Segunda entrega que nos ofrece la gente de Redbook Ediciones de las rutas del rock de Ezio Guaitamacchi, periodista italiano además de crítico musical y presentador de radio y televisión. Si en la primera entrega nos guio por algunos de los lugares más emblemáticos de la historia del Rock visitando Washington, New York, Chicago, New Orleans o Memphis por decir algunos, acabando en el festival de Woodstock, en este concluye el periplo americano para acabar saltando a Europa.

El libro también sale bajo el sello editorial llamado LOOK, que recoge obras sobre videojuegos, cómics, cine, series, música y por ende música Rock. El libro sigue los patrones de su antecesor (gran formato a todo color, etc…) presentándonos una obra a medio camino entre la guía turística y la enciclopedia musical, siempre guiados por la música pero tratando otros temas relevantes de los lugares que nos va presentando (como Levi Strauss o Starbucks). Esta vez las zonas que nos enseña el autor se centran en la costa californiana para subir a Seattle, bajar a Texas, volver a subir a New Jersey cruzando el charco finalmente terminando en las Islas Británicas. El libro va visitando estas localizaciones a modo de guía comentando los lugares clave desde el punto de vista del rock, la casa de los artistas, los clubes y salas más relevantes de su historia, lugares emblemáticos o de inspiración, incluso curiosidades que no tienen relación con la música pero que te hacen conocer muchos detalles curiosos que no sabías.

Visitamos primeramente San Francisco, una ciudad que tiene mucho que decir en la historia del rock, epicentro de la revolución y cultural más relevante de los 60. Janis Joplin, Jefferson Airplane y muchos artistas más relacionados con la ciudad, el arte como los pósters de Stanley Mouse autor de muchos de los artes de Grateful Dead , emblemáticas tiendas de discos , etc… Se visitan varias zonas de California como Berkeley , bajando después por la autopista de la costa del Pacífico hasta llegar al famoso Festival de Monterrey. La ruta nos enseña numerosas localizaciones, como Neverland (el rancho de Michael Jackson) o el mural de Jim Morrison en Venice. Laurel Canyon y los Byrds, las groupies de Frank Zappa hasta llegar a los Angeles , Malibú y acercarnos al Hotel Beberly Hills famoso por ser la portada de los Eagles en su Hotel California, revisitando salas emblemáticas como la desaparecida House of Blues de Sunset Strip.El imperio de Geffen, la torre de Capitol Records, el museo de los Grammy…en definitiva, una forma de ver California usando la música como brújula.

El libro nos da un salto geográfico a Seattle centrándose fundamentalmente en el Grunge. En esta ciudad nació Jimi Hendrix y en ella se crio Quincy Jones, pero esta zona siempre será recordada por ser la cuna del grunge: Nirvana, Soundgarden , Pearl Jam, Mudhoney…pero independientemente del grunge, la visita a la tumba de Jimi Hendrix así como al Experience Music Project con la muestra permanente del guitarrista, siempre será una obligación para el amante de la música que recale en la ciudad americana. Dejamos la costa noroeste para afrontar un nuevo largo viaje a Texas y en concreto a Austin y Dallas, el Tex-mex, Willie Nelson, ZZ Top… para dar otro giro y subir hacia el norte, esta vez hacia la costa este a New Jersey, cuna de grandes músicos y bandas: Jerry Lee Lewis, Frank Sinatra, Queen Latifah, Bon Jovi y por supuesto Bruce Springsteen.

El último tramo del libro se desarrolla en Europa y en concreto en las islas británicas comenzando en Liverpool. Creo que no es necesario ni si quiera comentar que The Beatles son los protagonsitas y The Cavern el lugar más emblemático. Londres, capital de la música y del rock tendría para dedicarle un libro entero, los artistas, las bandas, los clubs, los teatros, estudios de grabación, las modas musicales, barrios, tiendas de ropa y de discos, programas de televisión, el mítico Wembley o el Battersea Power Station ….El libro termina en Dublin donde los protagonistas son U2, pero no se nos olvidan de emblemas como Phil Lynott y sus Thin Lizzy o los Cramberries.

No sólo este libro, sino la serie de “Rutas del Rock” suponen una obra muy amena interesante, imprescindible para aquellos a los que les guste viajar y descubrir aquellos sitios relacionados con el rock, saber sobre su historia y revivir in situ donde sucedieron muchos acontecimientos.

Incluso si no puedes viajar el libro está plagado de muchas cosas curiosas.

Toni Marchante