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Lacuna Coil: Dark Adrenaline // Century Media

Decir el nombre de los italianos Lacuna Coil supone hablar de un grupo que se ha sabido reinventar a sí mismos a lo largo de sus más de 15 años de carrera musical: pasaron de grupo de culto del movimiento gótico que tuvo lugar a finales de los 90 del siglo pasado y primeros del siglo XXI, a grupo de referencia e imprescindible en la mayoría de festivales de Norteamérica con influencias rock; y todo ello con apenas dos de los cinco discos que ya tienen publicados. La semana que viene regresan a la palestra con el sexto, un trabajo más oscuro y compacto que sorprende por la grandeza que se esconde tras cada uno de sus cortes.Leticia Ballester
Nota:8/10


El gran salto con los dos discos que comentamos lo dieron cuando allá por el año 2002 empezaban su apogeo por Europa con su tercer trabajo “Comalies”, consolidaban su nombre con multitud de conciertos, y se lanzaron a la aventura americana, logrando meterse en el Ozzfest de 2004. Y en 2006 publicaron “Karmacode”, el cuarto disco de su carrera, con el que se asentaron definitivamente en USA, dando un paso enorme en estilo: del género gótico, metalero y europeo a un sonido muy influenciado por la música del país que les acogió como un soplo de aire fresco, más rockero y experimental. Y si bien es cierto que antes sus letras daban lugar a múltiples interpretaciones por la de metáforas que las inundaban, cada vez más se centran en hablar del carpe diem y de la fuerza que cada uno ha de descubrir en sí mismo.

Antes de comenzar a tratar los temas, huelga decir que “Dark Adrenaline” está producido por Don Gilmore, el mismo que en su anterior “Shallow Life”, dado que la banda ha declarado que la química entre ellos ha sido muy buena y tenían ganas de repetir experiencia. Y se nota la misma producción en el halo que ambos discos tienen: con algún toque electrónico, con temas rockeros, guitarras y mucha batería. Pero en esta segunda colaboración, el experimento les ha salido mejor, bastante mejor. Y se nota desde casi el primer momento.

Para empezar con fuerza este “nuovo” trabajo del sexteto milanés, los sonidos electrónicos del single “Trip the Darkness” nos mete de lleno en este potente “Dark Adrenaline”. El corte va cogiendo fuerza a cada segundo, y mientras nos invitan a seguirles (“Follow me, follow me, as I trip the darkness one more time, follow me, follow me, I awake from madness just in time”) se convierte en un tema muy pegadizo, en el cual la voz de Cristina Scabbia está explorando nuevos registros. Rockero, directo, oscuro e intrigante como el videoclip (para aquellos que aún no lo hayan visto encontrarán todas estas características en la dualidad visual con la que juegan, viendo a una Scabbia antagónica y espeluznante) será de los grandes coreados en los directos.

“Against You” da comienzo con la batería y el teclado en tono un tanto misterioso. Y en el momento que la voz de Cristina entra en acción, el tema se va volviendo vertiginoso, hasta culminar con el estribillo a cargo del inquieto Andrea Ferro (para aquellos que le echábamos de menos en “Shallow Life”, es bueno saber que en este disco vuelve a cobrar más protagonismo). El sólo de guitarra del intermedio hará las delicias de muchos. Y de nuevo en sutiles tonos electrónicos llega “Kill the Light”, una canción con mucha fuerza tanto a nivel instrumental como en las letras. El estribillo corre a cargo de ambos vocalistas, y el resto de la banda se oye compacta en todo momento: se nota la estabilidad que tienen como grupo (el sexteto permanece intacto desde 1998, momento en que publicaron su primer EP).

“Give me something more” baja un poco el ritmo, pero lo justo para llegar al pegadizo (primer) estribillo en el cuál Scabbia reclama “algo que merezca la pena sacrificar”, dando paso a ritmos incluso bailables y a una batería a cargo Criz Mozzati muy presente en todo momento. Casi en el ecuador “Upside Down” recuerda mucho a temas de aquel “Karmacode”, en concreto a la potente “To the edge”: las guitarras de Maus y Cris Migliore suenan paralelas, y sus riffs y están muy bien acompañados por el bajo de Marco Coti Zelati. Seguramente sea de las firmes candidatas a los directos que promocionarán “Dark Adrenaline” por la adrenalina que harán descargar al respetable con el headbanging asegurado al que se presta.

La calma llega con “End of Time”, que comienza con el teclado de Marco, y resulta en una semi-balada muy emotiva, de esas que hacen que sincronices el ritmo del corazón con el ritmo de la omnipresente batería con su ritmo marcado y denso. De nuevo el estribillo lo canta Andrea, aunque en el último le acompaña Cristina como voz de fondo, sutil y algo más aguda. Y casi como entrando de puntillas llega “I don’t believe in tomorrow”, que a los 20 segundos de empezar cobra fuerza gracias a la batería y el bajo y el estribillo contundente de Andrea: un clarísimo ejemplo de carpe diem (“I want to say it now cause I don’t believe in tomorrow”).

“Intoxicated” puede que sea el tema más sorprendente y uno de los puntos álgidos del plástico por su potencia y su fuerza. Con un inquietante inicio de teclado, a los pocos segundos se oye a la fémina gritar “Lie” con toda la rabia de la que es capaz. Es el corte en el que más experimenta Scabbia con su voz, tanto que más de uno de sus fans masculinos perderán la cabeza con su interpretación en el estribillo. El título del tema es más que apropiado porque este imponente tema intoxica al oyente, y mucho. “The Army Inside” es directo: hay que prepararse para la Guerra y qué mejor que con este vertiginoso tema que se ve ensalzado con el rápido solo de guitarra que precede a la calma previa al estribillo final.

La mítica canción de los americanos recién separados R.E.M. “Losing my Religion” es el cover que han elegido en esta ocasión, y aunque a una servidora le parece una buena versión, hay que tratar de ser objetivos. Y es que siendo tan archiconocida no se puede evitar corearla como en la original. Al contrario que con “Enjoy the silence” cuyo estilo electrónico se asemejaba al estilo que empezaban a experimentar Lacuna Coil en “Karmacode”, en esta ocasión la original dista mucho del estilo de todo el conjunto. Quizá los italianos le han dado más presencia a los instrumentos (guitarras y batería principalmente) que a las voces, que incluso parecen escondidas a ratos; eso sí, refuerzan con segundas voces, y el dúo lo interpreta con elegancia. Otra imprescindible para los directos.

“Fire” sigue la misma tónica rockera y potente que exuda todo el disco, con sus no llega a 3 minutos de duración, un poco más electrónica, y con una fémina en plenas facultades vocales, directa y agresiva. Y ya cerrando la edición normal con sus doce temas nos inunda el halo gótico de “My Spirit”, recordando casi como a algunos de los temas de sus inicios incluso en la temática del mismo, un tanto más místico. Y cómo no, no podía faltar el guiño a sus raíces, por lo que en el intermedio Andrea recita en italiano unas líneas sobrecogedoras.

Como resumen general diremos que “Dark Adrenaline” es, a todas luces, un “Shallow Life” (su anterior redondo) mejorado. Cierto es que la línea musical y letrística de ambos es similar, pero con este inminente trabajo han conseguido más unidad en los temas, un proyecto mucho más compacto y solido y muy patente con tan sólo una pasada de principio a fin, algo de lo que carecía el anterior, que en la primera escucha todo se volvía monótono, y no es hasta quizá saborear sus canciones en directo cuando empiezas a ver la fuerza de algunas de sus letras (siendo muchas de ellas mensajes de fuerza, ideales para superar una ruptura sentimental).

Leticia Ballester

Temas:

01 – Trip the Darkness
02 – Against You
03 – Kill the Light
04 – Give me something more
05 – Upside Down
06 – End of Time
07 – I don’t believe in tomorrow
08 – Intoxicated
09 – The Army Inside
10 – Losing my Religion (R.E.M. cover)
11 – Fire
12 – My Spirit

Web: https://www.lacunacoil.it/

[youtube]http://youtu.be/VTT6picaCoQ[/youtube]

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