allí, ya que son estilos muy diferentes y no todos los presentes reaccionaron de la misma manera. Siempre es complicado tocar como banda invitada y más cuando los estilos están tan alejados, así que lo mejor que puedes hacer es reconducir la situación, tocar y disfrutar como hicieron. Para cuando DESAIRE comenzaron a tocar, había menos gente apiñada en torno al escenario. Sin embargo, para cuando terminaron su actuación y prepararon el escenario para recibir a los asturianos era difícil moverse. En especial para cuando Avalanch salieron a escena.

Una iluminación más que decente contrastó con los problemas de sonido que, por desgracia, fueron constantes y en ese aspecto hubo altibajos. Todo ajeno a la banda, hay que apuntar. A Pardial por ejemplo, se le acabó la batería de los monitores y le fallaron de manera intermitente, haciéndole perder la referencia, pero arreglándolo como pudo y de buena manera. No obstante, hubo momentos en los que el sonido se solventó, pero como he dicho hubo altibajos también en otros instrumentos (teclados por ejemplo – fue mi sensación, o quizás es un deseo personal – en ocasiones sonando por debajo o siendo opacados por batería y bajo; que sonaban atronadores y costando así percibir los matices). En cualquier caso, ahora que solo está Alberto en directo como guitarra, deberían ganar más presencia. Eso sí, tener a un segundo guitarra siempre les ha dado un plus de garra y energía. Supongo que será cuestión de acostumbrarse

Por lo demás cada músico estuvo impecable en su papel. Rionda es la piedra angular del grupo compositivamente hablando, y a la hora de tocar siempre es más expresivo con su guitarra que con el cuerpo y siempre mantiene la calma. Es uno de esos músicos que tiene una sensibilidad especial en la que sus letras y música hablan por él.

Es aquí donde el resto de sus compañeros están en su salsa y simplemente se dejan llevar. Desde miradas cómplices entre compañeros y comunicación constante también con el público, que llevó en volandas a los asturianos en lo que resultó un concierto muy dinámico, un espectáculo de esos en los que si pestañeas te pierdes algo.

Con un Terrana que tuvo su propio “Show” y que no constó únicamente de su solo. Simplemente verle tocar es una delicia. Derrocha carisma, técnica, pegada y energía y desde lo alto de su tarima transmite esa sensación de seguridad a sus compañeros. Esa seguridad que da la experiencia. Formó un tándem arrollador junto al entusiasta Nando campos al bajo creando un Groove poderoso, de los que incitan a no dejar de moverse sobre todo en las canciones más enérgicas. Desde luego, no paró quieto. A Ramíl, que posee no sólo un gran dominio sobre su instrumento, sino una sensibilidad especial con las teclas, no se le borró la sonrisa en toda la noche.

¿Qué podemos decir de José Pardial? En un grupo con un legado como el de Avalanch nunca es sencillo afrontar una situación como esta. Por suerte se nota que tiene tablas porque se movió como pez en el agua, regodeándose con la atmósfera que allí se respiraba. Cada tema, partiendo del más reciente a los más clásicos, lo abordó de la mejor manera, tratando de hacerlo suyo y al mismo tiempo respetar la esencia del original (tratándose de épocas y vocalistas tan diferentes como Victor, Ramón o Isra). Sobre el escenario, goza de una presencia, energía y actitud envidiables. Salió a comerse el escenario y por supuesto que quedarán muchas cosas por pulir, pero esta nueva formación mantiene el nivel y el potencial sigue intacto.

En una noche como la del sábado en la que se genera una atmósfera tan especial y hay plena comunión entre banda y público es muy difícil quedarse con un tema, o incluso describir cada momento porque es algo para vivirlo. A veces las palabras no bastan y lo mejor que puedes hacer es estar ahí. El setlist no fue perfecto, pero sí muy equilibrado. Cada uno tenemos nuestros imprescindibles, y habría hecho algún cambio

Por citar momentos, el inicio con El Oráculo con esos redobles y riffs repletos de contundencia, con una evolución más que interesante, aires progresivos, armonías y melodías bien trabajadas y estribillos pegadizos. Los matices y complejidad de “Niño” u “Otra Vida”, intercalando fragmentos con un sonido crudo con otros íntimos de una sensibilidad exquisita en los que el piano de Ramíl y la voz de Jose brillaron especialmente. También” Pies de Barro” “Lucero” o “Mil Motivos”. Respecto a los nuevos temas me gustaron especialmente y veo su inclusión acertada. Horizonte Eterno recibió una gran acogida por lo general, con un público completamente entregado. También Expulsando a mis Demonios y la rockera Cuatro Elementos.

Con todos los precedentes y con tan solo el concierto de Bilbao del día anterior, se presentaba en Madrid una nueva formación de la cual José Pardial salió con el público en el bolsillo gracias a un derroche de carisma y presencia sobre el escenario.

Por lo general Pardial dejó una buena muestra de sus capacidades y versatilidad sabiendo amoldar su voz a la emoción que quiera transmitir en cada momento. En los nuevos temas estuvo perfecto, aunque en otros más clásicos conforme vayan pasando los conciertos y se empape más de la historia de Avalanch, más cómodo se sentirá y seguro que todo fluirá con mayor facilidad. Es cuestión de tiempo y estoy seguro de que tiene muchísimo por ofrecer y por aportar, tal y como le ocurrió a Ramón en su día.

Todos tenemos un vocalista o una época predilecta, y desde el más profundo respeto a todos los vocalistas que han formado parte de Avalanch, me quedo con la de Ramón Lage, seguida de Isra Ramos por ahora. Aunque la música es como todo, estado de ánimo.

Soy consciente de que habrá opiniones para todos los gustos. Todas respetables siempre y cuando no se falte al respeto, pero Ramón es uno de los vocalistas más queridos de Avalanch, y recordad que sus primeros años no fueron fáciles y tuvo que sobreponerse a un montón de críticas. Por mi parte, disfruté mucho de volver a escuchar estas canciones en directo, con una formación que es la mejor que puede tener a día de hoy. Si tuviera que pedir un deseo, ése sería sin duda estabilidad. Ojalá que los que están ahora permanezcan muchos años.

Texto y fotos: Alberto Rubio Mediavilla (En colaboración con Satan Arise)

Setlist de AVALANCH en Madrid:

  1. El Oráculo
  2. El Peregrino
  3. Delirios de Grandeza
  4. Otra Vida
  5. Horizonte Eterno
  6. Pies de Barro
  7. Mil Motivos
  8. Niño
  9. Cuatro Elementos
  10. Solo de Batería
  11. Alas de Cristal
  12. Papel Roto
  13. Expulsando a mis Demonios
  14. La Flor en el Hielo
  15. Santa Bárbara
  16. Lucero
  17. Xana
  18. Torquemada