Universal Music Festival: Steven Tyler – 30 de Julio’18 – Teatro Real (Madrid)

Hay más allá de la clásica, la danza y la ópera en el Teatro Real… Gracias a la cuarta edición del Universal Music Festival que se ha celebrado durante el mes de Julio en el Teatro Real de Madrid.  

David Aresté

Como quien no quiere la cosa, dicha discográfica se ha alquilado este edificio con 200 años de historia entre sus paredes para celebrar un “festival” (de concierto por día) con lo más granado del mainstream actual: Morat, Pablo López, Amaia de OT, Niña Pastori o Pablo Alborán entre otros… entre los cuales llamaba la atención Steven Victor Tallarico, más conocido como Steven Tyler, el frontman de Aerosmith. Bien es cierto que dentro del Rock también tuvimos al maestro Miguel Ríos presentando su “Symphonic Rios”, pero como iba con una orquesta sinfónica, pegaba más dentro del marco del teatro que no el amigo Tyler que vino con sus colegas desde Nashville.

Quizá los temas edulcorados de su último "We’re all somebody from somewhere" (y que se editó por Universal Music) han sido los motivos para que tuviera parada en Madrid, y mezclarse entre tanta melodía radiofónica y un sin fin de famosos pasando por el photo call de la entrada del Teatro. Las cervezas en los festivales dieron paso esta vez a la brillantina y al perfume junto a unas entradas de tres cifras que suponemos que no están al abasto para la mayoría que le estuvimos viendo un par de años atrás con los chicos malos de Boston. no sabemos si pidió él estos festivales, si fue un cheque encima de la mesa para que viniese o que simplemente está de moda "hacerse el malote” cada x meses e ir a un concierto de rock. Es una discusión que dejamos para las redes sociales de antes, las charlas en los bares, o las nuevas… que más da. Lo importante es que estaba aquí, con 70 años y dispuesto a rockear para todos.

Siendo sinceros no nos habíamos quedado con el nombre de la banda que le acompañaba, sabíamos que existía un “… band” pero no se nos había quedado su nombre. Así que cuando vimos en las entradas + The Sisterhood Band pensábamos que era su banda, ya que poner a alguien a tocar antes de Steven Tyler es como poner una piedra encima del escenario ya que con todo el cariño, a nivel mediático no generan ningún interés… pero nuestras teorías se desmoronaron cuando vimos salir a Ruby Stewart y Alyssa Bonagura, las propias The Sisterhood Band que iban a abrir la noche con su country melódico y angelical traído del mismo Nashville. A voz, guitarra, pandereta y una sección de batería grabada la pareja nos ofrecieron temas como «Walk away», o «Baby be gone» de su único disco además de una versión del padre de Ruby, Rod Stewart, tocando “Gasoline Alley”.

Impresionaron por la voz que sacaban a veces, pero fueron 20 minutos que podríamos haber salido más pronto ya que al día siguiente era laborable. Tampoco queremos obviar su labor musical, que fue más que suficiente para su cometido, no creemos que hubiesen muchos aficionados al country entre el público asistente para pensar si serán las nuevas June Carter o pasarán sin pena ni gloria. A los 20 minutos les sumamos 30 más, ya que nos comimos las normas de la casa y había que hacer intermedio… así que aprovecharon para hacer las últimas pruebas de sonido, y el resto se bajaron al Hall a seguir consumiendo o ver si se podía cenar algo.

Tras un aviso por la megafonía del teatro todos volvimos a nuestros puestos, fundido a negro y comenzaron a sonar las notas de “Dream On”… pensando, “ya?”… pero no, era un vídeo de introducción de declaraciones de Tyler sobre su carrera e imágenes varias mientras todos los músicos se iban colocando en su sitio. El último en salir fue el frontman y la estrella de la noche para atacar con su maraca gigante “Sweet Emotion”, para seguir con “Cryin’” y “I’m Down”.

Sí, iba a ser un concierto de Aerosmith pero sin Aerosmith, pero si con su productor Marti Frederiksen que ocupa una de las guitarras de esa “Loving Mary Band”. Resultó curioso escuchar a Steven decir que siempre está bien apartarse para hacer música desde otro punto de vista, cuando simplemente se limitó a calcar gran parte de un concierto de Aerosmith, le puso 3 inéditas y dos temas propios y ya tenía hecho el repertorio.

Lejos del feeling,elegancia y macarreo de su banda madre, Steven se hace acompañar por dos guitarras (Marti Frederiksen y Andrew Mactaggart) y uno de banjo (Elisha Hoffman), bajista (Rebecca Lynn Howard, haciendo un cameo con él en el "Piece of My heart" de Joplin dejándonos a todos impresionados por su voz), corista/multiinstrumentista (Suzie McNeil) y batería al fondo del escenario (Sarah Tomek, gran pegada durante todo el show). Fue de esos conciertos que con “tanto” músico las canciones siempre suenan “llenas”, siempre con armónica, tres guitarras, percusiones y así mantenerlas siempre arriba. No hubo tiempo para mucho ya que tocó una hora y cuarto sin excepciones. Sonó el “Come togheter” de The Beatles, el “Rattlesnake Shake” con ese toque de tejano y bluesy que les intentaron dar a parte de los temas y sus "We’re all somebody from somewhere" y "Only heaven" de su último disco en solitario, sumado a un emotivo "Piece of My heart" de Joplin.

El final fue un poker de ases de Aerosmith, con “Janie’s got a gun” (que le cambió el tono de la canción) , “Dream On” (que realmente si fue bonita con Steven al piano acompañado por acordeón y ukelele junto al resto de banda) y “Train kept a rollin’” con gran estallido final que acabó de rematar “Walk this way”.

No podemos decir que fue un mal concierto, Steven se lució, bailó, posó, sacó a una chica a bailar unos compases del Walk this way, y cantó bien (y a ratos muy bien) aunque ya hacia el final le vimos algún signo de flaqueza. Sus aires de grandeza pusieron muy difícil a la prensa hacerle fotos, o prácticamente imposible (también lo dijo a las primeras filas que obviaron su asiento y estuvieron delante del escenario como un concierto normal, que parasen de hacer fotos con el móvil y disfrutaran del concierto, pero le hicieron caso 2 temas)… teniendo solo acceso una foto oficial por parte de la organización, que ponemos por ilustrar minimamente el texto.

A nivel de fan, nos da “rabia” que no sea capaz de tocar esos temas con su banda que muchos se morirían por escuchar como “I’m Down”, “Rattlesnake Shake” o el final que hacían antes en ateriores giras con el combo matador “Train kept a rollin’” y “Walk this way”. Solo esperamos que parte del dineral que pudo obtener esa noche vaya a “Janie’s Fund” la fundación de Steven contra el abuso infantil (que se anunció al inicio y en el intermedio del concierto) y así pusiera un poco de cordura a todo este “sin sentido”.

Una ocasión única e irrepetible, sí… pero con la gente equivocada, esperemos que pronto vuelvan con los de siempre y con las ganas de siempre, dejando de lado posibles cosas raras entre músicos.

David Aresté

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