Insomnium + Tribulation – 6 de abril ’18 – Razzmatazz 2 (Barcelona)

El viernes 6 de abril tuvimos una cita con dos de las bandas más interesantes del panorama europeo actual, los grandes Insomnium, con su Death Metal melódico de denominación de origen finlandesa, acompañados de los suecos Tribulation, una banda revelación que ya ve consolidado su rompedor e inimitable estilo.

Al entrar en la Razzmatazz 2, abierta al completo y medio llena de público desde el principio, se levantaba en el escenario el nombre de Tribulation, con una estética visual atrayente enmarcada por humo de incienso, que ya nos hacía pensar en la importancia que le da esta banda a la visualidad y de cómo trabaja al detalle su imagen, influenciada por la estética victoriana y las películas de terror.Tribulation venían a presentar su reciente trabajo Down Below, y empezaron con uno de los grandes temas de este disco, “Lady Death”. El cantante y bajista Johaness Andersson se alzaba imponente en el centro del escenario con su lúgubre carácter, mientras dos guitarristas muy diferentes entre sí, tanto en su manera de tocar como en su puesta en escena, se complementaban perfectamente.

A ésta le siguieron dos temas del disco que les lanzó al reconocimiento internacional, con la gran “Melancholia” e “In the Dreams of Death”. Pero lo que sí me sorprendió fueron dos temas de The Formulas of Death, su segundo trabajo, sobre todo por la inclusión de la instrumental “Ultra Silvam”, después de “Rånda”; canciones con las que nos regalaron partes de carácter más atmosférico y expresivo.Volvieron con otros dos de sus mejores temas a su último trabajo, “Nightbound” y “The Lament”. El guitarrista Jonathan Hultén nos hipnotiza con sus movimientos y su belleza andrógina, mezcla de sensualidad y terror, tal y como son estas canciones, las cuales interpretó de manera impecable.

Finalmente, terminaron un setlist completísimo de unos 45 minutos, con la que seguramente es su canción más conocida “Strange Gateways Beckon”, con un final por todo lo alto, que se llevó, muy merecidamente, uno de los aplausos más largos que he visto nunca hacia unos teloneros. Tribulation dejaron el listón realmente alto y, después de este espectáculo, estábamos ansiosos para ver como los cabezas de cartel superarían esto. Así, para anunciar su aparición después del cambio, bajaron las luces y empezó a sonar una introducción de corte medieval/feriante que quitó un poco de seriedad al asunto.

Pero cuando empezaron a tocar, se acabó el buen rollo y empezó el doble bombo de la obra magna “Winter’s Gate”. La oscuridad cubría el escenario, tenuemente iluminado con unas frías luces azules que apenas dibujaban las siluetas de los suecos; una iluminación que se mantuvo durante las siete partes de este gran tema, que interpretaron enlazadas, parando un pequeño instante solo dos veces, lo cual nos permitió disfrutarla como la única pieza conceptual que es. “Winter’s Gate” es la creación más ambiciosa de Insomnium y, personalmente, como disco, es el que más me gusta, así que fue realmente una maravilla poder disfrutar de esos casi 40 minutos llenos de expresividad, que combinan agresividad, melancolía y épica, a través de pasajes perfectamente enlazados.

Terminó la gran obra y, después de unos instantes de descanso -más que merecido, por el esfuerzo mental que debe suponer interpretar esta canción-, se hizo la luz con las primeras e inconfundibles notas de “Primeval Dark”, el tema que abre su anterior Shadows of a Dying Sun, a la que siguió “While we Sleep”, una de sus canciones más conocidas, que animó a un público que a partir de entonces estaría entregadísimo.Insomnium también parecían cada vez más enérgicos, y desataron la locura con “Mortal Share”, con la que pasamos de sus últimos trabajos a los primeros discos, con este tema de 2006, de carácter más agresivo, al que le siguió “Down With the Sun” de 2009, con los cuales contentaron a aquellos seguidores más clásicos. El sonido que los acompañaba quizás no fue del todo óptimo y en los cortes más rápidos cómo estos, se hacía más notable, sin embargo, no fue nada para alarmarse demasiado.

Por otra parte, el frontman Niilo Sevänen es un hombre de pocas palabras, pero no le hace falta mucho más que su potente actitud encima del escenario para motivar al público. Siguieron así con la cañera “Weather the Storm” y una aplastante “Ephemeral”. Nos acercamos al final, y con este una de las canciones más bellas de la discografía de Insomnium, “The Promethean Song”, que con sus pasajes atmosféricos descargó de tensión nuestras mentes para dar con la última canción, que sería la potente “Only One Who Waits”. Seguramente el tema más cañero de la noche, que, con sus riffs contundentes y melodías épicas, creó un buen final para una buena noche.

Da gusto disfrutar de dos propuestas tan diferentes y, a la vez, complementarias, en una misma noche. Dos caracteres que nos despertaron pasiones muy distintas, a través de unos set lists bastante completos. Aunque, en mi caso, suele suceder que, de la mayoría de los conciertos a los que voy últimamente, me atraen más los teloneros que los cabezas de cartel, quizás porqué sus propuestas suelen ser más frescas y innovadoras, y, en este caso, ha seguido siendo así, aunque la brillante interpretación del “Winter’s Gate” por parte de Insomnium haya sido la gran delicia de la noche.

Quim Torres