Koma – 16 de Noviembre’18 – Sala Mon Live (Madrid)

A la vista está que era más que deseada la vuelta de los navarros Koma a la escena nacional, pudimos estar en una de las fechas de Madrid en las que como muchas otras han llegado a hacer sold out.

Texto y fotos: David Aresté

De hecho para Madrid hicieron dos seguidos (Bilbao incluso 3) “compitiendo” contra Slayer en una de las fechas. Junto con Stravaganzza y Arwen quizá Koma eran una de las bandas que la gente estaba ansiosa por ver y por tener en circulación por las salas del país. Nos quedamos huérfanos cuando en 2012 ya se anunció el parón indefinido de la banda, siendo el último concierto que vimos suyo en la Sala Salamandra de l’Hospitalet de Llobregat. Llegó Sakeo, Brigi batería de El Drogas… y ya teníamos los temas de la banda como en nuestra memoria de lo bueno que nos dejó la escena…. Pero como decían algunos, nada es para siempre, y se produjo el despertar de la bestia. En Agosto de 2018 se anunció su vuelta confirmado una gira de reunión, y al poco la banda confirmaba la regrabación de sus clásicos con un sonido más actual. La maquinaria estaba en marcha, y nada los podía parar. Caían los sold outs, las fechas en festivales, y la gente suponemos que ya está ansiosa que vuelvan con una gira más extensa y con material nuevo. 

  

Con una sala en sold out, sin foso y además en un concierto de Koma, los fotógrafos acudíamos a las primeras filas como quien aguanta las estampidas del primer día de rebajas, a ver hasta cuando aguantábamos allí. La entrada fue bastante escalonada y sin problemas hasta pasar las 21h, que fue cuando comenzó el show sonando la “Marcha Radetzky” de Strauss que nos presentaba al grupo, su nueva mascota que sale ese último recopilatorio en la pantalla del fondo junto a Juan Carlos, y el primer personaje de la noche que teníamos en el recuerdo, Los niños de Lapos Guerra.

Por fin teníamos a los de Iruña metiendo madera a la locomotora de Koma, Brigi rugiendo cada una de las frases de la canción entre el bullicio de la gente para que el público rematase en el estribillo, que cantaba toda la sala al unísono suponemos que emocionados viendo la noche que íbamos a presenciar. Como era de esperar el setlist era el mismo repertorio que ya os dijimos en Bilbao, así que nos íbamos a los 26 temas y dos horas y media de concierto.Seguían sacando a gente que teníamos en nuestro baúl de los recuerdos musical como “Tío Sam” o “Jack Queen Jack” ( el extirpador de amigdalas!) muy coreadas por los asistentes y que sin duda nos sorprendieron cuando nos plantaron “El pato” rápido, fuerte y con tan mala leche que nos dejaron sin habla. No queremos repetirnos más, pero es que todos los temas que tocaron seguro que tenían algo emocional para cada uno de los que estábamos allí… “Jipis”, “La chulería”, “Protestantes”, “Vaya Carrera que llevas chaval”, “El muro de Berlín” cada uno cantados hasta la extenuación apoyando a una gran banda que nos estaba dando un gran concierto de vuelta.

   

La banda nos azuzó otra descarga con “Menos mal”, desatando otra gran avalancha con las primeras filas sufriendo las consecuencias, la noche había entrado en otro nivel. La fiestera “Almohada cervical” así lo corroborró aunque nos cortaran el rollo con “Deprimido singular”, la intensa “Buitres” y “Por los siglos de los siglos”, un set acústico que siempre viene bien para tomar aire aunque no sabemos si muchos de los allí presentes les hacía mucha gracia. Respiro al menos para la batería de Juan Carlos y el bajo de Rafa, para que se quedaran Natxo y Brigi a las guitarras. Momento de paso que suponía el tramo final del concierto con otra salvajada que supuso “Me vacío”, “El pobre” o la cachonda “Imaginatelos cagando” o la coreada “Sakeo”. Acabaron con “El sonajero” con los mismos invitados que en Bilbao, una sección de vientos que aportó el toque rumbero a la canción. Momento de los bises para seguir llegando al clímax máximo con “Sé donde vives”, “El marqués de Txorrapelada” y un medley de más clásicos “Aquí huele como que han fumao/Mi jefe/El infarto” desatando más locura, pogos e himnos intergeneracionales. El último, y curiosamente con gente ya saliendo de la sala y con las luces encendidas (quizá estaban ya fuera de hora), fue “Bienvenidos a Degüelto”, otro himno para el final, más fiesta, más primeras filas chafadas para darlo todo en este último tema.

Si se pudo llegar a dudar en algún momento del estado de forma de los navarros, solo hace falta leer esto para ver que estuvieron sublimes, con garra, potencia y ganas como las del primer día. El sitio natural de Brigi es estar delante del escenario, moviéndose, cantando, sin parar ni un momento.. un auténtico oso que no dejó títere vivo. A sus lados sus escuderos inseparables llevaron a ritmo esa maquinaria Rafa al bajo y Natxo a la guitarra marcándose grandes solos… al fondo, y cual pulpo/bestia con tentáculos que sea la del recopilatorio estaba Juan Carlos a la batería que dio un gran recital a los parches para todos los temas.

  

Vuelta deseada y obligada la de los navarros, que destrozaron la sala para el día siguiente… que otra vez la iban a llenar y que seguro que otra vez iban a hacer un concierto inolvidable. Está más que demostrado que hay ganas de Koma, ojalá que el material nuevo no tarde en salir y los tengamos de nuevo de gira.

Texto y fotos: David Aresté