Ivory – 5 de Mayo’18 – Sala Zero (Tarragona)

Les vimos nacer en Tarragona, y por desgracia los hemos visto “parar” en Tarragona, al menos tuvimos la oportunidad de decir adiós a Ivory, el power trio que arrasó la provincia.

Texto y fotos: David Aresté

La verdad es que nos perdimos sus primeros conciertos porque en aquellos días pensábamos que eran una de las tantas bandas indies e insulsas que salía en Catalunya, pero nada más lejos de la realidad por suerte. Conseguimos pillarlos rápido y nos quedamos prendados de su blues y rock clásico de toda la vida comandados por las seis cuerdas de Albert Poll.

  

Ganaron multitud de concursos de bandas noveles, de casi toda la provincia… y se recorrieron la otra parte… pero cuando llegó el tiempo de ir más allá, decidieron parar y al menos como decíamos nos dejaron decirles adiós de la mejor manera, con un último concierto.La Sala Zero siempre ha sido un lugar de conciertos importantes para el grupo y que menos para este caso, ya que fue el lugar para celebrar ese adiós (esperemos que momentáneo) ante una audiencia que abarrotó la sala.

Sin teloneros y trayendo a mucha más gente que muchas de las bandas nacionales que han pasado por la sala, se presentaron los tres ya no tan pipiolos con sus mismas camisetas psicodélicas para acabar con esta primera etapa del grupo y sus dos demos editadas. Albert, con mucho más pelo de lo normal nos avisaba que iba a ser un concierto y una noche especial… con temas nuevos, viejos, versiones y alguna que otra colaboración.

   

Así pues y con gran aplomo como si siguieran tocando juntos cada día, fueron cayendo temas como “Alive and Kicking”, “Maggot Soup”, “The Duck Song”… las nuevas “Free class”, “Be back home” o “Nothing goes wrong” o las versiones “Johnny B Goode”, “Pinball Wizard” de los Who con Berna Ríos, “Fire” de Hendrix y “Wild thing” con Ferran del bar Groove…. Casi casi es un tema suyo el “How many more times” de Led Zeppelin que supuso el final del concierto, y como siempre no llueve a gusto de todos se dejaron fuera grandes temas como “Married with my friends” o “Pegasus”… pero bueno, así tienen excusa para volver (ojalá).

Como decíamos, pareció que ensayaban cada día… las brasas están ahí y solo hace falta un guitarrazo de Albert o las baquetas de Joan para encender la maquinaria y hacer blues/rock del de toda la vida… no se movieron mucho (aunque alguna vez si), pero es de esas veces que la música te entra dentro y te revuelve las tripas… o te hace mover la cadera. Clase, elegancia y potencia para la banda y aunque Albert perdiese esa formalidad y buena praxis que ganó cantando, tocó la guitarra como si le fuera la vida en ello, todo un espectáculo.

  

Si hubiesen nacido en países donde la cultura y la música se valoran mucho más estaríamos hablando de un power trío de los muchos que vienen de gira y que nos dejan con la boca abierta por conseguir esos sonidos de antes, intensos, crudos y eléctricos… Con un claro maestro de la guitarra como es Albert Poll, y un Ginger Baker y jack Bruce como son Joan Torné y Joel Calvo a la batería y bajo respectivamente… Pero no ha podido ser, el trabajo “de verdad” ha podido con ellos y no se ven capaces de seguir con las dos cosas, aunque está visto que si se pueden compaginar. Una lástima, son jóvenes y esperemos que el veneno que tienen dentro no se les diluya por la sociedad de rutinas que nos dirige.

Texto y fotos: David Aresté