White Widdow – 26 de octubre’18 – Sala Utopía (Zaragoza)

Tres años después de su última visita en nuestro país, los Australianos White Widow regresan a los escenarios españoles y en concreto a Zaragoza , con el objetivo de dar a conocer su Hard Rock Melódico y su último trabajo de estudio denominado “Victory”.

Texto y fotos: Luis Ignació Orós
Edición: David Aresté

La banda de Melbourne a lo largo de su carrera discográfica ha experimentado diversos cambios de formación, quedando como componentes para este último álbum, Gavin Hill (batería), Ben Webster (bajo) , Enzo Aimanzi (guitarra) , Jules Millis (voz) y Xavier Millis (teclados). White Widdow es una banda que posee fuertes influencias de los grandes iconos del terreno melódico, presentando raíces muy cercanas a Foreigner, Journey , Survivor e incluso Starship.

   

Sin apenas darnos cuenta, saltaron al escenario de la Sala Utopía de Zaragoza, White Widdow, comandados por Jules a las voces y cobrando especial protagonismo esos toques de teclados tan característicos y emotivos del “Cry Wolf”. La verdad es que es un tema que acompaña totalmente para abrir un concierto de este género y que enseguida despierta a la gente. Un verdadero lujo para los sentidos que tuvo su continuación con el “Below The Belt” de “Crossfire” , un álbum que consiguió un importante reconocimiento de la prensa especializada.

“Below The Belt” aquella noche evidentemente no sonó de forma calcada al álbum de estudio, es importante recalcar que los Australianos en sus trabajos presentan multitud de arreglos vocales que en muchas ocasiones es complicado reproducir en directo. Pero desde mi punto de vista, intentaron acercarse a ese sonido tan ochentero que les caracteriza, prueba de ello fue “Fight For Love” que a pesar de existir algunos problemas técnicos, supieron encauzar muy bien el concierto, haciendo disfrutar en estos primeros compases del evento.

   

Tras algún pequeño saludo y brindis por parte de los hermanos Millis, White Widdow dieron rienda suelta a “Tokio Rain” y otra de las joyas de la noche, nada más y nada menos que “Angel” , una composición plagada de buenas sensaciones que sin duda causó furor, y que en su día fue una de las piezas clave del “Crossfire”. Hay que destacar que este tema sí consiguió transmitir un impulso superior a lo que sería el comienzo del concierto y lo que vendría posteriormente. Por una extraña razón que todavía a día de hoy me pregunto, la actitud de Jules cambió drásticamente en el concierto, mostrándose más frio y distante ante el público con temas como “Do You Remember” y “Stranded”, siendo esta última composición de una calidad exquisita en su formato de estudio, pero sonando aquella noche de forma muy distante.

La tónica y el cambio drástico del concierto tuvo su continuidad con “Moonlight” y “Crossfire” dos canciones que en ocasiones sonaron muy saturadas y que no llegaron al respetable , manifestándose un frontman que parecía que se encontraba fuera del concierto y que simplemente estaba cumpliendo con su cometido. La verdad es que la noche estaba alcanzando un cariz un tanto agridulce que desde luego no ayudó en cuanto sonó el estreno “Second Hand Heart” donde los voces secundarias fueron interpretadas de forma sublime , pero donde nuevamente se volvió a apreciar una actitud distante y lejana hacia el respetable.

  

En contrapartida, hay que destacar la maestría más que palpable del guitarrista Enzo Aimanzi , disfrutando este en cada uno de los riffs que ejecutaba en temas como “Show Your Cards” donde drásticamente la noche tuvo un giro repentino , mostrando a Jules más convencido y metido en la interpretación de este corte tan caracterizado por ese juego de voces que lo hace tan especial. El ritmo del concierto permaneció de manera lineal a través de “Serenade” pero saltando del escenario Jules , para cantar con algunos espectadores de las primeras filas, pero desde mi opinión personal, causando poco efecto.

El punto y final lo puso “Broken Hearts Won’t Last Forever” una canción fantástica perteneciente a su debut homónimo que consiguió retrotraernos a esa magia que siempre nos transmite a todos los amantes del género melódico. Un sentimiento difícil de explicar pero que sin duda emociona con las melodías y los golpes rítmicos de batería.

  

Para hacer un balance objetivo y real de lo sucedido aquella noche en Zaragoza con White Widdow, habría que destacar dos puntos negativos, la escasez de público – cada vez somos menos – en este tipo de música , y el otro sin duda sería la irregularidad de actitud que se palpó en Jules , que en mi opinión este hecho puede ir unido a las pocas personas que allí estuvimos. Como puntos positivos, el primero de todos , la oportunidad y confianza que nos da la promotora Kivents de poder disfrutar de este tipo de bandas en nuestro país, agradeciendo de corazón el gran esfuerzo que se hace. Otro de los puntos positivos, es sin duda , el reencuentro con grandes amigos y compañeros , que por diversos motivos habíamos estado fuera de onda los últimos meses. Y por último, el aspecto positivo más importante para mí, el sentimiento que me transmite poder escuchar canciones que llegan de forma directa al corazón , en uno de los géneros musicales más puros dentro del ROCK, el Rock Melódico.

Texto y fotos: Luis Ignació Orós
Edición: David Aresté